Martes, 21 de Octubre de 2025

Desempleo: ¿razones para entusiasmo?

ColombiaEl Tiempo, Colombia 21 de octubre de 2025


Stefano Farné
En los años sesenta se dio un amplio debate entre los economistas del trabajo acerca de cuál debería considerarse el indicador líder en el análisis del mercado laboral (un resumen recomendable puede encontrarse en el Monthly Labor Review de febrero de 1976)


Stefano Farné
En los años sesenta se dio un amplio debate entre los economistas del trabajo acerca de cuál debería considerarse el indicador líder en el análisis del mercado laboral (un resumen recomendable puede encontrarse en el Monthly Labor Review de febrero de 1976). Tradicionalmente se había utilizado la tasa de desempleo, es decir, la relación entre el número de desempleados y el número de integrantes de la fuerza de trabajo. Como alternativa a la tasa de desempleo se propuso la tasa de ocupación, esto es, la relación entre los ocupados y la población en edad de trabajar. El problema con la tasa de desempleo radica en su denominador -la fuerza de trabajo- que puede expandirse o contraerse en respuesta a cambios en el ritmo de actividad económica y en los ingresos de los hogares. Dicho de otra forma, la tasa de desempleo se estructura, en parte, sobre elementos de oferta que, dependiendo de las preferencias de los individuos y de su percepción acerca de la probabilidad de emplearse, hacen que estos se "adicionen" (aumenta la tasa de desempleo) o se "desalienten" (disminuye la tasa de desempleo) sin que ello refleje la verdadera capacidad de generación de empleos de la economía. En cambio, la tasa de ocupación tiene en su denominador la población en edad de trabajar, la cual depende de factores demográficos que son independientes del ritmo de actividad económica. En cuanto al numerador de los dos indicadores, los desocupados se definen como las personas que están sin trabajo, buscan activamente un empleo asalariado o independiente y tienen disponibilidad inmediata para empezar a trabajar. Por su parte, se consideran ocupadas las personas que desarrollan una actividad productiva (trabajan) por lo menos una hora a la semana. En fin, es evidente que la tasa de ocupación es un mejor indicador de la capacidad de la economía para generar empleos y de la situación del mercado laboral. ¿A qué viene retomar este debate de los años sesenta? En Colombia en los últimos tiempos la tasa de desempleo ha venido disminuyendo mes tras mes, despertando el entusiasmo del Gobierno. Por ejemplo, en agosto pasado, según el Dane, se presentó "la tasa más baja para un agosto desde 2017". Por cierto, hay que valorar positivamente este resultado, pero ¿hay razones para tanto entusiasmo? En agosto pasado la tasa de desempleo fue de 8,6% y la de ocupación de 58,4%; en agosto de 2017 las mismas tasas fueron 9,5% y 60,1%. Si, como se ha demostrado, la tasa de ocupación es un mejor indicador que la tasa de desempleo, agosto de 2017 fue un mejor mes para el mercado de trabajo que agosto de 2025. De hecho, de cada 100 personas hábiles para trabajar 60 estaban ocupadas, mientras que en 2025 lo estaban solo 58. En 2017 el desempleo era más alto porque había más colombianos participando activamente en el mercado laboral.
Observatorio del Mercado Laboral, Universidad Externado de Colombia.
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