En la tarde se espera una reunión entre Luis Lacalle Pou y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que arrojará novedades sobre las negociaciones con el bloque europeo.
La última cumbre delMercosuren la que participará este gobierno de Luis Lacalle Pou mostrará a Uruguay sin mayores cambios en la línea discursiva que esta administración -que será sucedida en marzo por la del frenteamplista Yamandú Orsi, ganador de la elección del 24 de noviembre- ha mantenido en estos encuentros desde el pandémico año 2020.
En la reunión de cancilleres que abrirá los encuentros de esta jornada en Montevideo, como tradicional preámbulo de la reunión de jefes de Estado que se desarrollará en la mañana de este viernes en el Edificio Mercosur, el ministro Omar Paganini hará un planteamiento que, en líneas generales, buscará no salirse de la tónica de lo que fueron su exposiciones en las cumbres de principios de julio de este año (en Asunción, Paraguay) y de diciembre de 2023 (en Río de Janeiro, Brasil) -y de las exposiciones que antes que él planteó Francisco Bustillo hasta que renunció en noviembre del año pasado.
El concepto que puede resumir el camino por el que ha bregado e insistido Lacalle Pou y sus cancilleres en las cumbres de este bloque es el de "flexibilización", palabra que en algunas ocasiones fue más empleada que en otras -en función de la "aceptación" que el vocablo iba teniendo en las delegaciones de los países vecinos, conforme iban sucediéndose los distintos gobiernos-, pero que resume la actual visión de Uruguay, una que de alguna manera fue también parte de reclamos en gobiernos anteriores: la necesidad de poder negociar con terceros países sin el aval de los socios.
A esta idea debe agregarse el reclamo de una "mayor apertura" del Mercosur -una agenda más dinámica que procure más acuerdos comerciales-, un pedido que en el concierto regional cuenta desde diciembre pasado con el respaldo y el radical impulso de la Argentina de Javier Milei. Es en ese sentido que en la Cancillería se espera un pronunciamiento fuerte de parte de Argentina este viernes, cuando por primera vez en el marco de este bloque Milei y Luiz Inácio Lula Da Silva -que tiene otra mirada y una estrategia de liderazgo en la región que implica fortalecer el bloque- se vean las caras y compartan un mismo foro.
Expectativa con la UE
Pero el verdadero tema que tiene expectantes a dos continentes enteros es la ardua y sumamente larga negociación por un acuerdo comercial que llevan adelante el Mercosur y la Unión Europea, y que tras un impasse volvió a reactivarse en los últimos meses, con la perspectiva de llegar a una conclusión en el futuro próximo.
En el Palacio Santos y en la Torre Ejecutiva sigue atentos el minuto a minuto de las conversaciones que mantienen los equipos técnicos de uno y otro bloque, pero hasta la noche de este miércoles el panorama era de incertidumbre.
El objetivo del gobierno de Lacalle Pou -que ha sido crítico con la dilatación de estas conversaciones y excéptico sobre su resultado- es que pueda anunciarse esta semana en Montevideo el arribo de un acuerdo que ha enfrentado la reticencia de algunos países europeos, en particular de la proteccionista Francia y su sector agroexportador.
En estas horas hay "mucho hermetismo" en los negociadores, señalaron a El País fuentes diplomáticas, y al mismo tiempo algunas señales que alimentan el "optimismo" que ganó a varios en estos días -por ejemplo a Orsi, que usó esa palabra tras reunirse con Lula la semana pasada en Brasilia- como la eventual reunión entre Lacalle Pou y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Presidencia comunicó en la tarde de este miércoles que el encuentro estaba "a confirmar", y que de concretarse se haría sobre las 15 horas en la Torre Ejecutiva. Según supo El País, la diplomática alemana se encontraba viajando a Montevideo al cierre de esta edición, y el acuerdo estaba agendado "protocolarmente".
No hace falta decirlo: la reunión solo puede significar que el acuerdo está muy cerca, aunque el resultado se anunciará en el encuentro de presidentes del viernes, dijo a El País un integrante del gobierno de Lacalle Pou.
Quienes mantienen optimismo en la posibilidad de cerrar este proceso recurren -fuera de micrófonos- a argumentos geopolíticos: más allá de los aspectos económicos, visualizan que Europa tiene la necesidad de "mostrarse conectada" con Sudamérica, y no como un bloque aislado cada vez más multipolar.
La "sustancia"
En Europea, mientras tanto, una de las últimas declaraciones sobre este eventual acuerdo estuvieron a cargo del portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Olof Gill, quien destacó los "contactos técnicos" que mantienen ambas partes negociadoras y que en los últimos días se habían logrado "avances constructivos".
"Como en todas las negociaciones comerciales, la sustancia es más importante que la velocidad. Cuando tengamos algo más concreto que contar, lo contaremos", dijo el europeo ante los medios.