Preocupa que esta temporada de incendios sea más larga y abarque más territorio
La alerta se extiende desde Atacama a Magallanes, pero con mayor fuerza entre Coquimbo y La Araucanía. Además, los siniestros podrían durar hasta abril, dicen los especialistas.
La temporada de incendios 2025-2026, que comienza en el verano, se presentaría adversa en cuanto a la ocurrencia de incendios forestales, según las autoridades. A esto se suma que gran parte del territorio estaría bajo esta amenaza y que la temporada podría extenderse incluso hasta abril.
"El escenario de este verano es adverso de cara a los incendios. Tenemos altas temperaturas, tuvimos déficit de lluvia en invierno, tenemos material combustible acumulado y poca nieve acumulada", declaró a inicios de semana el Presidente Gabriel Boric durante el lanzamiento del Plan de Acción 2025-2026 de prevención, mitigación y control de incendios forestales.
Un punto importante es la mayor extensión de la zona que podría estar afectada. Si el año pasado la zona crítica declarada por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) fue entre Valparaíso y Los Ríos, para este año, advirtió el Presidente, "el riesgo se extiende desde la Región de Atacama hasta la de Magallanes. O sea, prácticamente en todo el territorio nacional".
Andrés Benedetto, gerente de Protección contra Incendios Forestales de Conaf, precisa que uno de los factores concomitantes para estar en alerta son "las bajas lluvias en el invierno, comparado con las que cayeron los dos años anteriores, que fueron consideradas normales para la época".
Por otro lado, "ha habido un aumento de las lluvias primaverales. Estas lluvias -seguidas por días soleados- provocan que los pastos crezcan rápidamente y estén muy largos y, cuando se secan, sirven de combustible para los incendios", explica.
Benedetto recalca que casi la totalidad de los incendios forestales comienzan en pastizales. "Además, sabemos que el 99% son causados por el hombre de forma directa o indirecta", aclara.
"Compleja"
"Lamentablemente, el accionar humano, sumado a las condiciones meteorológicas, que ya son habituales en Chile, hacen que esta temporada se vislumbre como compleja", añade.
En Conaf han hecho proyecciones de las condiciones meteorológicas que primarían en el verano. "Nuestro clima es mediterráneo, con un verano seco, que de por sí lo hace propenso a incendios forestales. Además, según las proyecciones, este año tendrá temperaturas un poco más altas de lo normal", aclara.
Coincide con esta apreciación Catalina Medina, meteoróloga de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), quien confirma que el trimestre anterior fue más seco de lo habitual.
La DMC ya tiene proyecciones para los próximos tres meses. "En cuanto a precipitaciones, se espera una temporada más baja de lo normal desde la Región Metropolitana a Magallanes", dice Medina.
Sobre la temperatura, el pronóstico es que las máximas sean más altas que el promedio desde la Región de Coquimbo hasta la del Biobío. "Esperamos mañanas más frías de lo normal y tardes más calurosas", explica.
Un dato clave, señala Medina, es que "los incendios forestales se dan con mayor peligrosidad cuando se cumple el patrón que llamamos 30-30-30. Es decir, temperaturas sobre los 30 grados, humedad bajo el 30% y vientos sobre los 30 km/h".
A este pronóstico se suma otro factor: el cambio climático. "Impacta en la temporada de incendios, donde vemos olas de calor con temperaturas cada vez más extremas y con una humedad más baja. Y todos esos son ingredientes para tener incendios más intensos", dice Rayana Santos Araujo Palharini, meteoróloga del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Riesgo de Desastres (Cigiden) y académica de la U. Tecnológica Metropolitana.
Otro factor que nombra la investigadora son los períodos de sequía extensos que han azotado al país en el último tiempo.
Justamente, un estudio dado a conocer ayer por Conaf y realizado por la U. Católica concluyó que la megasequía que ha afectado al territorio en los últimos años ha contribuido a una "alta mortalidad de especies nativas sensibles a la sequía". Se trata de quillayes, boldos y peumos, entre otros.
Raúl Cordero, climatólogo de la U. de Santiago, tiene una apreciación algo más favorable. "Se espera una temporada activa, como todas las recientes. Pero no necesariamente una temporada récord. El desarrollo en curso de La Niña disminuye los chances de megaincendios durante la próxima temporada", aclara.
Desde noviembre
Si bien el Presidente Boric dijo que una extensa zona del país -desde Atacama a Magallanes- está en riesgo, Benedetto señala que "las proyecciones indican que el principal problema estará entre Coquimbo y Magallanes, con más fuerza entre Coquimbo y La Araucanía".
Para Santos Araujo, los incendios ya no solo se concentran en enero y febrero, sino que comienzan en noviembre y se están extendiendo hasta mediados de abril. Coincide con ello Benedetto: "Estamos viendo que, desfavorablemente, la temporada de incendios se extiende".
"El combustible vegetal disponible es un factor importante a tomar en cuenta. En otros países se hace un fuego técnico o controlado, pero Chile es un territorio demasiado grande para hacer estas prácticas no naturales. Por lo que el llamado es a que las comunidades que viven cerca de bosques, a través de los municipios y Conaf, actúen en forma preventiva y tengan las herramientas para prevenirlos y estar preparados para actuar cuando ocurran, incluyendo un plan de evacuación", dice Benedetto.
"No podemos basar nuestra protección contra los incendios forestales solo en el combate de los incendios", aclara.
Santos Araujo dice que en el reporte The Lancet Countdown, que investiga cómo el cambio climático afecta la salud y que se presentará el próximo 29 de octubre, "Chile está entre las naciones latinoamericanas en que la población está más expuesta a los efectos nocivos de los incendios forestales, lo que no solo afecta a la salud, sino que tiene costos económicos", concluye.
Prevenir es claveSi bien el clima es un factor que propicia los incendios forestales, en su origen casi la totalidad son causados por la acción humana. De ahí que los especialistas den una serie de consejos para evitar su inicio.
Entre ellas, evitar usar herramientas que generan chispas cerca de pastizales, sobre todo en días de calor. Además, tener cuidado con tirar colillas en pastizales o hacer asados o fogatas cerca de un lugar con vegetación abundante y seca.
Otro tema importante es evitar que ramas de árboles crezcan sobre líneas de tendido eléctrico.