Globalizados e hiperconectados: Llega la generación Beta, apodados "los artificiales"
Se les llama así porque crecerán en un entorno dominado por la IA. Esta podría moldear sus rasgos y valores, impulsando mayores interacciones virtuales que físicas, y mayor individualismo. Pero también serían más conscientes del daño ambiental.
Son los primeros en nacer en un mundo donde la tecnología no solo avanza, sino que redefine el día a día, marcado por herramientas como la inteligencia artificial (IA).
Ellos son la generación Beta, una nueva era generacional conformada por quienes nazcan entre 2025 y 2039. Según McCrindle, empresa australiana de demografía e investigación social, a esta generación se le llama así debido a la secuencia del alfabeto griego, después de la generación Alfa (2010-2024).
Pero ya se les ha empezado a apodar "los artificiales", en alusión a su crecimiento en un entorno dominado por la inteligencia artificial, señalan especialistas entrevistados.
A diferencia de generaciones anteriores, como los millennials o la generación Z (ambos entre 1981 y 2009), los Beta se desarrollarán en un espacio donde las líneas entre lo real y lo virtual estarán completamente difusas, de acuerdo con McCrindle.
"Para la generación Beta, los mundos digital y físico serán indivisibles. Mientras que la generación Alfa ha experimentado el auge de la tecnología inteligente y la inteligencia artificial, la generación Beta vivirá en una era en la que la IA y la automatización están totalmente integradas en la vida diaria", indica la empresa en un informe sobre el tema.
"Probablemente, serán la primera generación en experimentar el transporte autónomo a gran escala y los entornos virtuales inmersivos como aspectos habituales de la vida cotidiana. Sus años de formación estarán marcados por un mayor énfasis en la personalización: los algoritmos de IA adaptarán su aprendizaje, sus compras y sus interacciones sociales de maneras que hoy apenas podemos empezar a imaginar", agregan.
Expertos locales creen que este contexto podría influir en su personalidad, valores y forma de interactuar con el mundo. "No podemos anticipar el futuro, pero sí tener una mirada a partir de las tendencias actuales", comenta Emilio Torres, sociólogo y académico de la Universidad Central.
"Al estar estrechamente ligados a la inteligencia artificial y la robotización, los vínculos emocionales con máquinas serán comunes", vaticina Torres.
El desarrollo de la IA, particularmente en las comunicaciones, permitirá interacciones globales fluidas -por medio de la traducción automática, por ejemplo-, eliminando barreras lingüísticas y promoviendo un entorno más globalizado, señala Mauro Basaure, académico de Sociología de la U. Andrés Bello (Unab).
"Esto puede implicar que sus relaciones de amistad y de pareja sean muy diferentes. Son personas para las cuales podría ser común tener un amigo en China", ejemplifica Basaure.
Coincide Cristopher Urbina, psicólogo e investigador de la Uniacc, quien cree que será una generación con niveles de mezcla cultural sin precedentes. "Tendrán una identidad más vinculada al intercambio cultural, menos nacionalista, probablemente", dice Urbina.
Mezcla de culturas
Sobre esto, Basaure cree que los Beta tendrán el reto de equilibrar la apertura global con el sentido de pertenencia. "Buscar formas de mezclar la riqueza tradicional propia con las nuevas formas de apertura al mundo".
Para Modesto Gayo, académico de Sociología de la U. Diego Portales (UDP), las experiencias personalizadas a partir de la penetración de la IA en áreas como el entretenimiento y el consumo, podría impulsar rasgos individualistas.
"La publicidad híper específica al perfil individual alimenta la individualización, instalándola como cultura", dice Gayo.
A juicio de Torres, esa individualización podría estar centrada en la autorrealización y proyectos de vida muy individuales. "Será una generación reacia a tener hijos, lo que refleja una transformación cultural hacia una vida centrada en la autorrealización y menos en estructuras familiares tradicionales".
Por otro lado y como producto de avances científicos y tecnológicos en salud, los Beta podrían necesitar redefinir los ciclos vitales ante una vida más larga, plantea el sociólogo.
"¿Qué hacer después de los 80 años si te quedan 20 más (de vida)? Es como vivir varias vidas en una sola, algo que quizás ellos experimentarán", comenta Torres.
Los entrevistados creen que este grupo podría tener desafíos en el aspecto social. Según explican, mientras la hiperconexión facilitará la interacción inmediata con personas a distancia, podría fomentar cierto aislamiento social en el plano físico.
Así, la generación Beta estará marcada por una dualidad: vivirán en un mundo altamente conectado, pero deberán encontrar un equilibrio entre las relaciones digitales y las reales, plantean los especialistas.
"Las redes sociales, lejos de crear mayor sociabilidad, han aislado a las personas. Los encuentros cara a cara siguen disminuyendo", dice Félix Cova, académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Concepción (UdeC).
A su juicio, esto también plantea preocupaciones respecto de las habilidades sociales.
"Si no se desarrollan habilidades críticas, como la comunicación, el pensamiento crítico o el lenguaje, la IA podría ser para ellos más perjudicial que beneficiosa", puntualiza.
Marcados por el cambio climáticoNacer en un mundo marcado por preocupaciones climáticas, podría provocar que la generación Beta tenga una ética ambiental distintiva, plantea Torres. "La crisis climática es algo que no va a parar, y esta generación estará mucho más involucrada en la búsqueda de soluciones sostenibles", comenta. El académico cree que esa preocupación ambiental definirá sus decisiones políticas, culturales y de estilo de vida. "Probablemente, serán generaciones más minimalistas, con formas de vida más sencillas y conscientes del impacto global de sus acciones", afirma. Al mismo tiempo, el impacto ambiental de las tecnologías, especialmente la contaminación generada por la fabricación y mantenimiento de infraestructuras tecnológicas, será un desafío clave para los Beta, señala Urbina.