Lunes, 21 de Abril de 2025

La joya histórica en el norte de Sicilia que no te podés perder

ArgentinaLa Nación, Argentina 16 de abril de 2025

Declarada uno de los pueblos medievales mejor conservados de Italia, Erice se recorre a pie entre calles angostas y construcciones de piedra En la punta noroccidental de Sicilia el ambiente se llena con la humedad del Mediterráneo

Declarada uno de los pueblos medievales mejor conservados de Italia, Erice se recorre a pie entre calles angostas y construcciones de piedra







En la punta noroccidental de Sicilia el ambiente se llena con la humedad del Mediterráneo. Desde la cima del monte San Giuliano o Erice , a 751 metros sobre el nivel del mar, un frondoso bosque de acebos, robles, olmos de montaña y hayas envuelve el camino vehicular que trepa la colina para acogernos bajo su follaje frondoso y oscuro.

Estamos frente a Porta Trapani, el gran portal arqueado que se encuentra dentro de la muralla fenicia de la ciudad , construida entre los siglos VI y VII a.C., listos para conocer uno de los pueblos medievales mejor conservados de Italia. Ahora, solo nos queda encontrar un mapa de esta ciudad con forma de triángulo, conseguir el ticket que da acceso a los monumentos y empezar a caminar guiados por la intuición .

Qué es la caminata afgana: el ejercicio que con poco esfuerzo mejora la resistencia y la capacidad respiratoria

Al llegar, nos sorprendemos con la hierba que crece entre los viejos adoquines de esta ciudad. Todavía sin profundizar en sus castillos, iglesias y fortalezas, al entrar ya se ven sus construcciones bajas de tres pisos, alineadas hombro con hombro entre las calles angostísimas. Nos sumergimos lentamente en el pueblo de 28 mil habitantes, adornado con plantas en las ventanas y regulado por el ritmo lento típico de las ciudades congeladas en el tiempo.

En Erice, antiguamente llamada Eryx, se cuenta que los primeros en habitar el monte San Giuliano fueron los élimos, un pueblo que ocupó el occidente de Sicilia desde la Edad de Bronce. Pese a esta noción, los griegos y, en especial, el historiador clásico Tucídides sostenían que grupos de troyanos, que lograron huir de los aqueos tras la famosa guerra, llegaron a establecerse aquí.

Estos dos pueblos más adelante se habrían fusionado con grupos fenicios para dar vida al famoso primer templo de la ciudad dedicado a Astarté, diosa asociada con el amor, la belleza y la fertilidad. Esta devoción, una vez que los griegos conquistaron buena parte de Sicilia, cambió para dar vida al culto de Afrodita. Así se cuenta la génesis mitológica de Erice, que indica que el primer templo a la diosa fue construido por el héroe troyano Eneas, hijo de Afrodita y de Bute, descendiente de Zeus.

Siglos más tarde, cuando los romanos conquistan este territorio, el templo de Afrodita se convirtió en su equivalente lacia: Venus . Desde entonces, la ciudad se volvió un famoso hito de prostitución sagrada, al que peregrinos y marineros arribaban para coquetear con las sagradas sacerdotisas.

Toda esta historia cambió con la llegada del cristianismo y su expansión a lo largo del Imperio. Como resultado, el templo pagano se fue deteriorando. Hacia el siglo XIII, cuando los normandos expulsaron definitivamente a los musulmanes, se vivió un verdadero renacimiento religioso y artístico del lugar. Se conservan azulejos antiguos en la calle Vico Rocco

Escalera a la torre

Hoy, de los famosos templos a la Afrodita ericina no queda nada, salvo un par de acantilados con preciosas postales hacia el mar. Lo demás hay que imaginarlo, pues paredes de piedra se construyeron sobre la vieja infraestructura. No obstante, esto no significa que no exista patrimonio: Erice está cubierta de monumentos de diferentes períodos históricos y aquí aún es posible visitar edificios de origen árabe, normando, aragonés y borbónico.

