Más libros clásicos, pero menos diccionarios: así cambian las herramientas de aprendizaje en casa

El 92% de los estudiantes de 15 años alrededor del mundo tenía un diccionario en casa en 2015. Casi una década después, solo el 80% declara tener uno en su hogar.
Así lo da cuenta un reciente informe PISA in Focus de la OCDE, que tomando datos de 2022, compara cómo ha evolucionado el ambiente de aprendizaje extraescolar en los últimos años. "PISA mide los recursos educativos disponibles en el hogar porque son un predictor significativo del aprendizaje en áreas clave como lectura, matemáticas y ciencia. El acceso a libros, internet, herramientas digitales y un espacio adecuado para estudiar en casa pueden facilitar el aprendizaje; en cambio, su ausencia puede limitar significativamente las oportunidades educativas", comenta Daniel Salinas, analista OCDE y profesional chileno que colaboró con el documento, que entre otras conclusiones, revela cómo lo digital ha ido ganando terreno en un mundo donde por tradición, el papel era visto como el principal recurso pedagógico.
De esta forma, los textos creados para ser un apoyo escolar pasaron de estar disponibles en el 82% de los hogares, a estar presentes en el 78% de estos.
Por su parte, si se comparan los datos de 2015 a 2022, la conexión a internet, así como la presencia de computadores, tabletas y software educativos en casa, muestran todos alzas, con el 94% de los estudiantes logrando conectarse a distancia.
Y si hace 10 años, dos de cada 10 alumnos (20%) reportaban tener entre 11 y 25 libros dentro de su casa, la cifra actual es 18%. Pese a la leve baja en el número de libros en el hogar, la literatura clásica -textos de Shakespeare, por ejemplo- aumentó de 52% en 2015 a 63% en 2022. De 59 países evaluados, solo dos (Indonesia y Perú) experimentaron una disminución en relación a este ítem.
A nivel chileno, 39% de los estudiantes de 15 años que tomaron la prueba PISA en 2015 respondieron que había literatura clásica disponible en su hogar, mientras que en 2022 este número creció a 45%.
Además de un renovado interés educativo por los clásicos, desde París, donde está la sede de la OCDE, Salinas comenta que "instituciones educativas y editoriales han impulsado colecciones accesibles y adaptadas para nuevos públicos, incluyendo versiones ilustradas o con lenguaje actualizado".
Pospandemia
Respecto al auge de lo digital, el informe señala que "uno de los cambios más notables de los últimos años es el rápido aumento del software educativo. En PISA 2015, el 53% de los estudiantes declaró tener alguno disponible en su hogar. Esta cifra se mantuvo relativamente estable en 2018 (con 54%) y aumentó al 74% en 2022".
El texto plantea que este crecimiento "refleja una tendencia más amplia de digitalización en la sociedad. Si bien hace una década los computadores para las tareas escolares y el acceso a internet ya estaban ampliamente disponibles en el hogar de muchos estudiantes, el auge del software educativo representa un paso natural en esta evolución tecnológica". Tras eso, agrega que la pandemia de covid-19 "probablemente aceleró" el cambio.
"El concepto de educational software se refiere a programas educativos disponibles en el computador, y no incluye aplicaciones móviles. Estos programas están diseñados para apoyar el aprendizaje desde el hogar, como plataformas de ejercicios, software de refuerzo escolar, entre otros", dice Salinas.
"Es muy probable que la pandemia haya acelerado una tendencia ya visible: en Chile, el acceso a este tipo de software en el hogar entre los estudiantes de 15 años pasó de 32% en 2015 a 43% en 2018, y luego a 62% en 2022. Una tendencia similar se observa en el resto de los países de la OCDE, donde el cierre de escuelas impulsó el uso de herramientas digitales en los hogares, como parte de las estrategias nacionales para garantizar la continuidad del aprendizaje".