Jeff Hawkins. Quería dedicarse a algo tan avanzado que no lo aceptaron en ningún lugar; entonces inventó la Palm Pilot
Jeff Hawkins en su compañía Numenta; la ciencia debe primero explicar cómo funcionan nuestros cerebros antes de diseñar inteligencia artificial
¿Cómo evoluciona el progreso técnico? Tenemos la impresión de que es lineal y que no expone retrocesos; una vez que una tecnología hace lo mismo más rápido , a menor costo y consumiendo menos energía (y eso significa, en general, más pequeño ), queda establecida como el nuevo estándar
Jeff Hawkins en su compañía Numenta; la ciencia debe primero explicar cómo funcionan nuestros cerebros antes de diseñar inteligencia artificial
¿Cómo evoluciona el progreso técnico? Tenemos la impresión de que es lineal y que no expone retrocesos; una vez que una tecnología hace lo mismo más rápido , a menor costo y consumiendo menos energía (y eso significa, en general, más pequeño ), queda establecida como el nuevo estándar . Hasta que llega algo más avanzado, y así.
Suena bien, ¿pero es tan sencillo? Como siempre, el secreto está en los detalles. Entra en escena un pionero por partida doble. Inesperado también en dos sentidos, y uno de los personajes más inteligentes y menos conocidos de la revolución digital: Jeff Hawkins .
Hawkins fundó la compañía Palm en 1992 (enseguida, más detalles). Eso fue once años después del lanzamiento de la primera PC de IBM , y Palm iba a hacerse exitosísima con un dispositivo que no solo brilló donde otros habían fracasado ( Apple , Casio ), sino que se anticipó en al menos 15 años respecto del futuro de la computación: la Palm Pilot . Las Palm Pilot eran organizadores (así los llama Hawkins), mejor conocidos como PDA (por Personal Digital Assistant ), una suerte de accesorio móvil de la computadora personal .
Tengo aquí mi Palm III (para la versión III habían dejado de de usar la marca Pilot debido a disputas de marca). Es un poco más pequeña, pero un poco más gruesa que mi smartphone; pesan lo mismo (hay solo 7 gramos de diferencia ), pero la Palm no puede hacer llamadas. Eso sí, tiene un puerto de infrarrojos (lo usaba para imprimir ) Su pantalla es en blanco y negro , pero táctil . No táctil como las de ahora, porque requiere un stylus , un lápiz de plástico , para apuntar y hacer clic o escribir. ¿Escribir? Sí, y posee reconocimiento de escritura . Es decir, convierte los trazos en texto . El modelo IIIc será a color. Este modelo todavía usaba 2 pilas comunes AAA ; la Palm V será el primer aparato con baterías de iones de litio integradas , algo que le trajo a Hawkins varios dolores de cabeza, como siempre que hacés algo por primera vez.
Entre esta Palm III, que usé hasta gastarla y que, pese a la pantalla deteriorada, sigue funcionando , y mi smartphone, median exactamente 25 años . Un cuarto de siglo. Uno diría que mi Galaxy S23 es la evolución de mi querida Palm III . Que el celular de hoy, con aplicaciones, sensores, IA y conexión con Internet es la evolución de los PDA. En cierto modo es así. Y en otro sentido, no, nada que ver. De hecho, esta Palm es un dispositivo creado por la compañía cuando ya había sido absorbida por 3Com , con cuyas ideas Hawkins no estaba de acuerdo y que por lo tanto abandonó para fundar Handspring , que traería algo que es muy semejante al eslabón perdido , los Treo , una serie de 19 modelos de smartphones primigenios, semejantes a los BlackBerry , que habían aparecido primero, en 1999 . El último Treo salió en 2008 . Un año antes había aparecido una nueva especie, el iPhone , que se quedaría con todo. Una Palm III, un PalmOne Zire 31 y un Galaxy S23; la Palm III está conectada a su cradle. Veinticinco años de avances técnicos, con sus meandros y callejones sin salida
¿Cómo evoluciona el progreso técnico? ¿Es por saltos cuánticos ? ¿Cuánto influyen las decisiones individuales ? ¿Es el progreso técnico de algún modo un reflejo de lo que somos como especie o como sociedad ? ¿Como ambas? Un repaso de la vida y obra de este genio moderno podría echar un poco de luz sobre el asunto.
