Educación y empleo juvenil: hay brechas frente a la Ocde
La educación en Colombia ha enfrentado diversas situaciones desde la pandemia, e incluso desde tiempo atrás de ella
La educación en Colombia ha enfrentado diversas situaciones desde la pandemia, e incluso desde tiempo atrás de ella. Si bien hoy el país ha mejorado los indicadores en ese frente, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) aún persisten brechas a las que se les debe dar prioridad. El informe ‘La educación en un vistazo 2025’ de la Ocde reveló que entre las brechas que persisten en el territorio colombiano y las que más se destacan tienen que ver con la educación general y con el empleo juvenil. Es importante destacar que Colombia no es el país más rezagado. Ahora bien, de acuerdo con el informe, el 14% de los jóvenes de 18 a 24 años son ninis en los países de la Ocde, pero la proporción supera el 25% en Colombia, la República de Turquía y Sudáfrica, países socios de la organización. Esto, implica que aunque las tasas hoy en día han regresado en gran medida a los niveles previos de la pandemia, en el país el indicador aún está en niveles altos. El análisis precisa que, en materia de desempleo juvenil, "la mayoría de los jóvenes desempleados en los países de la Ocde lo han sido a corto plazo, desde el 1% de los jóvenes de 18 a 24 años en Grecia y el 11% en Colombia hasta menos del 2% en Chequia, Israel, Países Bajos y Noruega". Si bien en Colombia la mayoría de los casos de desempleo son de corta duración, la proporción se mantiene elevada en comparación con otras economías. Otro hallazgo es la baja proporción de jóvenes que combinan educación y empleo en Colombia. Según el informe, el país entra dentro los miembros de la Ocde donde menos del 10% combinan educación y empleo. Esto contrasta con países como los Países Bajos, donde más de la mitad de los jóvenes entre 18 y 24 años trabajan y estudian al mismo tiempo. En materia financiera, la Ocde destacó en materia de ingresos, que existen fuertes desigualdades salariales asociadas a la educación superior. "La ventaja salarial para los trabajadores con educación superior es del 25% o menos en Dinamarca, Noruega y Suecia, pero superior al 100% en Chile y Colombia y superior al 140% en Brasil y Sudáfrica". Esto significa que, en Colombia, los adultos con educación universitaria pueden llegar a duplicar los ingresos de quienes cuentan solo con secundaria, en un contexto en el que menos del 30% de los adultos posee un título de educación superior. La organización también resalta que Colombia figura entre los países de la Ocde con mayores disparidades en los ingresos laborales. "Chile, Colombia y Costa Rica se encuentran entre los países con las primas salariales más altas para adultos con educación terciaria, así como con los mayores niveles de dispersión salarial", afirman. El tema demográfico será crucial El documento advierte que la transición demográfica será otro desafío para Colombia. Se prevé que países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Colombia y Costa Rica experimenten descensos en sus poblaciones de niños pequeños de más del 9%, debido principalmente a la caída de las tasas de natalidad. Este fenómeno podría tener efectos directos en la matrícula escolar y en la organización de los sistemas educativos. En el ámbito de la primaria, se señala que en Colombia, Hungría y la República Eslovaca, más del 6% del alumnado sobrepasa la edad límite. En secundaria básica, más del 8 % de los estudiantes de programas generales sobrepasa la edad límite en Austria, Brasil, Colombia, Costa Rica, Hungría y Luxemburgo. Aunque algunos países redujeron la sobreedad con reformas educativas, el caso colombiano resulta atípico porque a pesar de registrar aumento en la repetición de grado, la proporción de estudiantes con sobreedad ha disminuido, que reflejaría avances en acceso a la educación. La transición entre ciclos educativos también revela problemas estructurales. En el año escolar 2022/2023, el 54% de los graduados de noveno grado se matricularon en décimo al año siguiente. Sin embargo, en países como Colombia, Luxemburgo y los Países Bajos, más del 20% de los estudiantes permanecen en la educación secundaria inferior un año después de la transición prevista. En el caso particular del país, la Ocde dice que la cifra se relaciona con rezagos estructurales y mayores dificultades de retención. Ahora bien, uno de los principales retos que reflejan para el país tiene que ver con el abandono escolar temprano. "En Colombia, el abandono escolar temprano es aún más pronunciado un año después de la edad teórica de inicio de la secundaria superior, con una tasa de no matriculación del 21% en educación secundaria", dicen. Mientras tanto, en educación superior, el panorama también muestra desafíos. "Las tasas de abandono escolar en el primer año superan el 20% a nivel de licenciatura en varios sistemas, incluidos Brasil, Colombia, la Comunidad Francesa de Bélgica, Luxemburgo, Perú y Rumania". El informe destaca que, en el país, la introducción de Spadies, el sistema integral de seguimiento de la retención estudiantil, ha demostrado la importancia de examinar los factores que influyen en la deserción estudiantil. Los datos del país confirman que "la preparación académica al ingreso juega un papel crucial en la deserción estudiantil, posiblemente en mayor medida de lo que se creía anteriormente, superando los factores económicos. En Colombia, los estudiantes con desventajas económicas también enfrentaron tasas de deserción más altas, incluso cuando ingresaron a la educación superior con sólida preparación académica". Adicionalmente, en Colombia "la deserción en el primer año es cercana a 20%, tanto en programas de ciclo corto como de licenciatura, lo que indica un nivel de deserción consistentemente elevado en todos los tipos de programa".
En la educación secundaria superior, en Colombia, hay unos 30 alumnos más por profesor en los programas de formación profesional que en los de educación general. Esta diferencia es una de las más amplias registradas en la Ocde, lo que incide en la calidad de la enseñanza. En cuanto a remuneración, Colombia muestra una paradoja. "En primaria, una notable excepción es Colombia, donde los salarios mínimos son un 39% inferiores al promedio de la Ocde, pero los salarios máximos son un 60% superiores". Esta estructura refleja disparidades en las trayectorias profesionales y en los niveles de cualificación docente.