Lunes, 16 de Junio de 2025

Impulsos incontrolables

ChileEl Mercurio, Chile 15 de junio de 2025

Es a mitad de camino en "All about Eve" que las furias se desatan: la diva Margo Channing (insuperable Bette Davis) aprecia por fin la verdadera dimensión de la telaraña que la en apariencia sumisa y apacible Eve Harrington ha ido tejiendo en torno a ella, desde que se presenta ante su ídola como una abnegada fan, convertida luego en fiel asistente, hasta que se convierte en su potencial reemplazante sobre el escenario, en el romance y en la vida

Es a mitad de camino en "All about Eve" que las furias se desatan: la diva Margo Channing (insuperable Bette Davis) aprecia por fin la verdadera dimensión de la telaraña que la en apariencia sumisa y apacible Eve Harrington ha ido tejiendo en torno a ella, desde que se presenta ante su ídola como una abnegada fan, convertida luego en fiel asistente, hasta que se convierte en su potencial reemplazante sobre el escenario, en el romance y en la vida. Se trata de un acto vampírico de alta carga melodramática, no solo por las explosiones de emoción entre las involucradas, sino por la aparente naturalidad, la mansedumbre con que todos en el círculo de Margo observan esta operación de sabotaje; incluso su pareja, el director de cine Bill Simpson, es incapaz de darse cuenta de la firmeza de esa tela, que ahora también comienza a envolverlo a él:
-!Tienes que terminar de herirnos a ti y a mí con esos ataques de paranoia¡, le grita a Margo, exasperado.
-No tengo ni idea de qué significa eso.
-Bueno, ya es hora de que te des cuenta. Y que sepas que te amo. Que eres bella e inteligente...
-!Ah¡ No soy más que un cuerpo y una voz.
-... una gran actriz en el peak de su carrera. Tienes todas las armas para ser feliz...
-Salvo la felicidad.
-... pero por un extraño e incontrolable impulso dejas que las acciones de una chiquilla como Eve te conviertan en una arpía. Así que córtala de una vez.
Margo mira a Bill y lo sigue mirando durante unos segundos que se vuelven interminables; luego entrecierra los ojos y se incorpora, dando media vuelta. Ya de espaldas, enfrentando a una audiencia invisible, la actriz sentencia:
-Es obvio que no eres una mujer.
Es en ese momento que la película hace explícito algo insinuado desde sus primeras secuencias; que esta no es la clásica película "tras bambalinas", esa clase de ejercicio ombliguista que Hollywood y el resto de la industria del espectáculo han practicado con diligencia desde sus mismos inicios, como terapia para expiar sus pecados y en clave de descarado autohomenaje. Lo que mantiene vivo al filme, a 75 años de su estreno -debutó en salas a fines de octubre de 1950-, es la furia, temor y paulatina resignación con que una generación enfrenta a la que, más pronto que tarde, la sucederá, y claro, la forma en que este trauma se redobla en el caso de las actrices, el eslabón más débil de la cadena: veneradas sin reservas por su público y mantenidas en la cima, provisto que su talento vaya acompañado idealmente de belleza y juventud, algo que el paso del tiempo irá minando y desgastando de manera inevitable, en un ciclo que se renueva y se perpetúa, y donde más vale ser depredadora que víctima.
Así descrito, el motivo conductor de "La malvada" -como fue titulada la cinta en México y también por estos lados- es sorprendentemente similar al de "La sustancia", resonante éxito de la pasada temporada que usó los mecanismos del cuento de hadas para desdoblar a una misma actriz, para hacer de ella tanto la joven como la vieja, la ganadora y la perdedora atrapadas en un único envase; pero ahí donde la película de Demi Moore se engolosinaba con las posibilidades didácticas de su premisa (y con el potencial gore de la monstruosa transformación), "All about Eve" es pura elocuencia; diálogos, frases, preguntas, respuestas que más que escritas parecen cinceladas con temeraria precisión, francamente imposibles de imitar a menos que corras el riesgo de caer en la parodia y el kitsch , como en su momento hicieron decenas de teleseries (hasta cierto punto, toda teleserie es un remake de al menos un aspecto de "All about Eve"), o que, tal como probó en su momento Almodóvar -es su filme favorito-, abraces esa chance y crees tu arte sosteniendo esa tensión casi imposible hasta el final.
El punto es que, en orden a conseguirlo, inevitablemente necesitas de los actores. Las líneas escritas y estupendamente dirigidas por J. L. Mankiewicz no serían más que eso, líneas dispuestas sobre un papel, sin el concurso de un elenco que, aunque celebrado en su tiempo, quizás hoy hace sentido más a los cinéfilos que al público general: Davis, Anne Baxter, Celeste Holm, George Sanders, Thelma Ritter, Gregory Ratoff, sumada a una aparición fugaz de Marilyn Monroe, una constelación que no tiene nada que envidiar al despliegue de Benicio del Toro, Tom Hanks, Bryan Cranston, Jeffrey Wright, Willem Dafoe, Scarlett Johansson y Benedict Cumberbatch, en la reciente "El esquema fenicio"; pero, mientras el desfile de sus caras por la esotérica trama articulada por Wes Anderson va asemejando más y más las rígidas figuras de un laberíntico museo de cera, con el correr de la trama las maqueteadas creaciones de Mankiewicz solo se hacen más humanas, más fallidas; sus fisuras expuestas a la vista, quebradas tal como la voz y la mirada de Margo, alma puesta al borde del precipicio, pero capaz de actuar su propia redención.
All about Eve
Escrita y dirigida por J. L. Mankiewicz.
Con Bette Davis y Anne Baxter.
Estados Unidos, 1950, 138 minutos.
Disponible en Amazon Prime
DRAMA
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