El León se devoró al Tigre: ¡Santa Fe, inmenso finalista!
José Orlando Ascencio - subeditor de deportes @josasc
A Santa Fe nunca hay que darlo por muerto
José Orlando Ascencio - subeditor de deportes @josasc
A Santa Fe nunca hay que darlo por muerto. El espíritu de lucha siempre hay que tenerlo en cuenta. Y si a eso se suma un técnico que plantea bien un partido y sorprende al rival, se da lo que se dio este jueves: una victoria categórica, merecida, contra un Millonarios que entró dormido y perdió la opción de ser finalista de la Liga, jugando como local y con la gran mayoría del público a su favor. Fue un 1-2 que se resolvió en los primeros diez minutos y que el León manejó con solvencia, con distintas maneras de hacerlo, para volver a una final después de un año, y con la opción de buscar su décima estrella contra Deportivo Independiente Medellín, comenzando en Bogotá y terminando en el Atanasio Girardot. Por la posición en la tabla y por el ‘punto invisible’, Millonarios jugaba con dos marcadores: triunfo o empate. Esa ventaja le duró menos de dos minutos: Nicolás Arévalo se durmió y perdió un balón en el borde del área, Harold Santiago Mosquera lo tocó al centro y Hugo Rodallega lo metió en el arco de Álvaro Montero. El línea levantó la bandera, Andrés Rojas escuchó al VAR y desde la cabina le dijeron que el goleador de la Liga estaba habilitado: 0-1. Antes de los diez minutos, Santa Fe le dio otro golpe letal a Millonarios, cuando Stiven Vega perdió un balón en la mitad con Ewil Murillo, que se juntó con Rodallega para llegar al área y conseguir el segundo. Los azules se quedaron pidiendo una falta lo que generó reacción de los analistas arbitrales: coincidieron en que el gol debió ser anulado. La carta de Santa Fe antes del juego, en la que decía que confiaba en el trabajo de los árbitros, comenzaba a tener efecto. Pero mucho más efecto tenía el planteamiento de Bava, que con esos diez minutos en los que apretó a los volantes de marca azules logró sacar una ventaja que sostuvo muy bien en el resto de la primera etapa. Ya la pelota la tenía Millonarios, pero con dos goles abajo y sin Daniel Ruiz, que acusó un dolor y pidió cambio. Entró Kevin Palacios, un jugador de otras características, más para correr que para manejar la pelota. Solo en los últimos minutos de la primera etapa, Millonarios se acercó al descuento. Primero, Palacios le ganó la espalda a Elvis Perlaza y tiró un balón que no era fácil y que Marmolejo manoteó para evitar el peligro. Y luego, Falcao llegó tarde para conectar una pelota que Helibelton Palacios le puso frente al arco. Con un ajuste en la nómina, el ingreso de Jhon Meléndez por Elvis Perlaza, Santa Fe comenzó a jugar con el reloj y a buscar un contragolpe contra un Millonarios que se le vino encima, más con desesperación que otra cosa. Kevin Palacios se convirtió en hombre clave y lo más peligroso en el área roja se generó en sus pies. La más clara, un remate suyo que atajó brillantemente Marmolejo, tras un centro de Jhon Emerson Córdoba, que había entrado por Jáder Valencia, a quien le anularon antes una jugada de gol por fuera de juego de Falcao, que le había hecho la asistencia. Falcao, tan desesperado como el resto del equipo, se salvó de la expulsión: tenía amarilla por botar lejos la pelota en protesta por una decisión arbitral en el primer tiempo y luego metió un pisotón que merecía la segunda amonestación. El Tigre estuvo a punto de aprovechar el indulto con el gol del descuento, pero, otra vez, Marmolejo lo impidió. Santa Fe le había apostado a un contragolpe y para eso metió a dos veloces; Edwar López y Jeison Angulo. Y Omar Frasica, que había sido el alma roja en la primera etapa, no pudo más y pidió el cambio. Y si faltaba algún drama en este partido, se dio en el tiempo de reposición, cuando Helibelton Palacios y Hugo Rodallega chocaron cabeza con cabeza. La ambulancia apareció por la zona de traslado y hubo susto por los dos jugadores. Se esperaba el reporte de los departamentos médicos de ambos clubes. El último suspiro le alcanzó a Millonarios para que Falcao se despidiera del campeonato con un golazo de tiro libre, en el minuto 90+13. Ya era demasiado tarde. La garra de Santa Fe volvió a aparecer.