Lunes, 12 de Mayo de 2025

Abran paso que llega la crisis global que faltaba: la de la creatividad

ArgentinaLa Nación, Argentina 9 de mayo de 2025

La generación de imágenes y memes gracias a la IA motiva conductas "en manada" Hace poco más de un mes se dio el pico de nuevas incorporaciones al uso de herramientas inteligencia artificial generativa

La generación de imágenes y memes gracias a la IA motiva conductas "en manada"



Hace poco más de un mes se dio el pico de nuevas incorporaciones al uso de herramientas inteligencia artificial generativa. El disparador fue una mejora sustancial en la capacidad de generar imágenes que introdujo OpenAI en ChatGPT, y que hizo que de golpe todos nos pusiéramos a hacer versiones nuestras y de amigos y amigas como muñequitos de colección o con estética de los estudios japoneses Ghibli.

Había miles de "estilos" gráficos buenísimos para elegir, pero por algún motivo la enorme mayoría de los usuarios de ChatGPT usaron la vía Ghibli, lo cual disparó un debate que aún sigue sobre los derechos de autor y motivó que San Altman saliera a decir en X que tenían que limitar la función de las imágenes porque los servidores de la compañía literalmente se estaban derritiendo por tanta demanda.

¿Por qué, teniendo tantas posibilidades creativas al alcance de la mano, actuamos en manada uniforme? "Que se haya producido esta corriente homogénea con el estilo Ghibli habiendo tantos estilos para elegir dice mucho sobre nuestra naturaleza humana-creativa", cuenta a LA NACION el creativo argentino Fernando Barbella, que trabaja actualmente en Alemania con campañas en las que usa muchas herramientas de IA.

El resultado no es una sorpresa para los economistas que siguen de cerca distintas variables de creatividad y de innovación , que muestran que en las últimas tres décadas ambas variables cayeron de manera significativa a nivel global. "Hace ya casi 20 años Chad Jones, especialista en crecimiento económico de la Universidad de Stanford, escribía ‘El peso del conocimiento y la muerte del hombre renacentista’ y se preguntaba si estaba siendo más difícil innovar. Inauguraba así una mirada pesimista sobre la generación de nuevo conocimiento y su consecuente impacto negativo sobre el crecimiento de largo plazo", escribió el economista Tomás Castagnino a principios de enero en Alter Eco. En materia de innovación, quedan menos "frutos al alcance de la mano" y las mejoras en el margen son cada vez más arduas.

En lo que hace a "creatividad" los números no son mucho mejores. "¿Estamos viviendo una gran crisis de creatividad?", se planteó meses atrás la periodista de Business Insider Emile Pogue en su newsletter . Ahí se cuenta que hay unos 60 años de miles de casos muestrales sobre tests de pensamiento creativo (como el clásico de Torrance), y que todos muestran de manera inequívoca que a partir de la década del 90 comienza un declive. El estudio de base es de una psicóloga, Kyung-Hee Kim, que analizó 300 mil tests de Torrance (que predicen la creatividad tres veces mejor que el coeficiente intelectual) y llegó a esta conclusión inequívoca.

¿Cuáles pueden ser los motivos? El ensayo en cuestión especula con la posibilidad de que el exceso de estímulos (en chicos y en jóvenes con las pantallas; y en los adultos con el agregado del burn out laboral y el imperativo de la productividad) quitaron espacio a horas de aburrimiento que son fundamentales en cualquier proceso creativo . Hay un libro muy interesante al respecto, "No hagas nada", de Celeste Headlee.

La crisis del modelo de negocios de la "economía de la creatividad" podría ser otra explicación, porque genera incentivos a rumbear para otro lado. Sin un modelo de negocios adecuado por detrás, que rentabilice la producción creativa, o al menos que permita a los creativos sobrevivir, la búsqueda de un oficio, o de un arte donde dedicar tiempo y energía, se diluye.