Papá, el inventor
Jeffrey Hawkins nació en Long Island , New York , Estados Unidos , el 1° de junio 1957 (sí, ayer fue su cumpleaños). Su infancia fue muy diferente de la de la mayoría de los chicos. Insólitamente divertida y casi literaria, gracias a un padre inventor (y rara vez exitoso) que involucraba a sus hijos en sus proyectos, que muchas veces estaban relacionados con "cosas flotantes" , como las describió en una ocasión. O sea, barcos raros .
Expuesto a numerosos desafíos intelectuales que derivaban en problemas del mundo real, el pequeño Jeff aprendió muchas destrezas y adquirió conocimientos de todo tipo. "En la cocina de casa, cuando era chico, había un tanque de 20 litros de pegamento" , narró una de las muchas veces en las que le preguntaron por la historia de Palm. El dato no es solo exótico. La Palm V no usaba tornillos, sino que las dos piezas de la carcasa estaban pegadas. Pero los ingenieros de la planta tenían pánico de que el pegamento fallara o se derramara durante la fabricación. Rediseñar el dispositivo habría retrasado el lanzamiento cuatro meses , justo en un momento en el que Microsoft había puesto a Palm en la mira (el resultado sería el desastroso Windows CE ). Hawkins pudo decirles a los jefes de la planta exactamente qué tipo de pegamento usar para que no hubiera problemas, gracias a sus experiencias de chico con los barcos, e incluso a qué compañía llamar: 3M .
Jeff surfeó sin demasiado esfuerzo la secundaria y cuando hubo que ponerse a pensar en la universidad, Cornell fue lo que tuvo más sentido. No había mucho dinero en casa ( "Vivíamos siempre con lo justo" , declaró en un reportaje), y en Cornell podía conseguir una beca. ¿Pero qué estudiar? La sugerencia se la dio su padre: ingeniería electrónica . No era su pasión, pero si estudiaba eso podía dedicarse a las energías alternativas , que era por entonces su objetivo.
¿O sea que el hombre que fundó la emblemática Palm no es un apasionado de la ingeniería electrónica? No, no lo es. Pero en esa época, a mediados de los ‘70, deseaba dedicarse a las energías alternativas (y también en esto estaba adelantado medio siglo) . Su pasión se le presentaría poco después de graduarse, gracias a la edición de septiembre de 1979 de la revista Scientific American . Las ediciones de otoño eran especiales y se dedicaban a un tema en particular. La de 1979 fue sobre el cerebro. Fue amor a primera vista, y durante toda su vida (y hasta hoy), ha sido su verdadera pasión. No puede haber sido más pionero, dada la explosión de inteligencia artificial (IA) a la que asistimos.
¿Por qué no estudiar neurociencias? Bueno, hizo el intento, pero tanto en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) como en la Universidad de Berkeley le dijeron que eso que él se proponía no, no podía hacerse. OK, ¿y qué se proponía? Es tremendamente interesante, y es a lo que se dedica actualmente; veamos primero qué le ocurrió como ingeniero, cuando desistió, al menos por un tiempo, de las neurociencias.
De lápices y computadoras
Graduado y sin muchas perspectivas de seguir su pasión, entró a trabajar en Intel . Estuvo allí entre 1979 y 1981 . Si ubican las fechas, es la etapa en la que Intel, que había nacido como una empresa que fabricaba chips de memoria, abandonó el negocio de las memorias para dedicarse a los microprocesadores , los así llamados cerebros electrónicos o CPU , por sus siglas en inglés. ¿Qué había pasado? En 1971 , Intel había inventado el primer CPU , el 4004 . Fue tan revolucionario que a principios de la década del ‘80 era claro que el negocio venía por ahí, no por el lado de las memorias. En 1981 saldría la IBM/PC . En 1977 había aparecido la revolucionaria Apple II , con un chip de Motorola , competidor de Intel. Edición especial de otoño de 1979 de Scientific American. Este número le reveló a Hawkins su verdadera pasión, las neurociencias
Así que Jeff se encontró en medio de un período tormentoso de transición en el que muchas cosas que en Intel se daban por sentadas fueron a parar al cesto de los papeles y muchas cosas que eran laterales, experimentales, se convirtieron en el motor de la compañía.
