Gobierno Argentino calificó el bombardeo de ?grave violación? del derecho internacional.
Rusia volvió a golpear ayer el centro de Kiev con cinco misiles balísticos norcoreanos y de fabricación propia en un ataque que el Kremlin presentó como una represalia por el último ataque ucraniano con diez misiles Atacms y Storm Shadow, que alcanzó hace tres días un combinado químico de la región sureña rusa de Rostov.
?En respuesta a las acciones del régimen de Kiev, apoyado por sus patrocinadores occidentales, esta mañana fue lanzado un ataque combinado con armas de alta precisión y largo alcance?, dijo el Ministerio de Defensa ruso sobre el bombardeo, que según las autoridades ucranianas mató a una persona e hirió a otras 12.
Mientras que la Fuerza Aérea ucraniana dijo que había derribado los cinco misiles, el parte castrense ruso aseguró que alcanzó una comandancia del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
?Irritación argentina?
El bombardeo causó daños en cinco distritos de la capital de Ucrania. En una de estas zonas, contigua al Estadio Olímpico de Kiev, un edificio de oficinas, locales comerciales y un hotel sufrieron graves daños, según las autoridades ucranianas, por la caída de fragmentos de misiles interceptados.
Los cristales de las embajadas de Portugal, Argentina, Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Palestina, que se encuentran en un edificio situado a pocos metros del lugar de las explosiones, también sufrieron daños menores.
El Gobierno Argentino expresó su ?enérgica? condena al ataque ruso y lo calificó como una ?grave violación? del derecho internacional.?Condenamos cualquier acto que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático y de la población civil?, señaló la cancillería en un comunicado.