Jueves, 29 de Mayo de 2025

Quién es Jorman: un terremoto hizo polvo su infancia y reconstruyó su trágica historia en la Argentina a través del arte

ArgentinaLa Nación, Argentina 27 de mayo de 2025

El colombiano Jorman Gutiérrez frente a uno de sus cuadros de gran formato Nacido en Colombia en 1994, Jorman Gutiérrez encontró su primer llamado artístico de pequeño, en medio de una tragedia

El colombiano Jorman Gutiérrez frente a uno de sus cuadros de gran formato



Nacido en Colombia en 1994, Jorman Gutiérrez encontró su primer llamado artístico de pequeño, en medio de una tragedia. Ya a los tres su madre lo había abandonado, junto con Camilo, su hermano de cinco, en un basural. Jorman recuerda ese momento atroz en que su hermano comía de la basura y él abrazaba con todas sus fuerzas una pequeña mochila con estampa del Pato Donald. Su abuela paterna los rescató.

También pasaban tiempo con su padre, un hombre de campo que se daba maña con algunas changas y vivía de pueblo en pueblo, con mucha precariedad. En un carrito de los que se usan en los supermercados, vendía limones o distintos productos por las calles. A veces, Jorman se subía al carrito y se sumaba a ese recorrido. El retrato de Ida Rubinstein, en Scherezade, integra "Eternas", particular mirada de Jorman sobre el universo femenino

Pero a esta joven biografía aún le faltaba un golpe artero. En 1999, cuando apenas tenía cuatro años, un terremoto devastó su ciudad natal, Armenia, Quindío, en el corazón del eje cafetero. Jorman perdió en el desastre a gran parte de su familia y Camilo casi muere (se quedó sin los dedos de su mano derecha). Durante días, su abuela lo acompañó: no podía ver nada, tenía una venda en los ojos por la cantidad de polvillo que lo había afectado. Ella le echaba constantemente un líquido casero llamado panera , compuesto de agua y caña de azúcar. "El terremoto fue algo tan terrible que se convirtió en surrealista: el orden y prácticamente todo lo que uno conocía como normal perdió su sentido. Todo se hizo confuso", recuerda el artista, ahora, en diálogo con LA NACION.

En su pueblo, alejado de los grandes centros urbanos, esperaban contrarreloj la ayuda humanitaria. Imperaba la desesperación, el desconsuelo. "Los hospitales, los bomberos no tuvieron tiempo de reacción en absoluto. Fue muy feo y realmente en mi familia no se habla de este tema". Las mujeres que retrata Jorman nacieron de lecturas, de mitos, ideas o palabras que lo inspiraron y que quiso representar

Esa experiencia marcó el inicio de un camino que lo llevó a convertirse en artista visual e ilustrador: dibujaba con los dedos sobre el polvo que impregnaba todas las superficies. También recuerda que, con trozos de ladrillos que encontraba, comenzó a dibujar paredes destartaladas de su hogar. "Ese fue mi comienzo: una manera de refugiarme e ignorar la catástrofe", señala.

Un refugio en la catástrofe

Con una infancia signada por las faltas, a los 19 años su vida cambió cuando un artista colombiano llamado Darío Ortiz le mostró a Guillermo Roux sus acuarelas. Al verlas, el maestro argentino lo invitó a sumarse en su taller.

Con gran esfuerzo logró juntar el dinero para viajar. Apenas hizo pie en Buenos Aires, pasó días en plazas y calles cercanas al Obelisco, deambuló por las calles de Flores y Villa Ortúzar, hasta que encontró una habitación que pudiera pagar. "Pintaba hasta 18 horas por día, todos los días y si tenía libre un sábado o un domingo seguía pintando. Conocí de a poco los museos y también el patrimonio de aquí. Iba estudiando y aprendiendo", rememora el artista, quien hoy lleva adelante ZINK industrias creativas, espacio de exposición, junto con Cristina Santa Cruz, su pareja hace casi una década. En "Antártida", el artista simboliza el continente con una mujer madura

Jorman (su nombre artístico, así, a secas) perfeccionó su técnica en talleres de Argentina, México, Francia, Italia y España. Su obra se exhibió en muestras individuales y colectivas en la Argentina, Ecuador, México y Colombia, espacios como el Museo Luis Perlotti, la Ciudad Cultural Konex, el Palacio de Cristal de Quito y la Galería Ramón Alva de la Canal de la Universidad Veracruzana. Vista de la exposición, a través de la vidriera de la Casa del Bicentenario que da a la calle Riombamba

Su producción incluye desde acuarelas detallistas hasta óleos de gran formato. Además de pintar, ilustra libros, dicta seminarios de artes visuales y dirige desde 2018 el Departamento de Artes Visuales de ZINK Industrias Creativas.

La exposición Eternas , que se inaugura hoy en la Casa Nacional del Bicentenario, con curaduría Santa Cruz, integra una serie de 16 retratos, la mayoría nunca antes exhibidos, de gran formato, realizados en óleo, que recorren la particular mirada del artista sobre el universo femenino.

"En él hay una personalidad profundamente latinoamericana, su pintura muestra los antecedentes europeos que él conoce bien. En su paleta se dan de otra manera, vienen de lo más profundo", escribió Guillermo Roux sobre las figuras que pinta el joven y que miran directo a los ojos del espectador.

Jorman produce obras que llegan a medir dos metros de altura. Si bien suele trabajar con modelo vivo, para esta exhibición no lo hizo: son figuras que nacieron de lecturas, de ideas y de palabras que lo inspiraron y que quiso representar.

Apasionado de las técnicas y la representación clásicas, del Medioevo, del Renacimiento y del Barroco, dice: "Aprendí esas técnicas y promulgo esa enseñanza. El proceso de mi trabajo principalmente surge también de esto, de ideas, de una especie de ritual, del respeto hacia esos materiales. Me tomo el tiempo de organizarlos, de preparar las telas, los papeles, los soportes, de afilar los lápices, las carbonillas".

Las imágenes se suceden en la Casa del Bicentenario: Ida Rubinstein en Scherezade ; Más azúcar, por favor y, Wonderland , La Noche y la Tortuga , y El conejo blanco , estas cuatro últimas representan a niñas. En Antártida , el artista simboliza el continente con una mujer madura. Hay una Atenea que no lleva escudo, lanza ni casco. Inmaculada , en este caso, es una mujer que "representa la pureza emocional, la serenidad".

Hay también una particular Marianne, figura alegórica y símbolo nacional de Francia, que representa la patria y los valores republicanos, pero no lleva sus símbolos tradicionales. Están Ophelia, Madame Butterfly, Aída y Penélope.

"Durante mucho tiempo decían que lo que yo hacía estaba pasado de moda o que era viejo o que no se podía exponer -recuerda—. Hoy puedo decir que es algo disruptivo en relación a lo que se muestra actualmente. Lograr una exposición figurativa en un espacio de arte contemporáneo, en un espacio nacional, para mí era casi algo imposible. Realmente es un logro abismal".

Para agendar

Eternas se podrá ver en la planta baja de la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985) hasta el domingo 22 de junio, de miércoles a domingos, de 15 a 20, con entrada gratuita.
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