Un grave error estratégico
Juan Carlos Quintero Calderón
Luego de que la historia le atribuyera oficialmente a Philip Kotler la paternidad del marketing, y que entre 1906 y 1911 este concepto se expandiera por Estados Unidos en cursos que combinaban la distribución y las ventas, han existido innumerables definiciones, combinaciones y filosofías que promueven un "arte" en el que se combinan diferentes disciplinas que fusionan varios objetivos: que el mercado conozcan un producto o servicio, que lo compre, que lo vuelvan a comprar, y además lo puedan recomendar
Juan Carlos Quintero Calderón
Luego de que la historia le atribuyera oficialmente a Philip Kotler la paternidad del marketing, y que entre 1906 y 1911 este concepto se expandiera por Estados Unidos en cursos que combinaban la distribución y las ventas, han existido innumerables definiciones, combinaciones y filosofías que promueven un "arte" en el que se combinan diferentes disciplinas que fusionan varios objetivos: que el mercado conozcan un producto o servicio, que lo compre, que lo vuelvan a comprar, y además lo puedan recomendar. Ha sido tanto el cambio de este maravilloso "arte" que, posiblemente, los años le han achacado algunos conceptos erróneos que se han vuelto realidad. Pero antes de cuestionar el error, vale la pena resaltar que Peter Drucker, inventor de la ciencia de la Administración de Empresas profesaba que la innovación y el marketing eran las dos funciones más importantes en una empresa, y con el paso de los años, se le atribuyeron al mercadeo dos finalidades: satisfacer la cliente y asegurar los ingresos mediante la generación de valor. Bajo estas premisas, el arte del mercadeo cumple una misión estratégica, identificando señales del mercado que le permitirán a las empresas anticiparse a satisfacerlas primero que los competidores, y tomando decisiones más acertadas para favorecer los resultados. Todo esto en medio de una minuciosa tarea de búsqueda de datos que son objetivamente analizados para convertirlos en el conocimiento. Es más, muchos de los programas académicos que conozco alrededor del mundo enfatizan en la importancia del mercadeo como una función estratégica, y en las universidades en las que he sido invitado uno de los mensajes más importantes que busco compartir se centra en la capacidad de analizar datos para poder tomar decisiones más acertadas y diseñar estrategias apoyados en equipos de comunicaciones, ventas, distribución y producción, entre otros. Ante este razonamiento, me sorprendo cada vez que redes sociales aparece un video o en el que personas que laboran en una empresa salen despavoridas porque los de "marketing" llagaron a hacer videítos. ¿Los has visto? Cada vez que veo esto, pienso en Kotler y todos los que sabemos la importancia del mercadeo, sintiéndose mal porque nosotros mismos, los de mercadeo, le damos un absurdo sentido al trabajo que realizamos.
CEO & Founder Gestión de Marketing.