ANEP va tras 4.500 niños de tres años no escolarizados: los detalles del nuevo plan educativo

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se propuso universalizar la educación a partir de los tres años, pese a que no es obligatoria. Hay unos 4.500 niños de esa edad fuera del sistema. Un plan aprobado el pasado 6 de mayo apunta a llegar a todas las familias del país mediante el uso de tecnología o visitas casa por casa si es necesario, para que el próximo año ningún niño quede fuera de los centros educativos.

La directora general de ANEP, Gabriela Salsamendi, dijo a El País que existe suficiente evidencia sobre la importancia del desarrollo infantil temprano en la vida de las personas desde un punto de vista cognitivo, socioemocional y de derechos.

"Cuanto antes los niños y las niñas comiencen la escolarización, se favorece su desarrollo desde el punto de vista cerebral. Además, se garantiza su cuidado, alejándolos de situaciones de violencia, inseguridad o déficit nutricional. También repercute positivamente en la trayectoria educativa de ese niño, lo que incluso desde el punto de vista económico termina teniendo un retorno para el país", sostuvo Salsamendi.

Entre 2002 y 2023 en el nivel de tres años de Educación Inicial se produjo un incremento muy importante de la tasa de cobertura. En 2002, solamente el 35,2% de los niños de tres años asistía a Educación Inicial (pública o privada), mientras que, según la Encuesta Nacional de Hogares, en 2023 asistió el 83,2% a centros CAIF (bajo la órbita del INAU), jardines de ANEP o centros privados. Estos números, comparados con datos sobre nacimientos, determinan que el próximo año unos 4.500 niños de tres años no estarán escolarizados.

La FASE 1 del plan aprobado apunta a determinar la cantidad de cupos disponibles en cada punto del país, de manera de garantizar un lugar en el aula a todos esos niños, ya que su inasistencia puede explicarse por la ausencia de una oferta educativa.

"Es muy importante asegurar las plazas y tender a la universalización del nivel con una mirada territorial, es decir, que permita identificar los espacios donde pueda existir demanda no atendida", sostiene el documento.

Salsamendi tiene la percepción de que la infraestructura es suficiente, más allá de casos puntuales en algunas localidades. No obstante, el mapeo se realizará y se reforzará la oferta donde se detecte un déficit.

La hoja de ruta diseñada se propone contar con un diagnóstico de las plazas necesarias en setiembre y proponer soluciones, al tiempo que compromete un monitoreo permanente de la situación.

Familia por familia

Hay otro motivo que explica la falta de escolarización de esos niños y es más complejo de resolver. Según las autoridades, se debe a "definiciones familiares en relación a la no asistencia, vinculadas a pautas de crianza, arreglos familiares o incluso desconocimiento de lo que pasa en la escuela a esta edad".

Salsamendi anunció que se trabajará directamente con las familias que no llevan a sus hijos de tres años a centros educativos. "Haremos una búsqueda muy fina de esas familias, apoyados en la tecnología y también iremos casa por casa si es necesario", dijo a El País.

La promoción de la escolarización temprana se realizará entre setiembre y octubre con mayor difusión y acompañamiento en la etapa de inscripciones.

El plan indica que se debe ayudar en el llenado de formularios de inscripción digital en escuelas, liceos, UTU y Centros de Formación Docente de todo el país, con folletería comunitaria. Un ejemplo es: "Si conocés niños y niñas que cumplan tres años antes del 30 de abril, podemos ayudar a inscribirlos. Avísales a tus vecinos y familiares". También se proyecta que la información esté disponible en todos los consultorios pediátricos del país.

Para noviembre, la ANEP se propone identificar a cada uno de los niños de tres años no inscriptos. Tomará como base el Certificado de Nacido Vivo, que proporciona número de cédula y dirección de los padres, y el número de cédula del niño. "Estos datos se actualizan en tiempo real y permiten hacer el seguimiento a través del registro de usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud o del Banco de Previsión Social. Con esos datos es posible identificar al 100% de los niños de tres años y chequear si figuran registrados en algún CAIF o si se inscribieron en la Dirección General de Educación Inicial y Primaria en el período de octubre".

Entre diciembre y febrero, para los que no se encuentren en los listados, se trabajará en dos líneas: a través de las Unidades Coordinadoras Departamentales de Integración Educativa, que pueden acercarse a esas familias, y con el apoyo del Laboratorio de Ciencias del Comportamiento de Ceibal, para llegar con comunicaciones personalizadas sobre la importancia de la escolarización temprana. Incluso se podría enviar la preinscripción a algún centro educativo cercano al domicilio y, a partir de allí, comenzar el contacto más personalizado.

Desarrollo y libertad

Las autoridades sostienen que la no inscripción en el nivel de tres años no está concentrada en departamentos o grupos sociales. "El Estado tiene que ofrecer cobertura de todas las necesidades para que, además, las personas puedan elegir. Porque hay otro punto: donde hay un niño de tres años en la casa, también hay un adulto, generalmente una mujer. Y esa mujer está interrumpiendo su vida laboral, su desarrollo profesional, etc. Este es un punto polémico. Si se trata de una elección de la mujer, está bien, así lo decidió. Pero esto tiene que ver con la libertad de elegir. Si esa mamá está abocada al cuidado porque el Estado no le ofrece a su hijo un cupo, entonces esa adulta no está teniendo libertad de elegir", explicó Salsamendi.

Las autoridades consideran que habrá un desembolso de recursos si se detecta falta de infraestructura, aunque menor. Salsamendi enfatiza que el próximo presupuesto debe atender la necesidad de que todas las maestras en las aulas de tres años tengan apoyo, que puede ser un asistente técnico en primera infancia.

Proyecto plantea la educación obligatoria desde los 3 años

El senador y expresidente de la ANEP, Robert Silva, presentó el pasado 1.º de abril un proyecto de ley para que la educación sea obligatoria a partir de los 3 años (hoy lo es de 4 a 17). "Durante nuestra gestión en la ANEP proseguimos la política de incluir a la mayor cantidad de niños de tres años en el sistema educativo porque la evidencia demuestra que es fundamental para su desarrollo y la protección de todos sus derechos. Nosotros avanzamos en esa línea, pero queda un grupo importante sin escolarizar. Tenemos los cupos, pero los padres no los mandan", explicó.

Para Silva, el único camino es la obligatoriedad porque permite usar la fuerza de la ley. "Cuando se hace obligatorio, los padres reaccionan y comienzan a enviar a sus hijos al centro educativo. Y además se genera un efecto contagio en el territorio: si el hijo del vecino va, es muy probable que todos lo hagan. Pero en los núcleos más duros, donde no hay manera de llegar a esas familias, la obligatoriedad permite usar la fuerza de la ley para proteger a ese niño", indicó. Recordó que durante su gestión se judicializaron algunos casos donde se desconocía la obligatoriedad. "La obligatoriedad hace la diferencia porque permite desplegar otras estrategias. El Código Civil establece responsabilidades inherentes a la patria potestad y el Código de la Niñez establece que los niños deben asistir cuando la educación es obligatoria", agregó.