El entrenador Velibor Bora Milutinovic explicó a ‘La Nación’ por qué guarda ese recuerdo con tanto cariño.
El técnico serbio Velibor Bora Milutinovic confesó un detalle poco conocido, revelado alguna vez en el reportaje Destino Confidencial, de la cadena internacional ESPN. Ahí demuestra su profundo amor por Costa Rica y los jugadores que participaron en el Mundial de Italia 90.
La anécdota la cuenta en el reportaje el actual entrenador de Alajuelense, Óscar Macho Ramírez, miembro de aquella generación. "Dicen que Bora tiene la foto de nosotros junto a su cama y, al despertarse, dice: ‘Los milagros pueden pasar".
Aunque algunos podrían pensar que se trataba de un montaje para el reportaje de ESPN, Bora confirmó en una entrevista con La Nación, durante su actual visita al país, que la anécdota es real. Explicó que guarda un cariño muy especial por Costa Rica, debido a todo lo vivido durante aquel Mundial.
"La foto cerca de mi cama, sí (es cierta), porque Costa Rica es algo especial para mí. Me buscaron 70 días antes del Mundial. El señor Moyano, que en paz descanse (Antonio Moyano Reina), fue quien me contactó por teléfono. Y con todo lo que pasó, realmente fue un momento muy especial para mí", comentó Milutinovic.
El estratega, quien estará presente este miércoles 11 de junio en la gala de conmemoración por los 35 años del debut de la Sele en Italia 90, en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños, explicó que lo logrado por Costa Rica en su primera Copa del Mundo fue totalmente inesperado, y de ahí el recuerdo que conserva con tanto cariño.
"Ese Mundial es especial porque nadie esperaba los resultados que obtuvimos con Costa Rica. Gracias a ello, pude continuar con mi camino: trabajé con Estados Unidos, volví a México y después dirigí a Nigeria y China. Pero todo se dio por los resultados con Costa Rica, con un grupo maravilloso de jugadores, pero aún más valiosos como personas", añadió Bora.
La Tricolor, en su primera participación en una Copa del Mundo, derrotó 1-0 a Escocia, perdió 0-1 con Brasil y venció 2-1 a Suecia, lo que le permitió avanzar a la segunda ronda del torneo, donde cayó 1-4 frente a Checoslovaquia, hoy República Checa, en un inolvidable "Verano italiano".