El remezón que trae la reforma tributaria del Ejecutivo para los fondos de inversión
La gran reforma tributaria que quería impulsar el Gobierno dejó de estar sobre la mesa y ahora, ya en los últimos meses de su mandato, Hacienda lanzó una propuesta enfocada en las pymes
La gran reforma tributaria que quería impulsar el Gobierno dejó de estar sobre la mesa y ahora, ya en los últimos meses de su mandato, Hacienda lanzó una propuesta enfocada en las pymes. Y para compensarla contempla un pilar que podría remover a un área clave del mercado local: los fondos de inversión.
"Los fondos de inversión privados se volverán harto menos atractivos al tener que pagar el impuesto de primera categoría", dice Gonzalo Reyes, socio de Abaqus, frente a la medida que propone eliminar la exención tributaria de estos vehículos.
Dado que la iniciativa contempla una rebaja de impuestos a las pymes, además de beneficios tributarios a la clase media, el Gobierno busca recuperar el costo fiscal anual del proyecto, que alcanza los US$ 1.000 millones, con tres pilares: impuestos personales a los altos ingresos, modificaciones a los impuestos a la herencia y reducción de las exenciones tributarias de los fondos de inversión.
Para los fondos públicos, se mantiene la exención de impuesto de primera categoría, excepto cuando el fondo distribuya utilidades a empresas con domicilio en Chile. El cambio es más drástico para los fondos de inversión privados: ahí se elimina por completo la exención, "salvo aquellos que invierten en capital de riesgo, retomando el objetivo de fomentar la inversión en sectores estratégicos".
Así, "pagarán una tasa del 27%, con excepción de aquello que dediquen al menos el 85% del activo total del fondo a inversiones en capitales de riesgo", especifica Víctor Fenner, socio adjunto de Conocimiento en Políticas Tributarias de EY.
El Gobierno argumenta que se busca aumentar la recaudación en un instrumento ampliamente criticado por permitir la evasión de impuestos y en el que dominan los inversionistas institucionales y de alto patrimonio. La medida, además, sigue las recomendaciones de la mayoría de los integrantes de la Comisión Tributaria para el Crecimiento y la Equidad del año 2021, que instaló Ignacio Briones (parte del comando de Evelyn Matthei actualmente) cuando era ministro de Hacienda, y tuvieron voto a favor de economistas como Claudio Agostini y Bernardo Fontaine.
"Se estima una recaudación de 0,07% del PIB en régimen de los fondos privados, y de 0,08% del PIB en los fondos públicos, en régimen", agregó el Ministerio de Hacienda a El Mercurio Inversiones. Es decir, entre US$ 230 millones y algo más de US$ 260 millones, respectivamente.
¿Evasión o incentivo?
"Una de las principales críticas que se han hecho en contra de los fondos de inversión es que facilitan la evasión fiscal", reconoce Sergio Arriagada, docente de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile y miembro del Centro de Estudios Tributarios.
Sin embargo, eliminar la exención a los fondos de inversión privados podría remover a este mercado. "Su principal característica es que no tienen tributación a nivel de primera categoría. Perderían un gran atractivo", plantea Arriagada.
Algunos son críticos. "Con la reforma, Chile pasa de tener un régimen más bien neutral a uno de los más costosos entre los países OCDE, donde priman las exenciones", asegura Patricio Jaramillo, director de Riesgo Financiero PwC Chile.
Y, según Fenner, de EY, "la regla general en los países OCDE es que los fondos de inversión sean tratados como entidades transparentes, es decir, no tributan por sus utilidades propias, sino que los impuestos se pagan a nivel de los dueños", señala. "Chile será excepción a esa norma en el caso de los fondos de inversión privados".
Para Arriagada, de la U. de Chile, esto afectaría principalmente a los inversionistas institucionales y de alto patrimonio. "Hay muchos family offices que tienen su pool de inversiones en base a fondos de inversión", dice. Pero agrega que podría haber efectos indirectos: "Muchas veces los fondos de inversión invierten en acciones u otro tipo de proyectos".
En el caso de los fondos públicos, en tanto, la propuesta de La Moneda "en general, le pega más a los que tengan más distribuciones, como fondos de deuda privada o de activos inmobiliarios con un dividend yield alto, al eliminar el beneficio de repartir utilidades a empresas", dice Reyes, de Abaqus. Con todo, "el pequeño inversionista invierte poco en ese tipo de instrumentos", afirma.