Plan 2.0 de CLC: "Un 2026 de estabilización y consolidación, y un 2027 para empezar a cosechar retornos económicos"
El lunes concretaron el último cambio a nivel ejecutivo: asumió Sara Narbona como gerenta de Personas. "Estamos de vuelta en nuestra esencia, con nuestro ADN", declaran en el entorno de la clínica, que hoy no solo apunta al segmento ABC1, también a clientes de Fonasa.
E l jueves 23 de octubre, Clínica Las Condes (CLC) realizó una emotiva ceremonia, homenajeando a los 26 médicos que en 1982 fundaron el establecimiento de salud. Con una presentación del pianista Roberto Bravo como telón de fondo, el presidente del directorio, Carlos Kubick, descubrió una placa conmemorativa con los nombres de los facultativos. Al mismo tiempo recalcó: "Nos sentimos con la misión de continuar ese legado y tenemos el orgullo de proyectar ese sueño inicial, para convertir a Clínica Las Condes en la mejor clínica de Chile".
En boca de otros ejecutivos, se trató de "un evento de celebración, de reafirmar que estamos de vuelta en nuestra esencia, con nuestro ADN". Que, explican, "tiene que ver con hacer investigación, medicina avanzada, docencia, formación continua y estar a la vanguardia en el desarrollo de la medicina para entregar la mejor calidad y atención a los pacientes", algo que se había perdido los últimos seis años, subrayan.
Y es que hoy CLC se encuentra en una etapa de "recuperación", como califican su actual momento en los pasillos de la sede de Las Condes. Fase que se inició en enero pasado, tras la llegada de sus nuevos dueños, EuroAmerica e Indisa. Ambos han apuntalado un plan estratégico -una "CLC 2.0", como lo denominan- que busca recuperar, con miras al 2029, el valor que tuvo la clínica hasta la llegada de su anterior controlador, el Grupo Auguri, perteneciente a Cecilia Karlezi, ligada al Grupo Falabella. Eso fue en 2019.
"En seis años, la clínica tuvo una desvalorización enorme, pasando de valer más de US$ 450 millones a US$ 100 millones", puntualizan en el entorno de los actuales accionistas.
De hecho, el 10 de enero pasado, EuroAmerica e Indisa pagaron en conjunto -en partes iguales- US$ 40 millones por el 55,75% de las acciones que estaban en manos de Karlezi. Hoy la primera tiene el rol mayoritario en la sociedad, con el 29,6% de la propiedad.
La adquirieron sin mediar un proceso de due diligence , "pagamos barato, porque sabíamos que estaba con un deterioro importante en distintos frentes", admite un cercano a los controladores.
No obstante, los nuevos socios también reconocen que "si bien vamos en la dirección correcta, mejorando el rumbo en muchos aspectos, la recuperación ha sido más compleja de lo que se pensó al inicio. Ha costado, no ha sido nada de fácil". Por eso, algunos, incluso, se atreven a aventurar que "es posible que el plan pensado para 2029, en cuanto a recuperar el tamaño y nivel de actividad que tenía la clínica en 2019, lo alcancemos más bien el 2030".
Otros resumen así el trayecto recorrido hasta ahora. "Como la compra se hizo sin due diligence , cuando llegaron los nuevos accionistas y asumió el nuevo directorio, primero hubo que ver lo que había que hacer, y la primera parte fue optimizar procesos y recuperar confianzas. Todavía estamos bajo el agua, pero cada vez más cerca de la superficie".
Y como parte de la estrategia, el lunes recién pasado concretaron uno de los últimos cambios a nivel de ejecutivos: asumió Sara Narbona como gerenta de Personas.
"El 2027 para empezar a cosechar"
La hoja de ruta que diseñaron los actuales dueños de CLC proyecta terminar este año con pérdidas, aunque menores a las de 2024. El año pasado registró cifras rojas por $78.463 millones (unos US$ 80 millones). Y a junio pasado, reportó un saldo negativo por $32.644 millones (cerca de US$ 35 millones), muy superior a las pérdidas de $1.046 millones anotadas en igual lapso de 2024. "Aunque no lograremos revertir la tendencia negativa, creemos que cerraremos el presente ejercicio mejor que el año previo, moderando la caída", anticipa un cercano a los accionistas.