Aprendió mucho, trabajó mucho, y en 1982 se fue a trabajar a una empresa poco conocida (no hizo nunca productos para consumidor final) llamada GRiD Systems . GRiD fue fundada por el británico John Ellenby , que venía (una vez más) del Xerox PARC , y que creó la primera laptop . O sea, la primera computadora portátil con la pantalla en la tapa, como las que conocemos hoy . Patentaron la idea, luego la compañía pasó a manos de Tandy, y básicamente hacían máquinas robustas para profesionales de diversas actividades.
En GRiD, Hawkins no se dedicó originalmente a hacer ingeniería, sino marketing . Pero con el tiempo consiguió que le dieran luz verde a un proyecto propio, del que fue principal diseñador y líder. Nació de este modo la GRiDPad .
La GRiDPad fue algo así como la tatarabuela de las tablets . Una iPad en blanco y negro , mucho mas gruesa y pesada, y sin la posibilidad de instalarle ninguna aplicación. Pero podías anotar cosas con un stylus, el lapicito de plástico. Nadie hablaba de "pen computing" todavía, pero fue la primera pen computer y la antecesora de las máquinas híbridas de hoy . Esto fue en 1989 y el dispositivo tuvo mucho éxito entre los distribuidores mayoristas , que a la madrugada estaban repartiendo mercadería y usaban el robusto equipo para llevar el registro de sus actividades.
Hawkins, siempre atento, vio cuál era el siguiente paso de la computación cuando uno de los clientes de GRiD le dijo que si hicieran una GRiDPad más pequeña, que se pudiera llevar en el bolsillo, más accesible y con algunas aplicaciones para usuario final, la compraría . ¿Te suena?
La oportunidad para hacer algo así llegó cuando Tandy (que se había quedado con GRiD) y Casio se unieron para fabricar el Zoomer , uno de los primeros asistentes personales digitales de la historia; como el Newton de Apple , digamos. Ambos fallaron silenciosamente y solo los veteranos sabemos de su fugaz existencia. Pero para entonces, Hawkins ya había fundado Palm y había reclutado en el camino a dos personajes que serían clave en el desarrollo de los únicos PDA que hicieron historia, las Palm. Esos dos personajes son Donna Dubinsky y Ed Colligan . Según Hawkins, los fracasos de Casio, Apple y otras dejaron la puerta abierta para que Palm tuviera éxito. Aunque esa es solo la mitad de la cuestión.
En 1995, Palm fue adquirida por US Robotics , bien conocida en aquella época por sus módems para conectarse telefónicamente con servicios online. US Robotics a su vez fue adquirida por 3Com , que era la empresa de redes fundada por Bob Metcalfe , el inventor de las redes Ethernet . En el trayecto nacieron la Palm Pilot y sus descendientes y fue un período raro, porque por un instante tuvimos una mirada al futuro que luego se desvaneció rápidamente. ¿Pero no era que no había retrocesos en tecnología? Sigamos.
