Benjamín Vicuña: "Me siento un afortunado por estar trabajando tanto en Argentina"

Antes de este año, Benjamín Vicuña (46) no estrenaba una película en salas locales desde la exitosa comedia "Papá al rescate" en 2023. En todo caso, 2025 ya se ha convertido en un año cargado de cine para el actor chileno.
El año partió con el debut del drama español "El silencio de Marcos Tremmer", de Miguel García de la Calera, y luego vinieron dos comedias dramáticas argentinas: "Mensaje en una botella" (disponible en Amazon Prime Video), de Gabriel Nasci, y "Corazón delator" (Netflix), de Marcos Carnevale. Ahora se prepara la llegada de su cuarto título del año, la comedia "Papá x2", coproducción argentino-chilena que debutará en ambos países el próximo 11 de septiembre.
"A veces ocurre que en poco tiempo se concentran películas que se filmaron hace bastante tiempo, pero también lo veo como la consecuencia de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio", dice Vicuña a "El Mercurio", a través de una videollamada desde Buenos Aires, sobre su apretada agenda cinematográfica.
"Y ahora 'Papá x2' tiene un desafío especial, que es invitar a la gente a las salas de cine con una película que fue pensada y diseñada para abordar los dos territorios, el chileno y el argentino. Por ejemplo, hemos integrado elencos de ambos países y es un modelo creativo y también de negocio para complementar las industrias", explica.
Dirigida por el argentino Hernán Guerschuny, "Papá x2" cuenta la historia de Santiago (Vicuña), a quien su novia Ana (Celeste Cid) le confiesa que está embarazada y el padre de la criatura es su ex, Pancho (Lucas Akoskin), producto de un breve reencuentro durante un período en que ambos estaban separados. La noticia produce una crisis personal en Santiago que se agudiza aún más cuando Pancho regresa desde Miami, donde vive, y se aloja con la pareja hasta el nacimiento del bebé. Al elenco de figuras trasandinas se suman también otros rostros chilenos como María Gracia Omegna, Sergio Freire, Tati Fernández y Alejandro Goic, entre otros.
Luego de una galería de roles dramáticos (en dos de sus últimos filmes, de hecho, interpretaba personajes gravemente enfermos), Vicuña reconoce que estaba buscando una comedia: "Es fundamental tener la libertad editorial de moverme en diferentes registros. Y es verdad que ya venía haciendo varios roles dramáticos, que hablaban en torno a la muerte, y creo que ya me merecía una comedia, volver a un género que me encanta. También creo que esta es una comedia inteligente y que estoy seguro la gente va a disfrutar y con la que se va a sentir identificada con temas que estamos viviendo en una sociedad que va evolucionando y que cada vez te va exigiendo más como papá. La verdad es que me vino muy bien esta comedia, me la venía pidiendo el universo y me cayó en el momento exacto".
Radicado en Argentina hace ya dos décadas, el actor ve en el cine su posibilidad de mantenerse conectado con el público chileno: "Mi país de residencia es Argentina, mis hijos viven acá y no voy a negociar el poder vivir cerca de ellos. Pero obviamente tengo afectos en Chile, allá están mi familia, mis viejos, mis hermanos. Y es hermoso poder trabajar acá y que los contenidos se vean allá, o también hacer películas en Chile como una forma de permanecer y de seguir en mi país que adoro, que es mi casa y donde hay un público que aún me banca y que siempre me hacen saber en la calle y en redes sociales que les gusta mucho mi trabajo. Yo estoy feliz de poder seguir y ojalá el día de mañana poder volver con más cosas, incluso proyectos más grandes".
Por lo pronto, Vicuña ya rodó con Marko Zaror la película "Rey del ring", de Rodrigo Sepúlveda (4 de octubre en cines); y está confirmado para actuar en la cinta "Simulacro", de Juan Ignacio Sabatini.
A poco de comenzar a rodar la nueva temporada de "Envidiosa" para Netflix y también una nueva serie junto al cineasta Daniel Burman, está consciente de su apretada agenda de proyectos en un período crítico del audiovisual argentino en medio de crisis económicas y la falta de políticas públicas para apoyar al sector.
"La crisis moviliza y genera que se busquen posibilidades para seguir filmando y para que siga viva la llama del cine. La verdad es que me siento un afortunado por estar trabajando tanto en Argentina, dadas las condiciones y la realidad de las políticas públicas y de lo que sucede en el mercado, en la industria. Es un lujo que me puedo permitir, tener diferentes proyectos, películas comerciales como esta y otras muy independientes, de autor. Me interesa poder seguir contando historias, seguir hablando de nuestra identidad, de lo que nos preocupa, de nuestros sueños", señala.