Confianza empresarial cae a su nivel más bajo del año con marcado deterioro en sector minero
El índice completa 33 meses consecutivos en terreno pesimista, y en el sector privado lo atribuyen a un ambiente político polarizado, junto con una agenda que no promueve la inversión desde el Gobierno.
La confianza empresarial se hundió en marzo de 2022 y durante el transcurso de este Gobierno no ha salido del terreno pesimista -por debajo del umbral neutral de 50 puntos-, de acuerdo con el indicador mensual (IMCE) que elaboran Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI). En noviembre, el índice retrocedió 4,45 puntos y se ubicó en 41,86 unidades, su nivel más bajo en lo que va del año. En relación con igual mes del año pasado, el IMCE es inferior en 0,8 unidades.
En octubre, el indicador había registrado un leve incremento respecto de septiembre, pero el profesor asociado de la Escuela de Negocios de la UAI, Pablo Pincheira, sostiene que la lectura de largo plazo sobre la confianza empresarial no es positiva. "La última vez que se obtuvo una lectura optimista del IMCE fue en febrero del 2022, con 51,19 unidades. Durante la actual administración del Presidente Gabriel Boric Font, jamás ha salido del terreno de pesimismo", detalla.
En cuanto a las variables individuales que componen el índice, las mayores variaciones respecto de octubre estuvieron en producción o ventas esperadas (-23,8 puntos), producción actual (-3,1 puntos), y costo de insumos (-3 puntos). Asimismo, tanto la medición sobre la situación actual de cada empresa (-0,3 puntos), la expectativa sobre la situación general del negocio (-0,3 puntos) y en torno a la situación económica global del país (-2,5 puntos) retrocedieron.
"El IMCE de noviembre continúa mostrando cifras pesimistas, y que de alguna forma están en consonancia con las malas cifras de inflación y crecimiento económico registradas en las recientes semanas", resume Pincheira.
Clima de negocios
Desde el punto de vista del sector privado, parte del deterioro en las expectativas empresariales radica en una relación negativa entre la discusión política y el clima de inversión. "Ya no estamos en los magros niveles cercanos a los 35 puntos, sin embargo, un IMCE de 41,86 es muy deficiente y da cuenta del aún imperante ambiente político polarizado, de la incapacidad de llegar a acuerdos y de inspirar confianza en los empresarios", plantea Andrés Brinck, gerente de finanzas de Sigdo Koppers e integrante del Círculo de Economía y Finanzas de Icare.
Por su lado, la directora asociada de Fitch Ratings, Andrea Jiménez, opina que "la desconexión entre el menor capital invertido por las empresas y la retórica del Gobierno es evidente. Ad portas de un año de elección presidencial, será crucial que la agenda del Gobierno se alinee con medidas que fomenten la inversión y mejoren la seguridad, incluyendo la institucional, para revertir esta tendencia negativa". Eso sí, añade que "esto no es exclusivo de Chile; los indicadores de confianza empresarial de la OCDE también han disminuido, rozando niveles pesimistas desde mediados de 2022".
Deterioro minero
A nivel sectorial, el sector de la construcción presenta el nivel más bajo de confianza, pero se mantuvo en los 30,08 puntos que registró en octubre. El comercio aumentó ligeramente en 0,24 puntos y se ubicó en 48,72, liderando con el mayor nivel de confianza.
Por el lado negativo, el sector industrial retrocedió desde 46,01 a 43,75 puntos. La minería, en tanto, fue la que registró el mayor retroceso, desde 59,9 a 40,48 puntos. El IMCE minero se posicionó por debajo de su promedio histórico, y su retroceso se explica por la fuerte caída en subindicadores como la producción esperada, que disminuyó 59 puntos en relación con octubre y se ubicó en 19,3 unidades.
Brinck advierte que este indicador presenta uno de sus peores resultados desde 2020, y subraya que en materia de producción "no deja de sorprender que lo anterior contrasta con los últimos datos publicados por Plusmining, los cuales señalan que el portafolio de proyectos de cobre en Chile supera los US$ 84 mil millones, representando el 53% de la región. Esperamos que el país esté a la altura de este desafío".
Jiménez, de Fitch, considera que "los desafíos del sector minero, ante una demanda global potencialmente más lenta de cobre (principalmente en China) podrían ser mitigados en parte, si Chile logra atraer inversiones a sectores clave para la transición energética".
Con todo, Pincheira destaca que, al excluir la minería, el IMCE muestra un desempeño más negativo: "Se encuentra en la actualidad en 31,9 puntos, muy lejos del territorio de optimismo y habiendo experimentado una caída de más de 5 unidades desde el pasado mes de octubre. La brecha entre las expectativas de la economía chilena con y sin minería sigue siendo notable, de 14,4 puntos".