Subir al cerro con perros tiene un efecto negativo en la fauna silvestre

"Perros en el cerro" se titula la "Carta al Director" publicada ayer en "El Mercurio", donde un lector plantea su preocupación sobre la presencia de perros sin correa en el cerro Manquehue a partir de una visita con su hijo.
El firmante advirtió que además algunos dueños no recogen las heces de sus mascotas y que "cuando los perros están sueltos, también asustan a las aves de la zona, un hecho que quienes conocemos la fauna local sabemos muy bien", se lee en el texto.
Expertos entrevistados aseguran que transitar por estos entornos naturales con estos animales efectivamente puede alterar el ecosistema. Los perros domésticos, estén sueltos o bajo control, tienen un impacto negativo en la fauna silvestre, afirma Mariano de la Maza, jefe del Departamento de Conservación de la Diversidad Biológica de la Conaf.
"Evidentemente, los que causan más impacto son los perros sueltos y aquellos dueños que no tienen una buena tenencia", aclara el especialista.
Pero, según comenta, "la presencia de perros en un área natural genera una disminución de la biodiversidad en esa zona". De la Maza explica: "Generalmente, los estudios muestran que, en un área donde transitan perros, como un sendero, se observa menos presencia de aves, reptiles y otros animales silvestres. Esto ocurre porque los perciben como depredadores, por medio incluso de su orina o fecas".
Lo confirma Gerardo Morales, médico veterinario y prosecretario del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colvemet), quien señala que los perros además pueden representar una amenaza para el ecosistema al transmitir enfermedades como la sarna o el distemper.
"Durante los últimos días, hemos visto con preocupación que zorros de la zona central se han contagiado de sarna, enfermedad transmitida principalmente por perros", asegura Morales.
El veterinario señala que estas patologías se propagan de diversas maneras, como el contacto directo entre perros y fauna silvestre, por medio de heces contaminadas, y mediante objetos o superficies infectadas. Esto último, por ejemplo, cuando un animal enfermo se rasca en un árbol y deja rastros infecciosos que otros pueden contraer.
Morales advierte que otro de los impactos es la depredación directa de fauna nativa. "En Chiloé, por ejemplo, es muy frecuente que estos animales ataquen a aves, zorros y pudúes", dice.
Como una manera de reducir el riesgo, si se decide llevarlas al cerro, los entrevistados sugieren asegurarse de que las mascotas tengan sus vacunas al día, como la de la rabia, y se mantengan sujetas con correa y arnés. Además, los dueños deben limpiar cualquier residuo generado por sus animales.
"Los perros no deberían ir nunca a lugares públicos sin su correa y recoger las fecas es obligatorio, más en los cerros", dice De la Maza. Y Morales puntualiza: "Las mascotas son animales muy queridos, pero cuando se encuentran en una situación de tenencia irresponsable pueden generar graves impactos a la fauna silvestre, y ese impacto es responsabilidad nuestra".