Transición energética en Chile exige más acuerdos y planificación de largo plazo
Expertos del sector coincidieron en que el país cuenta con ventajas naturales y regulatorias para avanzar hacia la carbononeutralidad. Una de ellas es que si bien la estructura regulatoria es determinante en los precios, no se aplican subsidios, lo que le da estabilidad al sistema.
Cómo garantizar la estabilidad y continuidad operativa en un sistema energético cada vez más variable, así como la necesidad de fortalecer la coordinación institucional y la planificación a largo plazo, fueron algunos de los temas abordados en el panel "Seguridad energética en la ruta hacia la carbononeutralidad", del Summit Transformación Energética 2025, organizado por "El Mercurio".
En la instancia participaron el exministro de Energía y actual secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andrés Rebolledo; la directora ejecutiva del World Energy Council (WEC) Chile, Trinidad Castro; el gerente general de Empresas Gasco, Cristián Aguirre; y el CEO de Engie Chile, Juan Villavicencio.
Rebolledo destacó al inicio que "nuestra región es diversa y nuestro país destaca por su modelo eléctrico peculiar en el sentido de que todos los segmentos del mercado son privados. Esto no es algo habitual en la región (...). En Chile, la carga fiscal no determina el desarrollo del sector energético como sí sucede en muchos otros países", subrayando además que "nuestra estructura regulatoria es determinante en los precios", pero que aquí "no se aplican subsidios, lo que le da estabilidad al sistema".
Abundancia de energías
Por su parte, Trinidad Castro resaltó que "la diversidad y abundancia de energías renovables y minerales críticos para la transición energética es algo que Chile posee dada su naturaleza".
Valoró la existencia de una institucionalidad sólida, una política energética de largo plazo y un capital humano calificado. Sin embargo, advirtió que debemos tener una "capacidad de dialogar y encontrarnos entre visiones contrapuestas y distintas, para lograr nuestro propósito compartido. Es ahí donde el desafío de descarbonizar nuestra vida y nuestro planeta está en el centro de la vida de las personas".
En esa misma línea, Cristián Aguirre coincidió en que Chile tiene muchas condiciones favorables, "pero tenemos una gran falla que es la incapacidad de ponernos de acuerdo, de no caer en populismos y de no tomar políticas a largo plazo como país". Sostuvo que Chile está estancado económicamente y enfatizó que "sin energía no hay crecimiento, y sin crecimiento no hay desarrollo para el país".
Juan Villavicencio complementó este diagnóstico señalando que, si bien hay que mirar hacia el futuro, "hay elementos claves de la transición energética que están pasando hoy, como la salida del carbón". Destacó el compromiso de Engie con su retiro anticipado y advirtió que "este año y el próximo serán momentos críticos". Subrayó, asimismo, la importancia de "poner en el centro de la discusión cómo enfrentamos la transformación tecnológica de hoy para darle seguridad al sistema en el corto y mediano plazo", lo cual -indicó- "es clave para despegar".
El ejecutivo de Engie recalcó la necesidad de desarrollar un proceso de transformación del portafolio energético de manera responsable. "Sacar el carbón significa proveer energía base, pero también significa impulsar transmisión. No hay transición sin transmisión. También significa incorporar tecnologías", dijo. Y agregó que "es importante que los cambios regulatorios vayan al ritmo de las tecnologías que existen".Sobre cómo se proyecta el sector, Andrés Rebolledo anticipó un futuro "multienergético", donde "tendremos distintas fuentes de energías renovables". Aseguró que "la diversificación sigue siendo central desde el punto de vista de la seguridad energética y la competitividad", y agregó que "habrá un mapa diverso, pero sin duda el campeón es la energía solar en nuestra región". Destacó que "en 2023 y 2024, la generación de energía solar en América Latina creció a tasas de un 30%".
Trinidad Castro puntualizó que "cada territorio tiene un desafío distinto porque en Chile tenemos diversas fuentes de energías". En tanto, Cristián Aguirre sostuvo que "el gas es un combustible que acompaña esta transición" y ejemplificó con su uso en la minería, donde "hay proyectos puntuales para suplir de manera más óptima la intermitencia". Añadió que "más allá de tener distintas fuentes y distintas capacidades competitivas, lo importante es cómo abordamos esto con una mirada integral para tomar decisiones inteligentes en cada parte del país".Respecto a la seguridad de las energías renovables, Juan Villavicencio advirtió que "la mirada sistémica debe ser la que nos gobierna. La realidad es que si no nos volcamos a tener una mirada mucho más sistémica en un proceso de cambio, es difícil predecir qué es lo que nos va a ofrecer el mercado tecnológico". Indicó que "si hablamos de seguridad, en el caso del sistema chileno es clave que entendamos cuál es el plan B. Cuando hablamos de que el gas es la energía de la transición, tiene que ver con esto".
Y agregó que "lo que tenemos que lograr como sociedad es asegurarnos de que una flota de generación a gas muy antigua logre subsistir hasta que logremos enfrentar esta transición".
Puntualizó que "una clave es el gas y cómo logramos generar condiciones para que esta flota logre sobrevivir en el tiempo que vamos a requerir y, al mismo tiempo, pensar cómo estas inversiones en energías renovables tengan un ordenamiento territorial más inteligente".
Sobre este tema, Rebolledo comentó que, "en América Latina, el gas representa hoy un 27% de la demanda energética y que al 2050 estará en torno al 15%. Es decir, no solo nos acompañará, será protagonista. América Latina y el Caribe representan el 4,5% de toda la producción total mundial de gas natural".