Recaudo tributario sigue bajo

El recaudo tributario en Colombia enfrenta una presión creciente a mitad de año, tal y como lo advierte un reciente análisis de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, según el cual, en lo corrido del año hasta mayo el recaudo bruto de impuestos fue de $127 billones, cifra que representa un faltante de $6,3 billones frente a la meta estipulada en el Plan Financiero (PF) del Gobierno. Para el equipo técnico de la entidad financiera, el hueco real estaría más cerca de $10 billones y la proyección para todo 2025 anticipa un desajuste de al menos $27 billones en los ingresos fiscales que deberían recortarse para evitar que se agrave la crisis de caja que enfrenta el Gobierno desde hace meses. Uno de los principales factores detrás de este desfase es el comportamiento inusualmente alto de las devoluciones de impuestos realizadas por la Dian, ya que entre enero y abril, dichas devoluciones, junto con el recaudo asociado a los Títulos de Devolución de Impuestos (TIDIS), alcanzaron los $9,8 billones, cifra que supera ampliamente el rango histórico observado entre 2010 y 2024, que osciló entre $0,5 y $5 billones (ajustado a precios de 2025). En este sentido, los analistas aseguran que esta presión sobre las cuentas fiscales ha afectado de forma directa el recaudo neto, aquel que se obtiene al excluir las devoluciones y los TIDIS, dado que aunque el recaudo bruto para ese periodo cumplió la meta del Confis ($94,6 billones), el recaudo neto presentó un faltante de $3,9 billones para ellos, al tener en cuenta los cambios recientes en el calendario tributario, realmente podría ser de $8 billones. Por otra parte, señalaron que el alto volumen de devoluciones en 2025 podría estar relacionado con una estrategia fiscal aplicada en 2024 para contener el déficit, ya que de acuerdo con la hipótesis de la entidad, el Gobierno habría postergado devoluciones de impuestos el año pasado para evitar que el déficit fiscal superara el -6,7% del PIB observado, lo cual estaría generando un efecto adverso este año, ya que las devoluciones acumuladas finalmente se están ejecutando, restando liquidez al fisco y deteriorando la ejecución presupuestal. A este escenario se suma el reconocimiento oficial de que las metas tributarias definidas en el Plan Financiero eran demasiado optimistas, especialmente por parte del ministro de Hacienda, Germán Ávila, quien señaló recientemente en el Congreso que el crecimiento proyectado se reducirá a un 14%, es decir, un ajuste de $20 billones.