El franjeado fue más, pero tomo malas decisiones en el tramo final de la cancha; el tricolor se quedó con 10 jugadores porque fue expulsado Nico Lodeiro a los 48 minutos.
Camilo Mayada fue claro a la salida de Jardines del Hipódromo: "Fuimos superiores, nos faltaron detalles para ganar. Estamos muy bien en la intensidad y hemos ganado en confianza con Gustavo Matosas". El polifuncional fue uno de los mejores exponentes de su equipo, pero más allá del punto obtenido en el 0-0 contra Nacional, se lamentó las situaciones de gol desaprovechadas por su equipo.
Es cierto. Danubio fue más que Nacional, pero en general tuvo como defecto la finalización de las jugadas. No fue avasallante, pero generó peligro con los avances de Lucas Sanseviero un jugador que debe evitar fingir faltas en momentos que son propicios para anotar, con pases filtrados de Ignacio Pais y con la intensidad que plasmó el propio Mayada, el termómetro del equipo.
El tricolor, que solamente había tenido una insinuación de gol por punto obtenido en el 0-0 de una jugada individual de Christian Ebere, sufrió la roja de Nicolás Lodeiro a los 48' (bien expulsado), y desde ese momento optó por cuidar el punto y encontrar la mejor forma de ser un equipo sólido en defensa. Así lo plasmaron los cambios de Pablo Peirano y la postura del Bolso, que no generó nada en la ofensiva.
Nacional logró rescatar un punto porque Nacho Suárez hizo una flor de atajada frente a un cabezazo de Sanseviero en el primer período, y porque se benefició de un rival al que la toma de decisiones en el tramo final de la cancha le pasó factura. El arquero tricolor salvó con buena nota su titularidad ante la ausencia de Luis Mejía no solamente por su espectacular intervención, sino también por la seguridad que brindó en el juego aéreo, en particular en el último cuarto del encuentro.
Maxi Gómez, muy solo en la ofensiva, se enojó una y otra vez cuando los defensas decidían enviar pases en largo imprecisos. Fue así como en el minuto 60 le levantó los brazos al capitán Sebastián Coates, para que no apostara más por ese tipo de envíos, pues no eran fructíferos. Fue una tarde en la que Nacional no tuvo el protagonismo de sus laterales, tampoco contó con el involucramiento en el juego ofensivo de sus volantes y, ante el bajo rendimiento de Lodeiro y posterior expulsión, no hubo un nexo con los atacantes, y el equipo quedó demasiado estirado.
Dio la sensación de que, a pesar de que sigue siendo la misma diferencia en puntos con Peñarol en el Clausura, que ante la roja del 14, Peirano apostó por cuidar ese punto ante los franjeados que le sigue dando una ventaja relevante en la Tabla Anual de cuatro puntos, sacándose de arriba al rival y la cancha más difícil que tenía por delante, incluso en detrimento de prácticamente dejar en un segundo plano un triunfo que le hubiera permitido acercarse en el último torneo corto del año.