Durante un nuevo desayuno de ADM, expertos del sector inmobiliario destacaron la implementación de proyectos bajo la órbita de la vivienda promovida, así como los proyectos de oficinas y shoppings.
Para los promotores privados de la construcción, laley de Vivienda Promovida es uno de los dinamizadores del sector, ya que atrae inversión privada mediante exoneraciones fiscales, lo que impulsa la construcción y al mercado en sí, generando empleo y renovando áreas urbanas, mezclando proyectos residenciales y comerciales entre sí en diferentes puntos de la capital y el país. En este sentido, expertos del sector hicieron un repaso de la situación actual, destacando los avances de diversos desarrollos y de creación de puestos de trabajo.
Vivienda promovida
El presidente de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu), Ignacio González, no suele hablar públicamente. Ayer lo hizo en un Desayuno de ADM, destacó los logros de la ley de Vivienda Promovida, señaló su rol en la generación de empleo y en la consolidación de barrios y planteó ajustes para dinamizar el programa "Entre Todos".
González defendió los efectos positivos que ha tenido la ley de Vivienda Promovida desde su aprobación en 2011. Subrayó que se trata de "la norma más importante en la historia reciente de la política habitacional" y que sus resultados se ven reflejados tanto en la creación de viviendas como en la consolidación urbana y el empleo en el sector.
"Es la segunda ley más relevante en materia de vivienda en la historia del Uruguay, y hoy es la primera. Ningún plan generó tanta cantidad de proyectos y de viviendas en tan poco tiempo", afirmó.
Según González, entre 2011 y 2019 se desarrollaron 826 proyectos, mientras que entre 2020 y 2025 la cifra ascendió a 1.185. Además, destacó que los emprendimientos son cada vez más grandes, lo que ha permitido consolidar barrios y dinamizar zonas que durante décadas permanecieron sin nuevas construcciones.
Uno de los objetivos centrales de la ley fue incidir en el precio de los alquileres. En ese sentido, González aseguró que el régimen cumplió con la meta: "Se lograron bajar los precios en Unidades Indexadas y estabilizar el mercado de alquileres".
También señaló que la iniciativa no solo benefició a los inversores, sino que permitió generar un stock significativo de viviendas para familias que efectivamente fueron a residir en los edificios construidos. "No podemos decir que es solamente para inversores. Hay edificios donde el 100% está habitado por propietarios que viven ahí. Y cuando hay inversión, eso también termina en alquileres que benefician a la gente", explicó.
González también aportó ejemplos concretos. Recordó que en zonas como Tres Cruces, la ley impulsó un proceso de transformación urbana iniciado en 2004 y consolidado con la construcción de nuevos edificios que cambiaron la fisonomía del barrio.
El impacto también se refleja en el empleo. Según datos manejados por Appcu, el sector mantiene actualmente a unos 56.000 trabajadores formales, por encima del histórico de 40.000 que tenía la construcción.
"Ese piso ya cambió. El histórico no va a ser más 40.000, sino 50.000. La vivienda promovida explica en buena parte que el sector se mantenga con altos niveles de ocupación y con ingresos promedio superiores a los que tenía en otras épocas", remarcó.
De todas formas, el presidente de Appcu planteó la necesidad de avanzar en nuevos programas que atiendan otros segmentos de la demanda. En particular, puso el foco en el plan "Entre Todos", aprobado a fines del año pasado y todavía en etapa de implementación.
En esta línea, la gremial ha presentado propuestas de ajustes que están siendo analizadas por los ministerios de Vivienda y Economía, con el objetivo de potenciar su alcance.
"Creemos sinceramente que puede andar, y puede andar muchísimo. Se trata de un plan que llega a sectores más amplios que la vivienda promovida, por eso queremos que se lo fortalezca con cambios que lo hagan más efectivo", señaló.
El dirigente insistió en que la vivienda promovida debe verse como una política de "ganar-ganar", la cual ya generó beneficios tanto para quienes invirtieron como para quienes accedieron a una vivienda o a un alquiler más accesible.
A su vez, González destacó el "círculo virtuoso" que se genera a partir de este tipo de proyectos: nuevas viviendas, barrios más consolidados, empleo en la construcción, actividad de proveedores y recaudación fiscal.
Shoppings y oficinas
Durante su exposición en el Desayuno de ADM sobre el desarrollo inmobiliario, el empresario y desarrollador Carlos Lecueder mencionó un panorama amplio sobre los distintos sectores en los que ha trabajado, incluyendo shoppings, oficinas y urbanizaciones. Destacó que la planificación de estos proyectos está fuertemente condicionada por el mercado y por la concentración de consumidores con capacidad de compra, más que por planes urbanos preestablecidos.
En relación a los shoppings, Lecueder explicó que Montevideo cuenta con seis grandes centros comerciales, ubicados estratégicamente a lo largo de la franja costera. Señaló que la elección de estas zonas fue resultado tanto de estudios de mercado como de circunstancias históricas y oportunidades que surgieron de manera casi fortuita.
En esta línea, hizo hincapié en la importancia de analizar la demanda local antes de ejecutar proyectos. "Si no hay gente comprando, los comerciantes se van", agregó.
Entre los proyectos futuros, mencionó el Aventura Shopping, que se construirá en el barrio Sayago con 120 locales comerciales y un enfoque en gastronomía y sostenibilidad. Este nuevo centro comercial va a estar ubicado en la intersección de la Avenida General Eugenio Garzón y María Orticochea, por lo que ocupará más de 150.000 metros cuadrados divididos entre el shopping, las torres residenciales y los espacios públicos.
Asimismo, Lecueder destacó que los shoppings de menor escala podrían desarrollarse en comunidades más barriales, complementando la infraestructura existente sin saturar el mercado.
Sobre edificios de oficinas, el empresario señaló que los proyectos de este tipo han buscado descentralizar la ciudad y generar polos de desarrollo en zonas antes poco aprovechadas. Asimismo, mencionó que la demanda futura se orientará a espacios de trabajo con mejor iluminación, contacto con el aire y entornos más agradables, reflejando cambios en los hábitos laborales tras la pandemia.
En cuanto a urbanizaciones y barrios, Lecueder hizo referencia a la importancia de estudiar la evolución de las zonas y la dinámica del consumo antes de invertir. Indicó que, si bien la expansión de oficinas y shoppings no será explosiva en el corto plazo, sí existen oportunidades para proyectos más pequeños y mixtos que respondan a la demanda real de la población.