Miércoles, 30 de Abril de 2025

Secuencian genoma de dos especies con problemas de conservación en Rapa Nui

ChileEl Mercurio, Chile 30 de abril de 2025

Estudiarlas ayudará a que tengan más oportunidades de sobrevivir. La iniciativa es parte del "Proyecto 1000 Genomas", que busca desentrañar el ADN de la biodiversidad emblemática de Chile.

Dos especies que habitan en Rapa Nui, el petrel o fardela de Henderson ( Pterodroma atrata ) y el caracol Pure ( Monetaria caputdraconis ) fueron las elegidas para secuenciar sus genomas, una tarea que forma parte del "Proyecto 1000 Genomas" que busca conocer la genética de la biodiversidad del país.
El petrel de Henderson es un ave que se encuentra en peligro de extinción y que habita una acotada zona de la Polinesia. El caracol Pure, en tanto, es un molusco endémico que se encuentra en la Isla de Pascua y la Sala y Gómez, y que es usado para confeccionar adornos.
"La selección de las especies cumplió con dos criterios: uno es que tengan cierto grado de amenaza o peligro de extinción. Son especies que están muy presionadas y con poblaciones muy pequeñas, y que, posiblemente, por efecto del cambio climático o de otras intervenciones, puedan desaparecer. También, porque son patrimonio cultural y social de la isla, en particular el caracol que usan los isleños para crear sus artesanías", dice Miguel Allende, director del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma y académico de la U. de Chile.
Allende se encuentra hasta hoy en la isla, no solo tomando muestras del caracol, sino que también capacitando a investigadores locales para que puedan tomar muestras del petrel cuando comience su período de anidación.
Obtener el genoma de una especie consiste en descifrar su secuencia de ADN. "Nos permite conocer sus genes y a través de ellos saber cómo han evolucionado para generar adaptaciones específicas a los ambientes donde están ubicados, como la resistencia a la sequía, a la salinidad, la radiación ultravioleta, etc.", explica Allende.
Con el cambio climático, dice el investigador, se pone mucha presión sobre las especies, por lo que "la información de los genes nos permite saber si estas especies tienen opciones de sobrevivir a nuevas condiciones".
Además, secuenciar su genoma permite obtener información valiosa desde el punto de vista biotecnológico. "Si hacemos este trabajo en Chile, tenemos la primera opción de usar esa información para fines productivos o biomédicos", aclara Allende. La información genética estará lista en días, pero luego faltará un análisis más detallado.
La visita de la delegación científica también sirvió para realizar talleres, charlas y otras actividades de divulgación. Por ejemplo, los alumnos del Liceo Aldea Educativa y del Colegio Católico Hermano Eugenio Eyraud participaron en un taller de extracción de ADN de plátano. "Nunca habíamos tenido una experiencia tan cercana a un laboratorio acá en la isla", dijo uno de los estudiantes.
Wladimir Contreras, profesor del Colegio Católico, comentó que los alumnos tuvieron una pincelada de lo que es el trabajo científico real. "Ellos serán los que decidan los caminos de la isla y es necesario que existan más profesionales y científicos para que puedan estudiar mejor su patrimonio".
En tanto, el subsecretario de Ciencia, Cristian Cuevas, quien también forma parte de la delegación, señala que "el trabajo que realiza 1000 Genomas es más que investigación de primera línea. Involucra a la comunidad, a profesores, estudiantes, para que sean ellos los protagonistas, quienes salen a terreno, toman muestras y secuencian aquellas especies que están en peligro".
Según Allende, el "Proyecto 1000 Genomas" ya lleva una docena de especies secuenciadas y esperan llegar a mil en una década.
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