Un lustro catastrófico
El 30 de julio pasado se cumplieron cinco años desde que Pablo Milad asumió la presidencia de la ANFP, y el balance de su gestión deportiva y económica revela un deterioro mastodóntico, con resultados deplorables en todas las categorías de las selecciones nacionales
El 30 de julio pasado se cumplieron cinco años desde que Pablo Milad asumió la presidencia de la ANFP, y el balance de su gestión deportiva y económica revela un deterioro mastodóntico, con resultados deplorables en todas las categorías de las selecciones nacionales.
El decrecimiento convirtió a las escuadras chilenas en equipos de tercera línea en la región, a varios años luz de los colosos (Brasil y Argentina) y cada día más lejos de países que hasta hace poco estaban a su zaga.
Los datos que avivan el triste relato del quinquenio desnudan la herida. Lo más visible fueron los fracasos en las eliminatorias para Qatar 2022 y para la Copa 2026, que aún no termina pero que ya tiene al equipo sin opciones y en el último lugar del certamen.
En las series menores, la clasificación para el Mundial Sub 17 de Qatar, que Chile obtuvo en enero pasado tras finalizar en el 4º lugar del Sudamericano, fue el único festejo en el océano de frustraciones, la excepción a la regla del deslustre generalizado.
La historia reciente no miente: en el Sudamericano Sub 20 de Colombia 2023, la escuadra de Patricio Ormazábal terminó penúltima de su grupo y muy lejos de capturar uno de los cuatro boletos para el Mundial de Argentina. Dos años después, entonces con Nicolás Córdova en la cabina, la Sub 20 fue colista del hexagonal en Colombia y tampoco habría ganado una plaza para la Copa que se disputará en Chile de no ser porque será el anfitrión.
En el Preolímpico Sub 23 de Venezuela, la Roja estuvo a varias galaxias de clasificar a París 2024. Otra vez con Córdova en el mando técnico, ni siquiera avanzó al cuadrangular que entregaba los dos cupos.
Está dicho que la Sub 17 de Sebastián Miranda regaló la única satisfacción en este ciclo de penurias, pero esa categoría también aportó al sufrimiento cuando el elenco de Hernán Caputto cerró último el hexagonal de Ecuador y quedó eliminado de Indonesia 2023.
El fútbol femenino igualmente apunta un retroceso palmario. Luego de clasificar al Mundial de Francia y a los JJ.OO. de Tokio, las damas involucionaron: a la pobre actuación en la reciente Copa América de Ecuador, en que Chile ni siquiera clasificó a los Panamericanos, se suma el abortado intento por llegar al Mundial Sub 20 de Colombia 2024. Ambas escuadras con Luis Mena como DT, quien también protagonizó el escandaloso remate en Santiago 2023, cuando Chile enfrentó la final sin una portera en su plantel. El malogro, en todo caso, había empezado en el Sudamericano juvenil femenino que cobijó el país en 2022, donde las locales fueron quintas, no estuvieron ni cerca de ir al Mundial de Costa Rica y menos a los JJ.OO. de París. La curva descendente se prolongó en la ruta hacia el Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023, cuando las damas perdieron la repesca con Haití.
El resumen es penoso, pero grafica el inquietante estado del fútbol chileno. Y aunque cuesta imaginar un escenario peor, la inacción dirigencial, la precaria situación financiera de la asociación -que Quilín debería sincerar o aclarar- y el desinterés de los clubes en el desarrollo de las selecciones amenazan con profundizar la crisis y enrojecer aún más el balance de un lustro catastrófico.