Lunes, 20 de Octubre de 2025

La macro del siglo XXI: la IA es la nueva estrella ¿y el nuevo freno?

UruguayEl País, Uruguay 20 de octubre de 2025

La IA irrumpe como nueva disrupción, junto a los cambios geopolíticos y el desafío ambiental.

¿Cuántos de nosotros usamos hoy alguna herramienta de inteligencia artificial generativa para trabajar o para nuestro ocio cuando hace apenas un año o dos ni siquiera figuraba en nuestra rutina?

El crecimiento de Estados Unidos en el primer semestre de 2025 tuvo un motor inesperado: de acuerdo a las cifras del Q2-25, la inversión privada que creció 4,4%, tuvo una incidencia de 4,5 puntos porcentuales en la inversión realizada en equipamientos de procesamiento de información y software. En el Q1-25 la incidencia sobre el crecimiento de 7,1% de la inversión privada fue de 7,6 puntos porcentuales. Es decir, lo que sucede con esos equipos de inversión en ambos trimestres más que explican el 100% del crecimiento de la inversión total privada, lo cual luego se termina neteando con otros rubros de la inversión que caen, y por tanto tienen una incidencia negativa.

Y si establecemos una mirada retrospectiva a la actividad del sector de procesamiento de datos, hosting, y otros servicios de información, el PIB se ha multiplicado, prácticamente, por cinco, en los últimos 15 años, tal como se ve en el gráfico siguiente.
Ahora, este éxito conlleva "dolores del crecimiento": los centros de datos precisan volúmenes de electricidad comparables a ciudades enteras, y por tanto la revolución de la inteligencia artificial necesita una contracara energética.

El "2024 United States Data Center Energy Usage Report" elaborado por el Lawrence Berkeley National Laboratory es el estudio más completo y reciente sobre consumo energético de los centros de datos en EE.UU. Este estudio estimó que el sector de centro de datos requería un 4,4% de la electricidad de Estados Unidos en 2023, pero lo más interesante de este trabajo, que fue solicitado y realizado a pedido del Congreso, es que de acuerdo a los escenarios establecidos hacia el año 2028, el sector de centro de datos va a demandar entre un 7% y 12% de la electricidad producida en todo EE.UU. En tan solo tres años, como se puede ver en el gráfico a continuación.
Ante este shock de demanda y la lentitud con la que en general responde la oferta, no solo a nivel de generación sino de transmisión y distribución públicas, es que algunas empresas tecnológicas han comenzado incluso a producir su propia electricidad. Este fenómeno revela el costo físico de la digitalización: la carrera por la IA acelera el crecimiento económico, pero también presiona las redes eléctricas, eleva el consumo de energía, e incluso podría poner "en jaque" el dilema climático.

Advertencias

Incluso la importancia de la IA no solo se expande a la principal economía del mundo, sino es preocupación a nivel global. El FMI, en su último World Economic Outlook conocido la semana pasada, señala el peligro de estar ante una posible crisis similar a la dot-com: el auge de la Inteligencia Artificial (IA) genera altas valoraciones de activos y expansión de capital de riesgo en sectores que aún no generan los retornos que prometen, y esto se podría deber a que el mercado financiero se adelanta a las ganancias de productividad, lo que llevado a un extremo puede recordarnos a Robert Shiller y su exuberancia irracional.

En todo caso, el Fondo Monetario Internacional ha comenzado una interesante línea de investigación sobre el impacto de la IA sobre la macro, tanto sobre productividad y empleo.

El FMI ha estimado un impacto de entre 0,1 y 0,8% sobre la Productividad Total de los Factores durante una década, dependiendo de que tan preparadas estén las economías en infraestructura digital. En lo que respecta al empleo, en las economías avanzadas, un 60% de los empleos están expuestos a cambios frente a la IA, mientras que en el caso de las economías emergentes, son un 40% de los empleos que están expuestos.

De hecho, para incorporarse al siglo XXI (y no solo desde la macro sino para la forma en que las empresas realizan sus negocios) es que PwC ha reflexionado a partir de lo que es su "Guide to Value in Motion", en la cual plantea no solo este gran salto de la IA, sino que suma otras dos disrupciones simultáneas que están redefiniendo la economía global, una no-económica: (i) la fractura del orden geopolítico posterior a la Guerra Fría, y otra económica: (ii) el cambio climático, que se agrega a la tercera, (iii) la mencionada Inteligencia Artificial (IA).

En definitiva, estas disrupciones están definiendo escenarios que muchas veces escapan a los manuales de macroeconomía, pero que hoy definen la agenda de los policy makers y exigen incorporarse a los modelos contemporáneos de análisis económico.

Proyecciones

En términos cuantitativos, las estimaciones de PwC dan cuenta que hacia 2035, la economía mundial podría ser 15 % más grande si la IA despliega su potencial, pero 7 % más pequeña si prevalecen los costos del clima. Pero quizás lo más interesante es la idea que subyace detrás de "el valor en movimiento": estos tres cambios disruptivos están provocando que el valor económico global se esté moviendo desde las industrias tradicionales hacia nuevos dominios. Vamos a pasar desde el análisis tradicional de los sectores clásicos estáticos como manufacturas, energía, transporte hacia "dominios de crecimiento", que se organizan en torno a necesidades humanas: cómo nos desplazamos, cómo nos alimentamos, cómo nos cuidamos, cómo construimos, cómo obtenemos energía, cómo nos comunicamos, cómo procesamos la información y cómo nos organizamos y regulamos, y cómo nos financiamos y aseguramos.
Por ejemplo, de acuerdo a este estudio de PwC, en 2035 el dominio de Alimentación va a agregar US$ 9,8 billones, los que van a provenir de la transformación, principalmente de empresa del sector de la agricultura como es obvio, pero también, dado que las industrias tradicionales tenderán a recombinarse en torno a nuevas necesidades humanas, a provenir de la transformación de empresas de sectores como el retail, industria u hospitality (alojamiento, gastronomía).

En el caso de Uruguay, por ejemplo, pensar en el dominio "Como Alimentarnos" significa integrar, por ejemplo, al sector gastronómico a un sistema más amplio, que va a ensamblar capacidades de otros sectores, y que por lo pronto en términos de Hausmann, hará más complejo el sistema productivo, en este ejemplo, convirtiendo saberes incluso regionales, innovación y logística en mayor valor agregado, subiendo en la escala del conocimiento económico.

-Economista Ramón Pampín, Manager en PwC
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