Viajamos a la fábrica de buses Yutong, la más grande del mundo, ubicada en China, país que lidera la movilidad autónoma con vehículos que operan sin conductor en 19 ciudades.
Por JOSÉ CAYETANO
Viajar por las avenidas Javier Prado o Benavides en un bus autónomo ?sin chofer? parece un sueño futurista pero no imposible: China apunta a enviarlos a Lima a través de Chancay antes del 2030. Para ser testigo del anuncio, El Comercio viajó a la isla financiera de Zhengzhou, ciudad de la provincia Henan de China, dentro del ?Diamante Negro? de Yutong.
Este es el sobrenombre que colocó la empresa líder a escala mundial en autobuses de nueva energía a su bus eléctrico modelo U12 con más de 35 asientos y capacidad para 75 pasajeros. Este vehículo está presente en 19 ciudades del gigante asiático como una alternativa al transporte urbano tradicional.
Sin la necesidad de un conductor, el U12 puede recorrer una carretera de cinco carriles, evitar obstáculos de forma precisa, ingresar a su estación de recarga de batería y reconocer los semáforos en las vías. La ley de tráfico nacional ha estipulado diferentes niveles para las unidades autónomas. El ?Diamante Negro? tiene una autonomía de nivel 3. Por ello, debe contar con un chofer que actúe en los tramos donde se requiere su intervención ?como carreteras restringidas? o ante cualquier urgencia.
En el 2023, El Comercio había informado que los vehículos autónomos han estado en Lima durante meses para ?aprender? de su caótico tráfico. Un laboratorio internacional probó estos sistemas entre diciembre del 2022 y febrero del 2023 en Lima, Cusco y Cajamarca, y enfrentó desafíos como conductores impredecibles, falta de señalización y obstáculos inusuales como mototaxis y desmonte. Este caos permitió que la tecnología avanzara al adaptarse a condiciones extremas.
?En detalle?
La autonomía del bus de Yutong opera gracias a los sensores entrenados en las calles de China y en un circuito especial de prueba ubicado en el parque industrial de Yutong. Asimismo, cuenta con cámaras en su interior y exterior. Este sistema permite localizar en tiempo real a peatones caminando, así como automóviles y vehículos menores circulando cercas del bus. También, le permite detectar las señales de tránsito.
Todo esto se observa en realidad aumentada desde dos pantallas en el interior, que también muestran la velocidad a la que viaja el bus y la batería eléctrica restante.
La información recabada por las unidades autónomas en las calles se aloja en la nube inteligente de vehículos urbanos. Los datos recopilados en ella definen la mejor ruta para tomar los buses. Así también, esta tecnología permite analizar la eficiencia del transporte y el control en tiempo real de todos los elementos desde la central de vehículos de Yutong.
Los buses U12 se detienen en paradas por sí mismas y las puertas se abren automáticamente. El conductor puede controlar el tiempo que estas permanecen abiertas para la seguridad en el ingreso y salida de los pasajeros.
El diseño de los autobuses U12 es amigable con los pasajeros. Su piso puede reducir su altura para una mayor facilidad al subir y bajar, especialmente de las personas con discapacidad.
?El modelo Xiaoyu?
Otro de los buses autónomos de Yutong es el modelo Xiaoyu. Con capacidad para 10 pasajeros, este autobús cuenta con el nivel 4 de conducción autónoma. Por ello, no requiere de conductor ni tiene un asiento para uno. No obstante, una persona dentro puede controlar los movimientos con una tablet, hacer que frene o actuar ante una emergencia.
También cuenta con pantallas de realidad aumentada que, a partir de los sensores y radares, muestran la velocidad que recorre, reconoce las señales de tránsito, peatones alrededor y si el semáforo está en verde o en rojo.
?Próximos pasos?
Luis Liu, gerente de Ventas para el Perú de Yutong, explicó que los buses autónomos de Yutong para el transporte público todavía no llegan a Latinoamérica, porque los clientes en la región demandan buses de mayor capacidad. También mencionó las barreras económicas. ?Para que exista una flota de buses autónomos U12 se necesita la construcción de un centro de control, monitoreo y estaciones de carga. Esto tiene un costo entre el doble y triple que el de una estación para buses eléctricos, que cuesta entre medio millón y un millón de yuanes [entre 260.000 y 518.000 soles]?, explicó a El Comercio.
No obstante, aseguró que es un reto pendiente. ?Creemos que en tres años podemos empezar a construir la base de la conducción autónoma en Lima. Podemos empezar con la exportación de unidades Xiaoyu para el uso de empresas o en el nuevo megapuerto de Chancay?, refirió.
Liu consideró oportuna la posibilidad de entrenar los sensores y radares de los buses autónomos en nuestra ciudad. ?Es una buena idea, porque solo hemos hecho pruebas de seguridad aquí en China. Para llevar los vehículos autónomos a otro país debemos analizar y aprender bien la condición de sus calles y carreteras. Es obligatorio estimular los sensores y Lima puede servir para esto?, detalló.