El teorema del Nokia 1100
Palm desapareció en 2010, cuando la adquirió HP y enterró definitivamente la marca. Eso fue un mes después de que saliera la iPad. Con el iPhone todo el mundo había quedado en offside . Igual que ahora con OpenAI y ChatGPT . Pero las Palm habían sido un episodio extraño. Como el mismo Hawkins dijo, mucho antes de que se hablara de la revolución móvil , se propalara el lema mobile first y los gurús de turno anunciaran lo que ya era obvio , Palm fue exitosa porque se propuso no como un reemplazo de la PC, sino como un accesorio que te permitía llevar notas, contactos, calendario, calculadora y varias cosas más en el bolsillo . Luego, la sincronizabas con la computadora mediante una base (llamada cradle , cuna en inglés); era un proceso fácil y casi instantáneo (solo había que apretar un botón en la base), y en una época en la que todavía no existía la tecnología para fabricar un iPhone, Jeff, Dona y Ed crearon algo que, conceptualmente, era el antepasado del iPhone . ¿Pero sin WhatsApp ? La fallida familia Newton de Apple, en el museo Apple de Varsovia, Polonia
Claro, no podías hablar por teléfono . Pero solo 11 años después de la primera llamada de celular , todavía no había ni masa crítica ni tecnología suficiente para que el celular fuera protagonista . Sin señal, no hay WhatsApp. Pero el tiempo pasa rápido en este negocio y de pronto ya era el siglo XXI , la electrónica se había miniaturizado tanto que fue posible llevar un teléfono muy pequeño en el bolsillo y además sumarle funciones como la del calendario o el pager . Nacía así el Treo , de Handspring , y todo indicaría que a partir de ese año, 2002 , todos los teléfonos serían así, como el Treo. O como su antecesor, el BlackBerry .
Pero ocurrió algo inesperado, porque el progreso técnico es, además, una función social de las comunidades humanas . El Treo era mucho más costoso que, digamos, un Nokia 1100 , que salió al año siguiente. El Nokia 1100 te servía para hablar. Eventualmente, para los SMS . ¿Necesitabas más? No, por supuesto que no. Hablar por teléfono por la calle ya era milagroso. Y además el Nokia 1100 tenía linterna (en serio). ¿Qué más se podía pedir?
Así que, en rigor, la pausa entre el BlackBerry, el Treo y los otros smartphones de primera generación y el iPhone no fue un retroceso, sino una adaptación a las necesidades de un público que, en última instancia, compra o no los dispositivos y, con esto, le sube o le baja el pulgar a un desarrollo . Los teléfonos sencillos, con pantalla en blanco y negro de baja resolución, hicieron que Nokia se convirtiera en el mayor vendedor de celulares del mundo , secundado por Motorola y BlackBerry , que consiguió, al pegar primero (en 1999 ), quedarse con el negocio corporativo. Las tres desaparecieron en apenas dos años tras la aparición de la siguiente especie dominante, el iPhone. Un Palm Treo, de la primera línea de smartphones de la compañía, y un Pre de 2009, con WebOS; Hawkins se oponía a obsesionarse con los sistemas operativos y la diversidad de funciones
En 2007, cuando Steve Jobs lanzó el iPhone vimos un fenómeno muy común en la tecnología: la síntesis . El iPhone (tengo uno de los primeros aquí también, y es más pequeño que la Palm y que mi smartphone actual ) era al mismo tiempo teléfono , computadora de bolsillo y, por lo tanto, PDA . Y venía con una cámara de fotos excepcional (no como las cosas horribles que ofrecían sus predecesores). Todo conectado con Internet . Ah, y podías usarlo para hablar por teléfono . Como he dicho más de una vez, la tecnología tiende a integrar, no a desplazar.
Todo está en la mente
Jeff Hawkins dice que su principal virtud es la de ser persistente (oigo mucho esto entre los emprendedores), y hoy, finalmente, se dedica a las neurociencias . ¿Cuál era la idea loca que ni el MIT ni Berkeley pudieron adoptar? Hawkins está investigando, en su compañía Numenta , cómo funciona el cerebro humano, para replicarlo artificialmente . Mientras tanto, los modelos generativos de IA (como GPT o Gemini ) siguen ganando terreno. Pero al oírlo opinar sobre algunos de los mitos de moda -como la IA sobrehumana o la capacidad de la IA para hacer arte -, Hawkins vuelve a mostrar su aguda visión de la realidad técnica . A su juicio, una cosa es simular los circuitos del cerebro que resuelven problemas y otra cosa es que la IA tenga instinto de supervivencia, emociones o cualquier otra cosa que la vuelva no ya humana, sino siquiera animal . Jeff Hawkins, en Numenta, Redwood, California, Estados Unidos
Un pionero, como dije, por partida doble, y que todavía tiene mucho para sorprendernos.