La otra madre de Merceditas: una historia desconocida sobre la mujer que cuidó a la hija de San Martín en su exilio en Londres

Frances Simpson y Remedios de Escalada



Su infancia y juventud en la India, una familia de tradición marinera y un carácter amable, pero firme y exigente son parte de los desconocidos aspectos biográficos de Frances Simpson . Los libros convencionales de Historia no se han detenido lo suficiente a explorar en detalle el rol de la mujer británica a quién el Libertador de América le encomendó lo más preciado en su vida: el cuidado y la instrucción de su única hija, Mercedes.

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Fueron años difíciles para José de San Martín en su exilio europeo, que comenzó con su desembarco en Gran Bretaña, en 1824, para asentarse primero en Londres. Lejos había quedado la campaña independentista del continente americano, sus inquietudes viraron a lo personal, la inestabilidad de sus finanzas, la difamación de su imagen -que sufrió por parte de políticos argentinos que propagaron el rumor de que intentaba restaurar la monarquía en el Río de la Plata- y la enemistad que esgrimió con la élite de Buenos Aires. En este contexto y tras el fallecimiento de su esposa, Remedios de Escalada, el líder del Ejército de los Andes ordenó sus prioridades y las enfocó en la educación de Merceditas. Encontró en Frances, la esposa de un gran amigo, el comodoro Peter Heywood, una asistencia invaluable que le abrió las puertas a la alta sociedad británica y puso a Mercedes en un rumbo, hasta entonces inimaginable, ligado a las artes. El historiador Carlos Campana y Gabriela Mirande Lamedica, directora del Museo Mitre



La desconocida faceta de la mujer británica fue discutida ayer en el Museo Mitre, en la disertación "Frances Simpson, la otra madre de Mercedes de San Martín". El encuentro fue realizado con motivo de los 150 años de la publicación de la historia de San Martín escrita por Bartolomé Mitre y conforma una serie de conferencias organizadas para conmemorar el aniversario. "Se conoce muy poco de la estadía de José de San Martín en Reino Unido, cuando se produce su autoexilio. La relación muy fluida que tuvo con la alta sociedad británica comenzó entre 1812 y 1813 cuando conoció al influyente Peter Heywood, un personaje de la marina vinculado al famoso motín del HMS Bounty ocurrido en 1789", cuenta Carlos Campana, historiador y periodista, que dictó la conferencia en el Museo Mitre.

Aquella amistad, que se inició en el Río de la Plata, siguió por años y fue la llave para su desembarco en Europa, luego de una travesía de dos meses por mar junto con su hija, de 7 años, y el mayordomo Eusebio Soto. Fue a bordo del buque Le Bayonnais, un viaje en el que "la pequeña Mercedes tuvo arranques de indisciplina y fue puesta en varias ocasiones en penitencia en su camarote", describe el historiador. San Martín quería establecerse en Gran Bretaña, pero por motivos económicos y el elevado costo de vida en Londres decidió residir en Bélgica, particularmente en Bruselas. Sin embargo, Mercedes no va con él, queda como alumna pupila en una prestigiosa escuela londinense y bajo la custodia del matrimonio Heywood.

Frances Simpson era de origen escocés y nació en 1784. Su vida estuvo marcada por la India y el mar. "Su padre era capitán de navío en Bombay, de una empresa mercante muy distinguida, similar a la Compañía de las Indias Orientales. Se crio allí y su primer matrimonio, a los 17, fue con el capitán William Jollifye, con quien tuvo a Diana, su única hija. Después enviudó. La muerte de Jollifye fue repentina y Frances decidió regresar al Reino Unido, donde terminó por casarse en segundas nupcias con el comodoro Heywood, en 1816", relata Campana.

Para 1824, tiempo en que San Martín residió momentáneamente en Londres, Frances se convirtió en una valiosa aliada y se aseguró de que Mercedes recibiera la mejor educación posible. "Era más conocida como Lady Jolliffe y fue una suerte de tutora y protectora de la joven mendocina. Frances no solo fue una mujer de sociedad, sino que desempeñó un papel clave en la educación de otras jóvenes mujeres. Promovía activamente la educación en instituciones prestigiosas y fue fundamental en la vida de Mercedes porque la recomendó para su ingreso en el Hampstead College, un internado reconocido por su énfasis en las artes", continúa el historiador.

En el colegio pupilo Mercedes aprendió inglés y descubrió un talento en el arte plástico, en especial la pintura. Estuvo dos años en el internado femenino, lo que le permitió a San Martín viajar por Gran Bretaña, a Escocia y a Derbyshire, un pueblo en el centro de la región británica, y fijar residencia en la más económica Bélgica, donde convivió con su hermano Justo Rufino. En aquél periodo viajaba constantemente a Londres a ver a su hija y recibía a la distancia noticias de ella a través del intercambio epistolar con Frances.

Según reconstruye Campana, en varias cartas ella le destaca a San Martín las buenas notas que recibía como alumna. "Los documentos históricos y las cartas muestran además que Frances tenía un carácter muy exigente y estricto como tutora. A la vez era amable, dulce y con buen trato. No era una tutoría como un servicio pago, sino que asumió el rol por la amistad familiar que tenía con San Martín y su hija. Elige ocuparse personalmente de Mercedes mientras su padre no estaba en Londres", dice Campana.

El historiador basó su investigación en documentos de archivos de Gran Bretaña, cartas y periódicos de la época. "Mercedes aprendió varios idiomas y se enriqueció culturalmente de la influencia de Frances, por su experiencia en la India y su pertenencia a la alta sociedad. Cuando salía del colegio era muy custodiada por su tutora. El matrimonio además la llevaba de paseo a distintas fincas en la campiña británica".

De adulta, la hija de San Martín se volvió una reconocida artista en Francia. Retrató a su padre e hizo una reproducción de un estandarte del conquistador español, Francisco Pizarro, que el municipio de Lima le había obsequiado al Libertador. La obra que realizó Mercedes está actualmente en el Museo Histórico Nacional.

"Quizás influenciada por Frances, Mercedes encontró en la pintura una forma de expresión que complementaba su educación clásica. Se dice que sus retratos y bocetos eran de una delicadeza y precisión notables, aunque lamentablemente pocos de ellos han llegado hasta nuestros días", señala Campana.

La familia San Martín y la Heywood mantuvieron el vínculo de amistad de por vida. Diana Jolliffe se convirtió en una de las amigas más cercanas de Mercedes. También apasionada por el arte, escribió un bestseller de las aventuras de su padrastro, Peter Heywood, como guardiamarina durante el motín del Bounty en la isla de Tahití. La mentora británica murió en Londres el 28 de octubre de 1863 y fue enterrada en el Highgate Cemetery. Aquél día Mercedes despidió a su segunda madre y Frances a su segunda hija.