¿Qué aprender en una era donde la IA apunta a ser 'más inteligente' que las personas?
Teniendo toneladas de información disponibles a solo un clic, los especialistas estiman que en educación es clave pasar de un modelo basado en la memorización a otro donde se promuevan habilidades como el pensamiento crítico o la responsabilidad ética. Para ello, sugieren metodologías activas, proyectos interdisciplinarios y una mayor integración de las artes dentro del aula.
Un niño nacido en la actualidad "jamás logrará ser más inteligente que la inteligencia artificial (IA)". Esa al menos es la predicción de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI -la organización detrás de ChatGPT, popular asistente virtual-, quien dio a conocer su mirada en una reciente entrevista transmitida a través de redes sociales.
"Ese niño estará acostumbrado a un ritmo increíblemente rápido de mejoras y descubrimientos científicos. Nunca conocerá otra cosa. Le parecerá totalmente natural y creerá impensable, como si estuviéramos en la Edad de Piedra, que usáramos computadores, teléfonos o cualquier tipo de tecnología que no fuera mucho más inteligente que nosotros", profundiza Altman en la entrevista, que se compartió en plataformas como Instagram y TikTok.
Para Ernesto Guerra, del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) y del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile, esta afirmación "es una frase provocadora que cumple también un rol de marketing : busca llamar la atención y reforzar la idea de que la IA ya ocupa un lugar central en nuestras vidas. No obstante, no es tan categórica como suena".
Y agrega: "Es cierto que la IA supera a los humanos en velocidad de cálculo, memoria y acceso a la información, pero la inteligencia humana no se reduce a eso. Nuestra creatividad contextual, capacidad de empatía, juicio ético y, sobre todo, la facultad de encontrar sentido y propósito siguen siendo dimensiones donde la IA no compite. La discusión no debería ser quién es más inteligente, sino cómo aprovechar las fortalezas complementarias de cada uno".
Nutrir la creatividad
Siguiendo esta lógica, Guerra cree que es importante que los establecimientos educativos transiten desde un modelo "basado en la memorización, hacia uno centrado en competencias humanas fundamentales".
Lo esencial no es transmitir información "porque efectivamente hoy está disponible a un clic", concuerda Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de Unesco en Santiago.
Se debe apuntar a "formar personas capaces de aprender a lo largo de toda su vida, de pensar de manera crítica, de distinguir entre información confiable y desinformación, y de actuar con responsabilidad y ética. Al mismo tiempo, la educación debe nutrir la creatividad, las habilidades socioemocionales, el trabajo en equipo y la capacidad de imaginar soluciones nuevas a los problemas de la sociedad".
Para lograr este cometido, la representante de Unesco sugiere integrar más "las artes y la cultura" en el aula. "Por ejemplo, invitar a los estudiantes a crear cortometrajes o piezas musicales utilizando tecnologías digitales, combinando así innovación con expresión artística".
Trabajar en base a proyectos es otra de sus recomendaciones.
"Hay que aplicar nuevas metodologías que vengan, de alguna manera, a desafiar el sistema escolar y los estándares de aprendizaje. El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y otras metodologías activas lo que hacen es enseñarnos a aprender. Y un gran desafío que tenemos es aprender a aprender, que es algo que nos prepara para el aprendizaje a lo largo de la vida", señala Catalina Araya, directora de Educación de Fundación País Digital. "Ante entornos que están cambiando continuamente, en donde desaparece un trabajo y aparece otro, todas las personas vamos a tener que reinventarnos constantemente".
Escribir
Esta preparación -continúa Araya- no solo le corresponde al profesor de Tecnología. "El de Arte, con el de Matemática e Inglés pueden hacer un proyecto conjunto que después también puede ser criticado, iterado y hasta volver a ser diseñado".
Si lo que se busca es promover habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad o la comprensión ética de la tecnología, Ignacio Jara, director de Posgrado de la Facultad de Educación de la U. Diego Portales, comenta a propósito del uso específico de IA generativa en escolares, que "más que prohibirles usar este tipo de chat, se puede hacer que sea una fuente de texto que también analizan, comparan y discuten".
El académico cree que la IA, "al igual que la calculadora en su momento, es una herramienta, un asistente, que los va a ayudar a hacer mejor su trabajo. Pero (los estudiantes) tienen que seguir siendo los seres que piensan, tienen que ser ejercitados en habilidades como escribir, para poder tener una mirada crítica respecto a lo que entrega esta IA, que todavía es muy imperfecta".
En ese sentido, al consultar cuál debiese ser la relación de los escolares con las máquinas y las nuevas tecnologías, entendiendo que un recién nacido va a crecer en un mundo de avances rápidos, donde lo que se aprende un día sobre un dispositivo o software puede estar obsoleto al siguiente, Kuisch Laroche indica que "lo esencial no es aprender a manejar cada herramienta, sino desarrollar competencias permanentes: pensamiento crítico, capacidad de adaptación, ética digital y aprendizaje continuo. La clave es formar estudiantes capaces de usar la tecnología como aliada, entendiendo sus límites y sus riesgos. En la práctica, esto implica enseñarles a cuestionar la información que reciben, a proteger sus datos personales, a colaborar en entornos digitales y a usar la IA como complemento para potenciar su creatividad y no como sustituto de su pensamiento".
Rol docente"En todas estas experiencias, la tecnología no reemplaza al docente, sino que amplía sus posibilidades. Un niño puede encontrar una respuesta en internet, pero solo un profesor puede ayudarle a entender su sentido, a cuestionarla, a vincularla con su propia experiencia y a usarla para mejorar su entorno", advierte Esther Kuisch Laroche, representante de la Unesco.
Ernesto Guerra, académico de la U. de Chile, complementa diciendo que "en el contexto educativo, la IA debiese ser un asistente o facilitador, nunca un sustituto de las personas".
Desde la casa de estudios donde enseña, hace unos días se dio a conocer un estudio liderado por investigadoras del CIAE y enfocado en las condiciones mínimas que deben garantizarse para integrar la IA en contextos escolares. La formación docente deficiente, la falta de lineamientos institucionales, las brechas tecnológicas persistentes, el escaso acompañamiento pedagógico y las culturas escolares conservadoras, donde la IA no se discute como tema educativo, son algunos frenos actuales.
El estudio concluye que la inteligencia artificial no sustituye el rol docente, pero sí lo transforma.