Colo Colo vuelve a sonreír, pero Almirón prolonga el misterio
Después de cinco partidos sin victorias, los albos derrotaron 4-1 a Unión Española. El técnico fue aplaudido por los hinchas y festejado por sus jugadores, pero su situación es una incógnita.
Uno de los escenarios que planteaba el Colo Colo-Unión Española era qué pasaría con Jorge Almirón si los albos ganaban, gustaban y goleaban.
Y así nomás fue: Colo Colo ganó, gustó y goleó. "Es de esperar que se pueda quedar. Sería injusto que partiera, es buscar un culpable y no una medida racional", sostuvo Alfredo Stöhwing, director de la concesionaria.
Almirón era el indicado para acabar con esta figura insólita que ofrece el paisaje albo. Sin embargo, el DT concurrió a la sala de prensa para decir: "Vengo solamente para que no me sancionen", y se fue en silencio, tal cual ocurrió después de Ñublense.
Más claro es lo que pasó en la cancha de Macul. Es cierto que el campeón de Chile superó a un rival fantasma, sin espíritu de lucha ni rebeldía, para qué hablar de amor propio, pero fue coherente respecto al segundo tiempo jugado ante Ñublense.
No se inmutó ante la desgracia de Daniel Gutiérrez, porque las sensaciones mentales y futbolísticas eran buenas, confirmadas por el travesaño de Francisco Marchant a los 20 segundos. Los albos remaron desde atrás, como frente a los "Diablos Rojos", pero esta vez sin puntos bajos.
Empató pronto con asistencia del joven Marchant a Javier Correa, y a partir de ahí vino un monólogo.
El tema, incluso, iba mucho más allá del rival de turno. Era Colo Colo versus Colo Colo. Era despojarse de los fantasmas que han provocado sustos durante toda la temporada; era confirmar en la cancha el respaldo del plantel al técnico argentino y era dar un aviso potente: eliminado de la Libertadores, la Sudamericana y la Copa Chile, el Cacique va con todo para conquistar el bicampeonato.
Con toda la libertad del mundo, Vicente Pizarro se acomodó para meter un zurdazo arrastrado para el 2-1 y enseguida dos regalos más de los hispanos: penal de Sebastián Pereira a Javier Correa y mano evitable de Gabriel Norambuena tras un remate del atacante cordobés.
Ejecutaron Arturo Vidal, primero, y Claudio Aquino, después, y asunto terminado. El resto estuvo de más: Colo Colo tenía la tarea cumplida y Unión Española, bueno, se había quedado en Santa Laura.
"Necesitábamos ganar. Fueron días difíciles, estábamos al debe en todo. De ahora en adelante, no podemos perder más", fue el análisis de Vicente Pizarro.
"Queremos que el técnico siga", sumó Alan Saldivia.
Mientras los jugadores cerraron filas para proteger a su DT, el oficialismo insiste en finiquitar al trasandino. Lindos días se vienen en el club más popular de Chile.
La trastienda de MaculLa rabia del "Coto" Sierra
Muy molesto se vio al técnico de Unión Española después del 1-4. "Fue un partido muy abierto en términos de oportunidades de gol. No era el que queríamos jugar, no queríamos el ida y vuelta", dijo de entrada. Y agregó: "No puedo hacer un análisis psicológico de qué le puede pasar a cada jugador; del partido puedo hablar, pero analizar psicológicamente... ¿Seguir en la banca de Unión? La campaña es muy mala, el rendimiento es muy malo, pero el fútbol y la vida me han hecho no pensar mucho en el futuro. No sé qué pueda pasar. No les voy a decir a ustedes, los periodistas, qué pasa por mi cabeza y cómo se mejora esto. Eso es para el club y mi familia".
Las albas también festejaron
En el inicio de la segunda rueda, Colo Colo femenino demostró que no tiene rivales y logró una goleada de proporciones: 9-1 a Palestino. Lo llamativo del equipo es que ha ganado los 14 partidos disputados y se encamina con toda tranquilidad al tetracampeonato.