Una vez que llegamos a la entrada del pueblo, tras cruzar la Porta Trapani, lo primero que hacemos es doblar a la izquierda. Frente a nosotros se levanta el primer monumento de la ciudad, la inamovible y muy antigua torre de vigilancia Di Re Federico . Remontamos los 108 escalones que tiene hasta llegar a su punto más alto: el mirador de vigilancia.

Este sitio fue construido por cartagineses durante la Primera Guerra Púnica, entre 264 y 241 a. C. La vista desde la colina permite tener un acceso privilegiado al Mediterráneo, pero también apreciar el valle y la costa desde la parte más alta. Luego de algunos siglos de abandono, la torre fue reconstruida por aragoneses, con el propósito de albergar al rey Federico de Aragón y sus acompañantes mientras las tropas francesas acechaban la isla de Sicilia.

Junto a la Torre di Re Federico se encuentra el Real Duomo , también conocido como Real Chiesa Madrice Insigne Collegiata , el principal hito del culto católico en Erice, consagrado a la Asunción de la Virgen. Esta iglesia fue construida en el siglo XIII sobre los cimientos de un antiguo templo dedicado a Venus. El pueblo se levanta a 751 metros sobre el nivel del mar

Según historiadores, la seguidilla de reestructuraciones y modernizaciones que han vivido los edificios de la ciudad desde tiempos inmemoriales es un común denominador que forjó la arquitectura y vida ericina.

Al entrar en la iglesia, varios arcos de color blanco nos recibieron junto a un diseño gótico en las esquinas y los muchos adornos del lugar. Las paredes estaban decoradas con óleos de estilo neogótico y los retratos mostraban escenas de los textos evangelistas en sus motivos.

Aunque Erice no es una ciudad medieval, sino más bien una ciudad antigua que ha fascinado a reyes desde mucho antes, la mayoría de sus construcciones fueron levantadas por ocupantes normandos hacia el siglo XII.

Luigi Rabatá es el nombre de la calle que bordea el viejo muro noroccidental de Erice. Nosotros queremos rodear este hito y seguimos una ruta que alterna las escenas de antiguas casas de piedra con sus coloridos jardines interiores, todos ellos herencia de la presencia árabe en la colina.

Caminando por el rutero del muro, llegamos a curiosear un callejón chico que da a la calle Argientieri. Allí un hombre jubilado nos aborda de la nada para preguntar por nuestro destino y nos manda directo a la Torretta Pepoli y al Castello di Venere.

Tomamos el camino que nos indica y damos con un verdadero laberinto de calles aún más angostas. Algunas miden menos de un metro de ancho y de sus muros cuelgan cerámicas locales, imágenes de la Virgen, Jesucristo, y ramas de hiedra que crecen entre las rocas. Continuamos hacia Santa Orsola y al Quartiere Spagnolo , ambos situados en la punta del triángulo que forma el pueblo, justo sobre un acantilado. Erice conserva edificios de origen árabe, normando, aragonés y borbónico, lo que la convierte en un museo a cielo abierto





Aunque Santa Orsola, una iglesia del 1400, no tiene la infraestructura fastuosa de otras iglesias italianas, sí es interesante ver pintado sobre sus muros de piedra caliza un fresco medieval muy primitivo y que aún mantiene sus colores.

Quartiere Spagnolo fue construido por los españoles y su estructura final nunca fue terminada. Debemos recordar que por mucho tiempo Sicilia fue parte del imperio godo y que ellos construyeron este sitio en el siglo XVII sobre las ruinas de otro templo dedicado a Venus. La gracia del lugar está en las amplias vistas que entrega al valle rural.

