La economía salvadoreña muestra signos de desaceleración
Economistas prevén en 2025 un crecimiento económico similar al que ha alcanzado El Salvador en los últimos años, arriba de un 2%, en sintonía con lo que han estimado varios organismos internacionales.
Rodríguez recordó que, a finales de 2024, se observaron signos de recuperación, lo que estaría relacionado con el "boom" en el consumo por el envío de remesas y las prestaciones laborales que se pagan al cierre del año, una tendencia que se mantuvo durante los primeros meses de este año.
Sin embargo, los datos disponibles para abril y mayo muestran un cambio en esta tendencia. "No se ha sentido con fuerza porque aún se está intentando comprender mejor el incremento de las remesas", acotó el economista.
Las remesas han crecido a niveles históricos en 2025, con aumentos mensuales de entre un 15% y un 18%, "lo que ha mantenido la economía a flote".
Respecto a los sectores, la industria manufacturera y la agricultura "están a la baja", mientras que los que "están dando la cara" son el turismo y la construcción con crecimientos de alrededor del 10%, indicó Rodríguez.
A finales de julio, el Consejo Monetario Centroamericano publicó que la economía salvadoreña crecería entre un 2.5% y un 3% en 2025. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que el país crecerá un 2.5%, el Banco Mundial espera un 2.2%, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó un 2.4%.
Acevedo recordó que en los últimos 25 años, El Salvador ha registrado bajas tasas de crecimiento de entre 2% y 2.5%.
"El punto de preocupación es el contexto global de menor crecimiento económico, y en Estados Unidos un menor crecimiento económico", dijo Acevedo sobre sus expectativas para el cierre del año.
Óscar Cabrera, presidente del
"La economía salvadoreña presenta una serie de trampas que imposibilitan que crezca más allá de su crecimiento potencial, que es apenas del 2.3%", expresó Cabrera.
Uno de los problemas de El Salvador es que "una economía especializada en servicios de bajo valor agregado", mientras que sectores como la manufactura y el agropecuario "han venido cayendo en su importancia relativa en el producto interno bruto (PIB)", explicó Cabrera.