Es sabio revisar tu vida
Gonzalo Gallo G
Gonzalo Gallo G.
Una antigua leyenda cuenta que Dios creaba el universo junto a varios ángeles. Uno preguntó: ¿Qué estás haciendo? Otro dijo: ¿Por qué y cómo lo haces? El tercero lanzó esta pregunta: ¿Cuánto vale todo eso? El cuarto dijo: ¿Quieres que te ayude? El quinto apuntó: Si lo deseas creamos un comité para asesorarte. El sexto se sentó feliz a admirar. El séptimo le dijo al Creador: Si alguien te causa problemas no dudes en llamarme, y se fue. El primer ángel era un filósofo, el segundo un científico y el tercero un economista. El cuarto era un generoso altruista, el quinto, un asesor y el sexto un artista o un místico. ¿Sabes tú quien era el séptimo? Es fácil adivinarlo, un abogado y político, pero dicen que en el cielo no hay ninguno. Con esta historia piensa cuál es tu rol o tu papel en esta vida. ¿Estás bien dónde te hayas y amas lo qué haces? Pierdes tiempo y energía pensando: "Me gustaría estar en otra parte, haciendo algo distinto". Acepta la realidad. Estás donde debes estar. Nada es por casualidad y tienes lecciones que aprender. La situación en la que te encuentras es para aprender esas lecciones. Ama aquí y ahora. Piensa lo aburrida y poco interesante que sería la vida si todo fuera facilito e inmediato. La vida se llena de luz si avanzas sin temor a lo nuevo. Dios te dice: "No temas, yo estoy contigo siempre". Sé consciente de que mejoras si hay un cambio completo de corazón, mente y espíritu. Asume tus responsabilidades, haz todo bien, y los cambios se producirán. Considera lo maravilloso y estimulante que es mejorar la realidad. Lo haces cambiando desde dentro, y reflejando esos cambios en el exterior. Benditos los que están abiertos, y eligen cambiar y hacer todo con amor. Son levadura en la masa para que el pan crezca. Sin la levadura, la masa no crecería. Sin cambio todo permanece estático, se queda estancado y muere. Vive con auténtico gozo y amorosa y constante gratitud. Suena insólito, pero en las casas, las empresas, las calles y el comercio, hay millones de muertos vivos. También pueden llamarse "vivos muertos". Su cuerpo respira, pero el alma está seca o muerta. ¿Por qué? Porque vivir es mucho más que andar, dormir, comer, comprar o hacer cosas. Vivir es amar de verdad, es ser conscientes, es dar lo mejor, es disfrutar plenamente. Por eso le dijo un sabio a un rey ya anciano: "Majestad, vas a morir sin haber vivido". Hace muchos años el escritor ruso Nicolás Gogol puso este título a una obra: "Almas muertas". Revisa tu vida y sé sincero, ¿qué haces por tu alma cada día? ¿En verdad nutres mucho ese espíritu? De los 1.440 minutos del día, ¿en cuántos tienes bien presente a Dios y a tu alma?
Escritor y conferencista.