A su vez, el plan estratégico trazado considera "un año 2026 de estabilización y consolidación de las mejoras que estamos implementando, que la clínica quede en condiciones de volar, para el 2027 empezar a cosechar de forma importante, a generar retornos económicos", revelan desde el entorno de CLC.
Como sanearla financieramente aún tomará tiempo, puntualizan, prioritario en esta primera etapa ha sido reconstruir las confianzas con el equipo médico, con los pacientes e isapres. Y en ese frente hay claros signos de recuperación.
Lograron desactivar el conflicto -con demandas civiles y penales de por medio- con más de 600 médicos, por la deuda de honorarios pendientes que mantenía la administración anterior. "Lo primero fue reconocer esa deuda y, luego, pactar un plan de pago a seis cuotas, que comenzó a fines de junio. Restan pagar octubre y noviembre", detalla un conocedor del pacto.
Un acuerdo similar alcanzaron con los proveedores, y con los médicos también renegociaron los contratos por uso de consultas y pabellones, "porque las condiciones anteriores estaban fuera de mercado, y hoy establecimos un modelo competitivo de fee ".
En este tiempo, además, han incorporado a 200 médicos, de los cuales el 80% son ex-CLC.
Entremedio, concretaron una reducción de 26% en la dotación de personal, pasando de 2.970 personas en junio de 2024 a 2.350 al día de hoy.
En este período, la actividad de la clínica también evidencia un notorio repunte. Desde que asumió la nueva administración -que encabeza el gerente general, Pablo Yarmuch- las consultas han crecido 60%, las atenciones de urgencias saltaron un 90%, las hospitalizaciones subieron más del 90%, las cirugías se han duplicado y el área de seguros, que perdió clientes durante los últimos 40 meses, ahora en octubre por primera vez se estabilizó. "Hay un montón de brotes verdes", recalcan desde el entorno de CLC.
Con todo, el mercado ha premiado la gestión y ha dado un espaldarazo a la acción de CLC. Desde enero, cuando hubo cambio de controladores, a la fecha, el título ha escalado un 64%. Al cierre del jueves, CLC valía en Bolsa US$ 182 millones.
Principal contendor: Clínica Alemana
Un desafío importante para esta renaciente CLC es mantener su ADN, adaptándose a un escenario y entorno distintos. "En sus orígenes, el 90% de los pacientes de CLC provenía de isapres, cuando había 3,5 millones de usuarios en las aseguradoras", explican cercanos al establecimiento.
Pero hoy, agregan, "800 mil personas se fueron de las isapres, se cambiaron a Fonasa, y son personas que tienen un nivel de ingreso ABC1, y muchas de ellas también tienen seguros complementarios. ¿Queremos servir a esos segmentos? La respuesta es sí. Y ya lo estamos haciendo".
El contexto competitivo también varió, pues "sin duda, hoy es más difícil competir. Nuestro principal competidor es la Clínica Alemana, y luego vienen Los Andes y Meds. Pero en un entorno más competitivo, sumado a un momento difícil de la economía, nuestra actividad se ha ido recuperando de forma bastante importante", destaca un cercano a la administración.
En esta nueva cancha, la operación que tienen en Peñalolén y Colina juega un rol importante. "Estamos contentos con nuestros centros satélite, que nos permiten acercarnos a comunidades que tienen poder adquisitivo; el 10% de nuestra cartera de asegurados está en Colina, y otro 16% entre Ñuñoa y Peñalolén. Los centros de Colina y Peñalolén están en franca recuperación, al igual que la clínica, y los queremos potenciar", expone un cercano a CLC.
Lo que aún no definen es el destino que tendrá un terreno aledaño que posee CLC en Lo Fontecilla, que estuvo en venta.
Los accionistas tampoco han descartado nuevas inyecciones de recursos, vía aumentos de capital o búsqueda de otras fuentes de financiamiento. "El directorio siempre está abierto a evaluar los vehículos de financiamiento que estén disponibles, y llegado el momento, vamos a analizar nuestra mejor posición", declara un cercano a la mesa directiva de CLC.
" Si bien vamos en la dirección correcta, la recuperación ha sido más compleja de lo que se pensó".