El brasileño Raphael Claus estuvo en el debe y abusó de dejar seguir el juego cuando había infracciones y varias de ellas duras, al punto que Leo Fernández salió lesionado.
Para un lado y para el otro. Así se equivocó el árbitro brasileño
Raphael Claus de muy flojo arbitraje. 34 minutos, siete infracciones y un cambio obligado
por lesión sobre Leo Fernández fue lo que demoró en mostrar su primera tarjeta amarilla para un futbolista de un
Racing que llegó a Montevideo directamente a cortar el juego.
Así como dejó que la Academia pegue demasiado, es justo decir que se equivocó cuando le mostró la tarjeta roja a Adrián Martínez por un golpe a Javier Méndez que, si bien se generó por una pierna en alto, no tuvo la intención de golpear al zaguero de Peñarol que terminó con un corte y jugando con un vendaje.
El complemento no mejoró demasiado. Se lo vio un tanto displicente ante infracciones duras y ante otras que no fueron sancionadas cuando cortaban el juego.
Precisamente de juego se vio poco, al menos en el tiempo neto que hoy tiene tanto peso en el fútbol actual. Sin ir más lejos, los números indican que teniendo en cuenta los descuentos de ambas partes se disputaron 101 minutos, pero la pelota estuvo en juego en apenas 39 de ellos. De ahí se despliega que el esférico rodó solamente el 38% del tiempo total en el Campeón del Siglo.
Es cierto que hubo situaciones particulares como el propio corte de Javier Méndez, las ocasiones en las que se atendió a Leonardo Fernández, la aparición del VAR para decidir que no era roja para Martínez y una nueva jugada dirimida con la tecnología en lo que terminó siendo el gol del triunfo para el aurinegro.
De todas maneras, claro está que estos partidos son reñidos y más cuando hay mucho en juego de cara a los objetivos de seguir en un torneo como la Copa Libertadores y la prueba está en que en el partido entre Fortaleza y Vélez y en el de Atlético Nacional ante Sao Paulo -ambos disputados ayer- la cifra mejoró, pero tampoco tanto ya que se jugaron 42' y 49' respectivamente.