Viernes, 31 de Enero de 2025

Los nuevos impuestos

ColombiaEl Tiempo, Colombia 31 de enero de 2025


Horacio Ayala Vela
En el presente gobierno se ha venido discutiendo -casi ansiosamente- la necesidad de crear nuevos impuestos, para compensar, al menos en parte, las necesidades de recursos del Estado


Horacio Ayala Vela
En el presente gobierno se ha venido discutiendo -casi ansiosamente- la necesidad de crear nuevos impuestos, para compensar, al menos en parte, las necesidades de recursos del Estado. En los años recientes, las miras han apuntado casi invariablemente a las rentas de trabajo, dada la facilidad que ofrecen para su recaudo. Podría afirmarse, sin exagerar, que las rentas de los trabajadores son las únicas que pagan el impuesto sobre la renta en su integridad y oportunidad, debido a que es muy fácil delegar en los empleadores la tarea del recaudo, sin costo alguno para el Estado. El gobierno tenía grandes esperanzas en la resolución favorable de las numerosas demandas interpuestas contra lo que dieron en llamar la no deducción de las regalías, que debía generar buenos dividendos para el fisco. Los resultados no fueron favorables para las arcas oficiales, en la medida que el Estado no logró demostrar que las empresas exploradoras y explotadoras de los recursos naturales estaban obteniendo ganancias adicionales a las inicialmente declaradas. Los técnicos y los políticos del lado de Gobierno empezaron entonces a echar mano de otras alternativas que les pudieran ayudar a llenar el hueco estimado en unos veinte billones de pesos, tarea nada fácil para un gobierno que, después de espulgar toda suerte de alternativas expidió una ley de financiamiento en 2022, que debemos recordar, en virtud de la Constitución Política, en su parte más sustanciosa sólo opero legalmente a partir del año 2023, pero con incremento de los recaudos principalmente a partir de 2024. Siendo tan recientes los efectos sobre los contribuyentes de la primera reforma tributaria de este gobierno, no son muchas las posibilidades de encontrar nuevas o mayores fuentes de recursos. Sin embargo, entre las alternativas que se han enunciado para este propósito, se ha sugerido gravar con el IVA los juegos de azar. No parece insensato gravar las apuestas, de la misma manera que desde hace muchos años se gravan las rifas, o se gravan con impuestos relativamente costosos los licores, a favor de las rentas departamentales. Cuando se trata de actividades lucrativas que no obedecen a necesidades de la población o no apuntan a mejorar sus condiciones de vida, como los juegos de azar o las loterías, no parece insensato que el estado las grave, para obtener recursos que pueden impulsar los programas de salud y bienestar en general de toda la población. Algo similar a lo que ocurre con los impuestos a los licores y a los cigarrillos. Pareciera que la propuesta va dirigida a gravar las apuestas que se realicen a través de internet, pero eso no hace la diferencia, porque lo importante no es el medio sino el resultado, y es inevitable que cada vez más estemos cayendo en la esclavitud de la red, para facilitar, antes que entorpecer en manera alguna los procesos de enriquecimiento.
Consultor privado.
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