Estrenada en 1997, "Sé lo que hicieron el verano pasado" surgió en un momento donde el cine slasher volvía a tener popularidad; este jueves se estrena una nueva versión del título de terror.
Hace 30 años, el cine slasher estaba pasando por un pésimo momento. Si bien este subgénero del terror nunca fue bien recibido por la crítica, tuvo una explosión de popularidad a fines de los años setenta gracias a películas como Halloween, que dieron pie a otras sagas de asesinos seriales: Viernes 13 y Pesadilla en lo profundo de la noche. El furor se extendió hasta mediados de los ochenta, cuando las secuelas interminables comenzaron a agotar al público, y el género perdió popularidad quedando en el olvido.
Para 1996 el cine slasher estaba muerto y enterrado. El público ya no quería ver la misma fórmula en tres actos del asesino imparable y casi inmortal en busca de desprotegidos adolescentes, quien a su vez sucumben ante la llamada final girl. Como señala Carol J. Clover en su ensayo Men, Women and Chain Saws, esta figura femenina es "la única que mira al asesino cara a cara, que sobrevive para contar la historia". Y fue precisamente al revisar esa fórmula que el género renació.
El giro lo dio un joven guionista, Kevin Williamson, quien le dio un nuevo aire al género mientras veía un documental sobre asesinos seriales. La tragedia en una universidad de Florida donde un grupo de estudiantes habían sido asesinados y mutilados, lo inspiró a escribir un guion slaher que vendió a la productora Miramax por 500.000 dólares y que se convirtió en Scream. El director Wes Craven, creador de Freddy Krueger y quien por entonces buscaba hacer otro tipo de películas, no dudó en ponerse al frente del proyecto que se convirtió en un éxito.
Para su siguiente proyecto, Williamson adaptó la novela de Lois Duncan de 1973: Sé lo que hicieron el verano pasado. La película se estrenó a fines de 1997 y fue otro batacazo de taquilla ya que costó 17 millones y recaudó más de 125 millones de dólares en el mundo.
Disparó además la carrera de sus cuatro jóvenes protagonistas: Jennifer Love Hewitt y Sarah Michelle Gellar (quienes eran caras conocidas de la TV por las series Party of five y Buffy: la cazavampiros) y los entonces desconocidos Freddie Prinze Jr. y Ryan Phillipe. La película dio para una secuela (Todavía sé lo que hicieron el verano pasado se estrenó en 1998 con Hewitt y Prinze Jr. volviendo a la acción) y una tercera entrega (en 2006: Siempre sabré lo que hicieron el verano pasado) que se estrenó directo en video. Además, en 2021 se estrenó una serie, basada en la primera película, en la plataforma de streaming Prime Video.
La trama se centra en un grupo de amigos que viven en un pueblito pesquero y una noche, en un accidente, creen matar a un hombre y deciden tirarlo al mar para no ser descubiertos. Un año después comienzan a recibir cartas con la amenaza del título mientras son perseguidos por una figura que usa gabardina negra y un garfio.
Esta nueva entrega, que se estrena hoy y la dirige Jennifer Kaytin Robinson (responsable de Do Revenge de Netflix), repite la fórmula ahora con cinco jóvenes: Ava (Chase Sui Wonders), Danica (Madelyn Cline), Stevie (Sarah Pidgeon), Teddy (Tyriq Withers) y Milo (Jonah Hauer-King).
Así, a casi 30 años de aquel fatídico 4 de julio, el "asesino del gancho" volverá a atacar. Aunque cuando los protagonistas se dan cuenta que el acosador imita el "modus operandi" de aquel asesino serial, pedirán ayuda a los sobrevivientes de la "Masacre de Southport": Ray y Julie (o sea Prinze Jr., y Hewitt).
https://www.youtube.com/watch?v=BQlKrhCs7zg
Género que vive y lucha
Si bien exponentes hay muchos, las películas de slasher suelen seguir una misma fórmula: una acción incorrecta del pasado genera la motivación para que el asesino comience a matar. Se trata de un villano que suele tener su rostro oculto y usa armas blancas: cuchillos, hachas o machetes.
Además, en varias ocasiones es una persona que busca venganza sobre un terrible suceso del pasado. Eso pasó con Freddy Krueger, que fue quemado vivo, con Jason Vhoores víctima de los abusos de sus compañeros, Jeremy Melton en Día de venganza que asesina a las mujeres que le rechazaron en el colegio, o el peregrino John Carver que busca venganza un Viernes negro.
Aunque el cine slasher nunca gozó de gran popularidad entre los críticos, gracias a títulos como Scream y Sé lo que hicieron el verano pasado, más adelante El juego del miedo, Hostal y últimamente con la saga Terrifier, Los extraños y la trilogía protagonizada por Mia Goth: Pearl, X y Maxxine, el género slasher goza de buena salud.
Aunque se trata del subgénero dentro del terror, que de por sí ha sido mirado con poco cariño por parte de la prensa especializada. De hecho, solo ocho títulos de terror (incluyendo La sustancia que recibió cinco candidaturas este año) han logrado una nominación al Oscar a mejor película en casi un siglo. Claro que no todas son de Wes Craven, Roman Polanski, John Carpenter o Brian de Palma, algunos exponentes que revolucionaron el género en los setenta explorando los miedos de la sociedad y aportando a las películas de terror un poco de realismo, estilo y hasta una arista política. Esta nueva clase de cine prescindió del vampiro y el hombre lobo para dar el salto a un peligro más aterrador y mostrar el lado más oscuro de la familia tradicional con una clase de violencia que no se había visto.
Y si bien Sé lo que hicieron el verano pasado es una gota en un océano de asesinos en serie y jóvenes intentando escapar, vuelve a demostrar que más allá de la fórmula repetida, de la trama conocida, los sustos siempre regresan.