"Un hombre infiltrado" captura la esencia de "El agente topo"
Mike Schur, el creador de "Un hombre infiltrado", comentó en una entrevista que la idea de llevar la original premisa del documental chileno "El agente topo" a una comedia de ficción era "obvia"
Mike Schur, el creador de "Un hombre infiltrado", comentó en una entrevista que la idea de llevar la original premisa del documental chileno "El agente topo" a una comedia de ficción era "obvia". Mal que mal, la historia de un detective aficionado septuagenario que se adentra en una casa de reposo para espiar lo que ocurre en su interior es una con infinitas aristas para explorar.
Aunque una idea obvia no es necesariamente una que debe llevarse a cabo, especialmente cuando el material de origen es un documental brillante que ha sido aclamado en el mundo entero. Pero Schur resulta victorioso en su adaptación del filme de Maite Alberdi. "Un hombre infiltrado" no es mejor que "El agente topo"; es diferente y eso le juega a favor.
Schur ha hecho una carrera de construir personajes queribles y ambientes positivos, explorando la idea de las "familias que no nacen, se hacen" en series pasadas como "Parks and Recreation", "Brooklyn Nine-Nine" y "The Good Place", donde la condición humana es tratada con cariño y gentileza. Esa inclinación parece más fuerte que nunca en "Un hombre infiltrado", que aborda un tema triste y contingente como la soledad en la tercera edad con mucho corazón, una mirada tierna y benevolente, pero no condescendiente, algo que sin duda tiene en común con el documental que la inspira.
Ted Danson interpreta a Charles, el hombre infiltrado del título, un adulto mayor y retirado que aún no supera la partida de su compañera de vida, que padecía alzhéimer, y que parece no saber qué hacer con todo su tiempo libre. Alentado por su hija, decide postular a un aviso de trabajo que lo lleva a aliarse con una detective privada (Lilah Richcreek Estrada), quien necesita alguien al interior de una casa de reposo de lujo que la ayude a investigar el supuesto robo de un collar. Charles, que lee libros sobre espías, pero no sabe realmente cómo ser uno, asume su rol con seriedad. Sin embargo, pronto quiebra la regla principal de pasar lo más desapercibido posible y no puede evitar formar lazos con los diversos habitantes del hogar de ancianos.
Danson parece en principio una elección peculiar para el rol principal, ya que pese a tener 76 años, tiene una vitalidad y postura que lo hacen ver fuera de lugar en una casa de retiro. No obstante, el actor resulta brillante en el personaje y despliega con facilidad el carisma y la vulnerabilidad que requiere el protagonista. A Danson le acomodan las comedias donde lo divertido no está en los chistes, sino en la cotideanidad de las situaciones. Porque "Un hombre infiltrado" no es una serie que evoque muchas risas, sino más bien una sensación optimista y que levanta el espíritu. Si bien hay situaciones cómicas, muchas en torno a la vejez, estas son formuladas con respeto y en ningún momento se siente que el guion se esté burlando de sus personajes.
"Un hombre infiltrado" está en el número 1 de lo más visto en Netflix en Estados Unidos, pero en Chile no ha entrado en el top 10. Quizás la idea de una comunidad de lujo para la tercera edad resulta lejana al país, especialmente considerando que "El agente topo" retrata un mundo diferente. Pero el fondo de los personajes no es tan diferente a la experiencia local y sí tiene posibilidades de tocar temas universales.