La joven no tenía vínculo con el mundo criminal, pero estaba comenzando una relación con el joven objetivo del ataque; homicidas pasarán 28 años en prisión.
La Suprema Corte de Justicia (
SCJ) confirmó la condena de tres hombres por
un triple homicidio cometido en 2017, en el que las víctimas fueron prendidas fuego dentro de un auto en el barrio
Colón. Los asesinados fueron el sobrino del ex barra de
Peñarol y narcotraficante Washington "Tato" Rodríguez Segade, la hija de una delegada del
Sunca -que no tenía vínculo con el delito- y un menor que se había fugado del
Inisa.
El caso ocurrió en junio de 2017 y por tratarse de un proceso del
viejo Código del Proceso Penal, recién tuvo su primera sentencia en marzo de 2024. La jueza Isaura Tortora condenó a tres personas a 30 años de prisión, pero esto fue apelado por los abogados de los involucrados, logrando reducir la pena a 28 años, en uno de los casos, y 28 años y seis meses para los otros dos.
Braian Méndez, de 21 años, era el principal objetivo del ataque. Era sobrino político de "Tato" Rodríguez Segade, asesinado en 2015 en medio de una guerra con los Algorta, grupo del barrio 40 Semanas. El joven había presenciado el secuestro de su tía, pareja de Segade, a quien luego asesinaron y prendieron fuego.
Méndez declaró por este caso ante la Policía, identificando a los autores, lo que despertó sed de venganza en la banda rival. En abril de 2017 decidió viajar a Italia para escapar, producto de amenazas y rumores de que los Algorta, asociados con los Suárez de Cerro Norte -el grupo de
Luis "Betito" Suárez-, ofrecían plata a cambio de que lo mataran.
Volvió a Uruguay el 9 de junio de ese mismo año. Durante el día de su retorno se lo vio acompañado por un joven apodado el
Pollo, que le debía a Méndez $ 900.000 y US$ 20.000, un dinero proveniente de la venta de droga. Por este motivo mantuvieron una discusión. Allí también estuvo Joaquín Laviano, de 17 años, quien tres semanas atrás se había fugado del Inisa, adonde había ido a parar luego de una
rapiña. Este sería después otra de las víctimas del triple crimen.
Horas después de esa reunión, Méndez avisó a su madre que se juntaría con una joven de 19 años que había conocido por redes sociales. Era
Micaela Saccone, hija de la entonces delegada del Sunca,
Laura Alberti. Si bien no tenía vínculos con el mundo delictivo, su relación, que recién comenzaba, la involucró en el caso.
Luego de pasar horas juntos, la pareja se dirigió hacia el barrio Borro para ir a buscar al joven fugado del Inisa, quien los esperaba en la casa del Pollo. Los investigadores desconocen con exactitud lo que ocurrió cuando llegaron, pero en ese momento fueron asesinados Méndez, Saccone y Laviano.
Las víctimas fueron trasladadas por los agresores en el auto del ya fallecido Méndez hacia Camino Carlos A. López, en el barrio Colón, donde sus cuerpos fueron prendidos fuego.
La fiscal
Sylvia Lovesio aseguró en el proceso judicial que este caso tuvo como origen el enfrentamiento entre bandas y deudas por droga: querían matar a Méndez. Luego de su muerte, los delincuentes enviaron un mensaje a su madre en el que decían: "Se los advertí, esto no termina así".
Por otra parte, la víctima menor de edad mantenía un conflicto con otro de los agresores, lo que también pudo haber sido una de las motivaciones del crimen. En tanto, la joven de 19 años poco tenía que ver con esta situación, ya que había conocido recientemente a Méndez, y habría sido asesinada para no dejar testigos.
En primera instancia fueron condenados tres hombres a 30 años de prisión por su participación directa. Los abogados
Juan Carlos Lecchini y Marcelo García dijeron que existió "falsedad de la investigación realizada por la autoridad policial", y pidieron la absolución de dos de ellos. Lo mismo hizo el abogado del restante.
El Tribunal de Apelaciones Penal de 1er Turno falló respaldando la sentencia de la jueza, aunque redujo las penas, entendiendo que "las imputaciones son distintas entre los copartícipes".
Si bien los condenados presentaron un recursos de
casación, la SCJ los declaró "inadmisibles".
Menor tuvo una reunión previa a su asesinato
Joaquín Laviano, de 17 años y víctima del triple crimen, mantuvo una reunión con sus agresores minutos antes de ser asesinado. En la casa del hombre apodado el Pollo, donde esperaba a las otras dos víctimas, fue abordado por la banda rival. Uno de ellos había sido atacado a tiros por Laviano dos veces. El menor le dijo que lo había hecho porque "le pagaron para lastimarlo". Tras el encuentro, el adolescente le mandó un audio a un amigo admitiendo tener "mucho miedo".