Trump vs. Musk
Ricardo Gaitán
Hace nueve meses el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y el hombre más rico del mundo pactaron una alianza política y económica para un "gana y gana"
Ricardo Gaitán
Hace nueve meses el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y el hombre más rico del mundo pactaron una alianza política y económica para un "gana y gana". El 10 de enero del año en curso iniciaron la luna de miel que terminó en gresca 132 días después. Detonante: la "Gran y hermosa ley de facturas" propuesta por Trump y aprobada en la Cámara de Representantes el 22 de mayo, que podría consolidar y ampliar su agenda económica a través de cuatro medidas: aumento del gasto en seguridad fronteriza y defensa, recortes en gasto social, extensión y ampliación de recortes fiscales, incremento del techo de la deuda. Según expertos, la nueva ley podría tener consecuencias para el equilibrio fiscal y la protección social en EE. UU., pero también, repercusiones significativas para Tesla (vehículos eléctricos y energía) y otras empresas de Elon Musk como SpaceX (exploración espacial) y Starling (constelación satelital para internet). Una de las principales preocupaciones de Musk sobre la "Gran y hermosa ley trumpiana" es la eliminación de subsidios federales para vehículos eléctricos (US$7.500 por compra), lo cual reduce las ganancias anuales de Tesla en 1.200 millones de dólares, afectando su competitividad global y desacelerando la transición energética en otros países. El magnate sudafricano calificó la nueva ley como una "aberración repugnante", y advirtió que EE. UU. aumentaría sustancialmente la deuda nacional. Por su lado, Trump amenazó con interrumpir los contratos que tienen las empresas de Musk con su gobierno, como una manera de "ahorrar dinero" en el presupuesto federal. Mientras los dos magnates se peleaban en las redes sociales, las acciones de Tesla cayeron 14% en un día (pérdida de US$153.000 millones en valor de mercado), lo cual ha generado repercusiones económicas y políticas con fuerte impacto en el comercio global. Antes de la "gran y hermosa ley trumpiana", los incentivos habían sido fundamentales para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos en EE. UU. y otros países, beneficiado directamente a Tesla. La empresa ha invertido considerablemente en influir, mediante lobbys, para preservar estos beneficios, pero la nueva legislación borra de tajo el acuerdo "gana y gana", lo que está afectando negativamente sus ventas y su posición en el mercado. Musk, quien aportó unos US$250 millones a la campaña de reelección, tiene más seguidores que nadie en su red social X, pero Trump tiene un enorme poder político sobre las empresas del multimillonario, que han recibido miles de millones de dólares en contratos federales. La pelea expone cómo las grandes marcas de diferentes sectores dependen de decisiones políticas, lo que podría acabar con la confianza de inversores internacionales sobre una estabilidad regulatoria, y eliminar los acuerdos bilaterales que mantuvieron la armonía del comercio mundial por más de 80 años. La pregunta: ¿hay un ganador en esta pelea? No... hay un gran perdedor, el comercio mundial.
Analista de marca.