Tenis, esquí y fútbol: el deporte ha sido una pasión compartida por los últimos cuatro papas
Desde el gusto por la montaña de Juan Pablo II hasta la afición por el tenis y el béisbol de León XIV, varias disciplinas han estado presentes en la vida de los pontífices recientes.
Recién elegido como Pontífice, León XIV ya ha despertado curiosidad por varios aspectos de su vida. Uno de ellos es su afición por el deporte: años atrás reveló ser amante del tenis.
"Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo, así que tengo muchas ganas de volver a la pista", reconoció entre risas en una entrevista publicada por augustinianorder.org, mucho antes de ser electo como el Papa número 267 en la historia de la Iglesia.
También ha trascendido que es fanático del béisbol. De hecho, tras el anuncio del nuevo Papa, los Chicago Cubs (un equipo de su ciudad natal) lo identificaron como su fan, pero su hermano John Prevost lo desmintió en una entrevista con Univisión: siempre ha sido seguidor de los Chicago White Sox, dijo.
El equipo reaccionó publicando una imagen en X (antes Twitter) de su estadio y el fragmento de la entrevista que lo confirmaba. Francisco, su predecesor inmediato, se declaraba hincha ferviente del club argentino San Lorenzo de Almagro. Durante su pontificado, destacó el rol del deporte como herramienta de inclusión social y fraternidad.
"El deporte es un medio para expresar los propios talentos, pero también para construir la sociedad", afirmó. También dijo en una oportunidad que "en el campo no importan el origen, la lengua o la cultura de una persona. Lo que importa es el compromiso y el objetivo común".
Benedicto XVI también expresó su aprecio por el deporte, particularmente el fútbol. En 2013 fue nombrado socio honorario del FC Bayern Múnich, equipo de Alemania, su país natal, al que seguía con entusiasmo.
Durante su vida, este Papa fue visto con frecuencia siguiendo los partidos de ese club alemán e incluso llegó a escribir artículos sobre fútbol.
"A lo largo de los siglos XX y XXI podemos ver que ha habido una mayor apertura (de los pontífices) hacia el deporte. Benedicto XVI señalaba que el deporte tenía la capacidad de convertirse en un instrumento para la paz", comenta Cristóbal García-Huidobro, historiador y académico de la Usach.
Juan Pablo II también era amante del deporte. Desde su juventud le gustó el esquí y mantuvo su práctica durante su pontificado.
Según registros del Vaticano, el Papa se "escapó" unas 115 veces, principalmente durante los martes -día sin audiencias oficiales-, para salir en coche rumbo a zonas montañosas del país, como los montes Apeninos (al sur de Italia).
También le gustaba el senderismo, el vóleibol y el kayak. En sus discursos destacaba la importancia de los valores cristianos en la práctica deportiva y promovía una visión integral del ser humano, donde cuerpo y espíritu están en equilibrio.
Marcelo Muñoz, director de la Escuela de Educación Física, Deporte y Recreación de la U. Bernardo O'Higgins, comenta que "el deporte o la actividad física son conceptos que se han desarrollado en la Iglesia Católica desde siempre, desde Pedro, un esforzado pescador".
Para Muñoz, "cuando un líder de opinión, político, económico o religioso practica o admira un deporte, de alguna manera creemos que ese es el camino, y surge el deseo de imitarlo".