Con edición genética "reviven" a lobo extinto hace 13 mil años
Combinaron genes del animal ya desaparecido, sacados de un diente y de un cráneo fósil, con los de otra especie actual.
Rómulo, Remo y Khaleesi son los primeros de su especie en más de 12.500 años. Se trata de tres lobos modificados genéticamente para simular al llamado "lobo gigante" o "lobo terrible", que desapareció de la faz de la Tierra, pero reconocido por ser inspiración para el lobo que es símbolo de la Casa Stark en la serie "Juego de Tronos". La especie habría vuelto a la vida. O, al menos, parte de sus genes.
El interés de una parte de la ciencia por revivir especies extintas es lo que ha motivado el trabajo de la empresa estadounidense Colossal Bioscience. A comienzos de marzo, dio a conocer unos ratones lanudos, cuyo genoma se había editado con varios rasgos genéticos del mamut, un pariente extinto del elefante.
Este lunes, a través de su cuenta en X (ex-Twitter) presentó a los lobos, dos de los cuales, aún cachorros, se ven en un video aullando. Habrían nacido gracias a la misma técnica empleada con los ratones lanudos: CRISPR, una herramienta de edición genética que permite "cortar" y "pegar" secuencias de genes.
Para ello utilizaron ADN de fósiles de lobos gigantes (sacado de un diente de 13.000 años y un cráneo de 72.000 años), los que combinaron con 20 genes de lobos grises actuales, para lograr una especie dotada de características clave de los lobos gigantes, como mayor tamaño o pelaje más grueso. Posteriormente, crearon embriones a partir de las células editadas de lobo gris y los implantaron en madres sustitutas (en este caso perras).
El resultado fueron dos lobos machos, ahora de seis meses, y una hembra, de dos meses, con un pelaje claro y grueso, que no se encuentra en los lobos grises. Colossal mantiene a los tres lobos en una reserva privada en un lugar no revelado del norte de EE.UU., según publicó ayer la revista Time.
Pablo Quilodrán, director ejecutivo del centro paleontológico Ciahn de Atacama, precisa que pese a lo novedoso del anuncio, "es difícil hablar de que se revivió a una especie extinta; más bien se creó un animal quimérico, similar al lobo actual pero con características que al parecer pertenecieron al lobo gigante".
Francisco Cubillos, especialista en genética y académico de la Facultad de Química y Biología Usach, destaca que se pudo "tomar ADN de un animal extinto y aplicarlo en un animal moderno. Es algo que ya se había hecho en plantas. Si bien esto abre la posibilidad de revivir especies, más bien puede llevar a recuperar características o rasgos desaparecidos". Y, sobre todo, ayudar a proteger a especies actuales en peligro.
Quilodrán agrega que es difícil opinar mucho más sobre el tema ya que la compañía no ha aportado mayores detalles. Además, no se ha publicado ningún estudio científico revisado por expertos independientes, un estándar de calidad esencial en ciencia.
Ambos investigadores concuerdan en que es difícil llegar a "revivir" a un animal extinto, pero que esta búsqueda debe llevar a una discusión ética sobre el tema, por las potenciales consecuencias que eso puede tener en los ecosistemas actuales.