La fruta poco popular que combate la acidez y es rica en fibra

El Castillo de Venus

Por la calle Nunzio Nasi se eleva un castillo de película . Las enredaderas tomaron gran parte de su fachada y, junto a ellas, las flores y hojas caen como un velo natural sobre la roca. Estamos frente a la cima más alta y escénica de todo Erice y dos caminos se abren justo en medio de la ruta. El primero, angosto y rodeado de flores y árboles, da hacia una estética torre llamada Torretta Pepoli, y el segundo sube una escalera larga.

Con un estilo árabe, Pepoli ha sido históricamente un centro de reunión de personalidades vinculadas a la cultura. Diseñada como una torre alta subdividida en cuatro pisos, tuvo su apogeo en el siglo XIX como lugar de residencias artísticas.

Actualmente, el edificio es un centro de exhibición fotográfica con preciosas vistas hacia la vertiente oriental del pueblo.

Al abandonar Torretta Pepoli, volvemos a la ruta para subir la larga escalera que lleva al extremo suroriental del pueblo. Peldaño a peldaño llegamos a un parque amplio, cubierto por árboles antiguos y frondosos que miran hacia la explanada del Castello de Venere (Castillo de Venus): probablemente el edificio más lindo de Erice.

La historia dice que fue construido por normandos sobre las ruinas del templo de Venus más importante del pueblo. Su base cilíndrica, explican los estudiosos, habla de la fama que tuvo en la antigüedad este lugar y, según la mitología griega, las columnas de esta infraestructura fueron levantadas por el mismísimo Dédalo, el legendario arquitecto y padre del desobediente Ícaro. Ahora, pese a las leyendas de su grandeza, las fuentes indican que para el comienzo de la era cristiana este lugar ya estaba abandonado. Con el paso del tiempo y tras la llegada de los normandos al monte San Giuliano, el castillo de Venus tuvo diversos destinos.

Luego caminamos hasta la Piazza San Domenico para conocer la Chiesa de San Pietro, una iglesia del siglo XIV que se erige junto al monasterio de monjas clarisas . Aquí, a pesar de los interesantes decorados sacros, lo que más sorprende son las reliquias que resguarda este lugar. En San Pietro, por ejemplo, hay una colección increíble de ceroplásticos, pequeñas esculturas hechas de cera. Un arte muy antiguo, que tuvo su apogeo en el siglo XIX. A través del tiempo, la práctica fue ampliamente desarrollada en el interior de conventos ericinos.

Tras abandonar San Pietro, volvimos a jugar al laberinto. Esta vez, buscando un lugar para almorzar, llegamos a la plaza Umberto I , donde el comercio se empieza a aglomerar entre casa y casa y abundan las opciones gastronómicas con trattorias, heladerías, pizzerías o street food a la italiana, ideal para probar los sabores típicos, que siempre valen la pena. La historia de Erice abarca desde los élimos de la Edad de Bronce hasta las órdenes religiosas medievales que ocuparon sus iglesias





Datos útiles

Cómo llegar : Erice es el lugar perfecto para una escapada, ya sea desde Palermo (120 km), una de las grandes ciudades sicilianas, o Trapani, la más cercana, a media hora en auto, por la ruta SP31.

Traslados : Solo los residentes de la ciudad pueden andar en auto. Para los visitantes, lo mejor es caminar por sus calles laberínticas.

Gastronomía : Uno de los clásicos del sur de Italia es el panino relleno con burrata, rúcula, aceite de oliva, aceitunas, tomate y prosciutto. Para los golosos, los pastelitos de Erice, de larga tradición: son pequeños, como bocados, y en su mayoría están hechos de almendras confitadas, mermeladas cítricas, fruta confitada y licores. Un sitio recomendado para probarlos es Antica Pasticceria del Convento, una tienda de dulces ubicada en la calle Gian Filippo Guarnotti.

Spaniuvenires : Hay muchas tiendas de cerámica porque Erice resguarda un valioso patrimonio de este tipo de piezas pintadas con adornos y colores vistosos. Casi todo es hecho a mano, artesanalmente, y los precios son buenos. Detalles de la Iglesia Católica Romana de San Martín en Erice
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela