Once Caldas sueña con un Dayro inmenso
josé Orlando AScencio - Subeditor de deportes @josasc
Dayro Moreno está agotando todos los calificativos
josé Orlando AScencio - Subeditor de deportes @josasc
Dayro Moreno está agotando todos los calificativos. Cumplió 40 años y corre como dos de 20, y cada uno de ellos anotó gol. Las piernas del artillero histórico del fútbol colombiano y las manos de James Aguirre le dieron al Once Caldas un triunfazo contra Independiente del Valle, 0-2 en Quito, para soñar con la semifinal de la Copa Sudamericana 2025. Dayro no juega solo, por supuesto. Al lado tiene diez luchadores, diez hombres dispuestos a dar la vida por ver nuevamente al Once Caldas ganando un torneo internacional, guiados por un hombre que algunos miran por encima del hombro, pero que les aporta la sabiduría que dan los años, Hernán Darío Herrera. Con esa combinación, Once Caldas comenzó a acercarse al arco de Independiente del Valle, primero tímidamente, y luego, con on golpe certero: a los 22 minutos, Juan David Cuesta metió un extrordinario centro y Dayro no la dejó caer: metió el guayo derecho y la cruzó al otro palo. ¡Golazo! El resto del primer tiempo fue sufrido para el Once Caldas, a tal punto que le costó sangre, sudor y lágrimas. Mateo Carabajal le dio un codazo a Jeider Riquett y le rompió la cabeza. El árbitro, el chileno Piero Maza, le mostró la tarjeta roja y a los 34 minutos, el equipo ecuatoriano quedó con un jugador menos. Independiente del Valle tuvo que recomponer su zaga tras la expulsión y, en el segundo tiempo adelantó líneas en busca del empate, pero dejó espacios a los que Once Caldas les sacó provecho. Apenas corrían cuatro minutos cuando Mateo García le puso un tremendo pase a Dayro, que definió a lo crac. Silencio en Quito, mientras en Manizales destapaban botellas de aguardiente. El 0-2, curiosamente, no le cayó bien al Once Caldas. Los ecuatorianos sacaron todo el amor propio y arrinconaron al 'blanco blanco' en su área. James Aguirre estaba acompañado por el espíritu de Juan Carlos Henao y el Once parecía tener dos arqueros. Las dos pelotas que sacó el arquero fueron claves para evitar el descuento. Y también lo fue Cuesta, que no solo puso un gol sino que evitó otro, sacando una pelota de la raya. Once Caldas respiró profundo y en los últimos minutos retomó el control del partido. Incluso pudo anotar un tanto más. Igual, la ventaja para el Once es buena. Cómo no soñar con la semifinal...