Polémica en Europa por acabar con folleto de información que viene en medicamentos
Distintos voceros del gremio rechazan la idea y expertos nacionales sugieren mantenerlo, pero mejorarlo.
La Comisión Europea propuso eliminar los "prospectos" o folletos de los medicamentos en papel en el plazo de 5 años y, a partir de ese momento, que esta información solo esté en formato digital. Sin embargo, los pacientes, médicos y farmacéuticos lo han cuestionado ya que, a su juicio, la desaparición del papel pondría en riesgo la seguridad de los pacientes, además de generar desigualdades ante la brecha digital "tan profunda" que aún existe.
Según distintos gremios de la salud, el texto aún no es definitivo y es la industria, que corre con los gastos de la información en papel, la que está presionando para que esos prospectos pasen a ser digitales en el plazo establecido, alegando motivos medioambientales, entre otros.
"Sustituirlo exclusivamente por formatos digitales no solo generaría barreras de acceso a la información, sino que pondría en riesgo la salud de millones de personas, especialmente de los colectivos más vulnerables", han asegurado los representantes de estas organizaciones en Europa. Y consideran que el plazo de 5 años es insuficiente para cerrar una brecha digital tan profunda como la que afecta a millones de ciudadanos.
Según el segundo informe de la Comisión Europea sobre el estado de la Década Digital, publicado en julio de 2024, solo el 55,6% de la población de la Unión Europea posee, al menos, competencias digitales básicas.
En el país, el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa), Patricio Huenchuñir, dice que este folleto "es un documento oficial que en el caso de Chile autoriza el Instituto de Salud Pública, y por lo tanto cualquier modificación o eventualmente una eliminación tiene que ser previamente autorizado".
Huenchuñir precisa que este documento "tiene una utilidad para poder comunicarle al paciente los beneficios que tiene el medicamento y sobre todo el riesgo". Eso sí, reconoce que la letra es muy pequeña y que algunos adultos mayores no alcanzan a leerla o deben revisarlo con lupa, por lo que un QR con la información digital "puede facilitar la vida a algunas personas". Sin embargo, reconoce que la brecha digital -especialmente de adultos mayores- puede complejizar la lectura de estos documentos. Por eso, precisa que cualquier decisión "tiene que ser conversada y consensuada con los pacientes que tienen distintas edades".
Frente a eso, Víctor Cares, geriatra del Programa de Uso Seguro de Medicamentos de Clínica Universidad de los Andes, indica que en Chile cerca del 50% más de la población se automedica al menos una vez al año y, aunque lo óptimo es ir al médico, cuando las personas se automedican no tienen la información de qué medicamento usar, cómo usarlo, sus riesgos, y "contar con información asequible en el momento que tú compras el medicamento siempre es beneficioso".
Frente a eso, y considerando que "mucha gente no lee estos informativos porque son muy chicos o tienen mucha información", su recomendación es combinar el folleto con un código QR: "Dejar la información más relevante en el papel, más grande, y los detalles más específicos en digital".