¿Somos productivos los chilenos? En mipymes estamos lejos de economías avanzadas
Simplificar la "permisología", mejorar el acceso a financiamiento y digitalización podrían contribuir a mejorar la productividad, señalan en la corporación Grande Pyme.
La productividad promedio de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) locales equivale solo al 44 % de la de las grandes empresas. Este nivel ubica a Chile 16 puntos porcentuales por debajo del promedio de las economías avanzadas y cercano al de países emergentes como Brasil y México (ver gráfico).
Esas son parte de las conclusiones de un estudio sobre la productividad que será presentado en un seminario que se realizará mañana. El evento es organizado por la consultora McKinsey, autora del informe, y la corporación Grande Pyme.
Según el análisis, las mipymes constituyen la columna vertebral de las economías. A nivel global, estas empresas generan más del 70% del empleo en los países emergentes y cerca del 65% en los desarrollados.
La investigación señala que, en promedio, las mipymes de países emergentes producen menos de la mitad por trabajador que las grandes empresas, lo que evidencia un alto potencial de mejora.
"Si las mipymes chilenas alcanzaran niveles de productividad cercanos a los de las economías avanzadas, el PIB nacional podría aumentar hasta en un 6%", explica Jaime Szigethi, socio y director general de McKinsey Chile.
Para avanzar en esa dirección, agrega, es necesario concentrar los esfuerzos en los sectores con mayores rezagos, como el retail y la manufactura. "El desafío pasa por reducir la atomización e informalidad, impulsar la adopción tecnológica y fortalecer la asociatividad", subraya.
¿Qué políticas públicas se deben impulsar en materia de productividad? Katia Trusich, directora ejecutiva de Grande Pyme, sostiene que el primer paso es simplificar la "permisología" y adaptar la regulación al tamaño real de las empresas. "Muchas normas se diseñaron pensando en grandes actores, pero terminan asfixiando a las pequeñas", explica.
La ejecutiva añade que en segundo lugar se debe mejorar el acceso al financiamiento. "Hoy, el 70% de las mipymes se autofinancia al iniciar, lo que restringe su capacidad de invertir y crecer".
En el caso de Chile, las mipymes representan el 64% del empleo nacional. En ese contexto, ¿las afectaría la implementación de un sueldo vital de $750 mil? Trusich afirma que el objetivo de mejorar los ingresos laborales es compartido, pero destaca que debe hacerse de forma responsable. "Un alza del salario mínimo a $750 mil -lo que implica un incremento del 42%- no es viable para la gran mayoría de las mipymes si no va acompañada de una mejora previa en productividad".
Según el Observatorio Grande Pyme, las microempresas pagan en promedio $617 mil, mientras que las grandes empresas superan los $1.170.000. "Esa diferencia no es discrecional, responde a brechas reales de escala y productividad. Imponer un piso salarial sin corregir esas condiciones genera un 'choque de costos' que muchas pequeñas empresas simplemente no pueden absorber", subraya.
Los resultados del estudio serán analizados en un panel que contará con la participación del vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente; el presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, Pablo García; el director del Centro de Encuestas UC, David Bravo; y la empresaria Alejandra Mustakis.