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Ayer Endeavor Colombia, comunidad de emprendedores de alto impacto, presentó su iniciativa Mega 2030, que establece el compromiso de esta red de aportar un 8%del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional al año 2030. Esta contribución de 45 empresarios jóvenes parte del objetivo de "hacer del emprendimiento de alto impacto un catalizador para acelerar el crecimiento económico". De acuerdo con datos de Endeavor Colombia, el portafolio de empresas que hoy conforman esta red creció 2,7 veces más que el resto de la economía, ha creado más de 23.000 empleos y ha generado ingresos por más de US$2.000 millones de dólares. Esta "declaración de propósito" le apunta a robustecer el papel de los emprendedores dentro del desarrollo y el dinamismo de la economía colombiana, desde la innovación y con una mentalidad de escala y crecimiento. Unas semanas atrás, KPMG Colombia publicó la cuarta edición de su informe "Colombia Tech Report" que, en alianza con las Cámaras de Comercio de Bogotá, Cali, Bucaramanga y Barranquilla, Ruta N, Innpulsa, Eafit on.going, Cesa, EIA, Uninorte, Andi y Andi del Futuro, dibuja el escenario del ecosistema tecnológico del país. Alrededor de 2.126 startups, en distintas etapas de crecimiento y consolidación, fueron mapeadas, reflejando un crecimiento del 24 por ciento en comparación con el año anterior. El reporte muestra asimismo que Fintech se reafirma como el sector más preponderante dentro de este universo de emprendimientos con base tecnológica con casi una de cada cinco. SaaS, Healthtech y Edtech le siguen con 11, 6,9 y 6,3%. Las apuestas de estas startups se concentran territorialmente en Bogotá -con la mitad- seguido de Antioquia (25%), Valle del Cauca (11%) y Atlántico (3,5%). Por los lados de la equidad de género, solo una de cada cinco fundadores es una mujer, aunque en buen porcentaje de estas compañías las mujeres ocupan roles de liderazgo. Esta radiografía hecha por KPMG Colombia ratifica su utilidad, ya que contribuye al entendimiento del ecosistema emprendedor de alto impacto en el país, su distribución en las distintas etapas y los perfiles personales de los fundadores en el país. También cabe anotar que, aunque varias instituciones de origen público cuentan con una tradición de apoyo a las startups, esta atracción de inversión, de talento y de toma de riesgo proviene enteramente de las iniciativas privadas. Tanto la iniciativa Mega 2030 de Endeavor Colombia como el "Colombia Tech Report" de KPMG Colombia llegan en momentos en que adquiere gran valor traer sobre la mesa no solo las dinámicas de crecimiento, formación y consolidación del emprendimiento de alto impacto, sino también sus potenciales y tangibles contribuciones al dinamismo económico del país. Continúan pendientes las discusiones de cómo las herramientas gubernamentales, no solo a nivel nacional sino también regional y local, pueden impulsar a los emprendimientos tecnológicos en sus distintos momentos. Otro aspecto a resaltar tiene que ver con la mentalidad del emprendedor y su disposición a crear empresa y a asumir riesgos desde la innovación y la generación de soluciones a los mercados. En esta coyuntura política en la que las iniciativas privadas en los distintos sectores de la economía son atacadas y vilipendiadas desde el propio Estado y sus máximos dirigentes, no sobra reiterar los múltiples beneficios que le trae a una sociedad educar, formar y nutrir un ecosistema de emprendedores como los que integran ambas iniciativas.