Hace ya poco más de un año, Ted Gioia escribió un ensayo largo en su newsletter "The Honest Broker", muy comentado en círculos de creadores de contenidos, donde básicamente decretó la muerte de la industria del entretenimiento y de los medios en manos del formato ubicuo de los videos de 10-15 segundos de Tik Tok u otras redes, que vienen ganando todas las batallas por capturar la atención agregada del planeta. "Estamos presenciando la era del posentretenimiento", escribió Gioia, con tono dramático, "y eso no va a beneficiar al arte. De hecho, no va a beneficiar para nada a la sociedad en general".

Hay otra hipótesis, también del mundo de los newsletters y que tuvo mucha repercusión, más del final de 2024. El 6 de diciembre último Tomás Pueyo publicó: "¿Dónde se ocultan los genios hoy?".

¿Qué dice Pueyo? "¿Dónde están los Miguel Ángel de hoy? ¿Los Goya? ¿Los Shakespeare? ¿Los Cervantes? ¿Los Goethe? ¿Los Montaigne? ¿Los Pushkin? ¿Los Dostoievski? ¿Los Balzac? ¿Los Mozart? ¿Dónde están nuestros Einstein, nuestros Darwin, nuestros Maxwell, nuestros Newton, nuestros Aristóteles, nuestros Sócrates? ¿Por qué ya no hay música tan aclamada como la Quinta Sinfonía de Beethoven? ¿Pinturas tan importantes como Las Meninas o la Mona Lisa? ¿Por qué ya no hay descubrimientos que reescriban los libros de texto, como la Teoría de la Gravedad o la Termodinámica?", se pregunta.

La respuesta: no los estamos buscando en los lugares adecuados, porque las personas extremadamente creativas hoy van a otras disciplinas . Su conclusión: "El Miguel Ángel de hoy es Christopher Nolan. El Da Vinci de hoy es Elon Musk. El Newton de hoy es Geoffrey Hinton. Para mí, la razón principal por la que la gente no encuentra genios en la actualidad es porque miran a los genios del pasado y extrapolan para comparar con el presente. Pero los genios del pasado estaban en campos específicos, ¡y cada vez es más difícil innovar en ellos! La mayoría de las innovaciones ocurren en campos nuevos, y es ahí donde encontrarás a los genios de hoy".

Es interesante preguntarse qué pasará con los indicadores de creatividad e innovación con el boom de inteligencia artificial generativa. El historiador económico experto en la revolución industrial inglesa, Nicholas Craft, sostuvo que la IAG implica "invención de un método de invención" (IMI) que acelera la generación de ideas y soluciones. Esta visión está muy generalizada en los tecno optimistas: según esta mirada, la IAG viene al rescate de una dinámica de generación de ideas que estuvo languideciendo en las últimas décadas. El creativo argentino Diego Luque sostiene que con el boom de IA dejamos atrás "el síndrome de la página en blanco".

Del otro lado, en el vaso medio vacío, aparecen estudios que muestran que el uso intensivo de ChatGPT y otras herramientas de IAG están empezando a deteriorar nuestras habilidades cognitivas (incluyendo la creatividad).

Un estudio de investigación (del Centro de Prospectiva Estratégica Corporativa y Sostenibilidad, de la SBS Swiss Business School) con 666 participantes reveló la cruda realidad de la dependencia de la IA: un mayor uso de la IA conduce a un menor rendimiento cognitivo. Los datos son impactantes: los usuarios intensivos de IA muestran consistentemente peores puntuaciones en pensamiento crítico; los jóvenes profesionales están volviéndose peligrosamente dependientes de las herramientas de IA; cuanto más confías en la IA, menos utilizas tu propio cerebro y los niveles más altos de educación ayudan a resistir este declive, pero no dan inmunidad.

La buena noticia es que ahora podremos hacer memes de este deterioro cognitivo con estilo Ghibli.
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