La Roja Sub 20 y Rossel firman su redención y se acercan al hexagonal

De película. Lo de la selección chilena Sub 20 y también lo de Juan Francisco Rossel.
"¿Por qué?", decía el atacante de Universidad Católica, mirando al cielo con los brazos abiertos, después de lanzar un penal al travesaño, a cuatro minutos del final. Una súplica sin respuesta. El capitán se quería enterrar, y sus compañeros también, porque el increíble autogol que protagonizó el sábado ante Uruguay estaba fresco, quemando la autoestima.
Pero la vida y el fútbol le tenían reservado en Lara un desahogo total a Rossel, con un final para gritar, reír y llorar también. Un brinco mágico para ganarle una pelota aérea al meta Jhefferson Rodríguez, tras envío de Agustín Arce, levantó al atacante, que timbró un 2-2 agónico que sacó a Chile del barro. Ahí se rompió anímicamente Perú (expulsado Anderson Villacorta por reclamos). La Roja olió la hazaña y la fue a buscar.
Chile, con desajustes físicos después de la seguidilla de tres partidos en 96 horas, metió el último aliento, el músculo que quedaba en ataque y sacó el premio total. Centro a la carrera de Matías Pérez y tres compañeros arremetieron en el área: estaban Emiliano Ramos, Damián Pizarro, pero fue Rossel, en estado de gracia, el que acertó con la frialdad del artillero. Un triunfo que deja prácticamente a Chile en la fase final, porque con este formato en el pasado incluso hubo equipos que con cuatro unidades se anotaron en el hexagonal.
¿Por qué sufrió tanto Chile? Le faltó puntería en ataque, porque generó muchas y variadas ocasiones, pero recién volteó la piñata en el último suspiro. Ignacio Vásquez fue el más inspirado (abrió la cuenta tras un gran pase de Favian Loyola). A Ian Garguez le sacaron un gol en la línea de sentencia. Antes lo tuvieron Felipe Faúndez, Willy Chatiliez, Arce... Pero el equipo se sentó solo en la silla eléctrica, porque se durmió en dos acciones aisladas y Perú pasó arriba. Bassco Soyer acertó desde 30 metros aprovechando que Ignacio Sáez estaba adelantado (24') y después Juan Goicochea, que con una corrida solitaria superó a Nicolás Suárez y el cruce de Patricio Romero para clavar el 2-1 transitorio (53').
Chile jugó con fuego, metió ocho cambios en relación al sábado y volvió a jugar con un 4-2-4. Coqueteó con el desastre, pero Rossel, sin saberlo, tenía guardado un final más benigno.
'' En ningún momento nos vimos acorralados, la mayoría de las situaciones las tuvimos nosotros".
'' Fue un partido muy raro, pudimos hacer goles antes, se nos fue el penal, pero el equipo tuvo una demostración de valentía. En los tres partidos hemos competido".
'' Ya les dije a los jugadores que no estamos clasificados y dejamos abierto el grupo. Con Paraguay será muy importante, un rival muy complejo".
NICOLÁS CÓRDOVA, DT de Chile.