Deudas y paros dejan en evidencia la crisis
La crisis del sistema de salud colombiano ya no es una advertencia técnica ni un debate entre ministerio y gremios: es una realidad que se siente en las calles, en los hospitales y en los hogares
La crisis del sistema de salud colombiano ya no es una advertencia técnica ni un debate entre ministerio y gremios: es una realidad que se siente en las calles, en los hospitales y en los hogares. A las alarmas financieras que vienen encendiendo las EPS, los hospitales y las clínicas se suman las protestas de los maestros y los testimonios de pacientes que, entre la espera y el desabastecimiento, terminan pagando el costo de un sistema que se fractura a diario. En las últimas semanas, tres frentes distintos —las deudas crecientes con los prestadores, el paro del magisterio por su régimen especial de salud y los casos de usuarios sin atención— han expuesto una misma verdad: la salud en Colombia atraviesa su momento más crítico en años. Según el informe presentado por la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), la cartera del sector farmacéutico llegó a los $ 4,2 billones al cierre del segundo trimestre de 2025, una cifra que refleja el agravamiento de una crisis que ya supera los límites de lo sostenible. De ese monto, el 35,3 por ciento corresponde a cartera vencida y cerca del 3 por ciento, a cartera irrecuperable. La crisis no solo se mide en cifras. En las últimas horas, un episodio en Barranquilla volvió a ponerle rostro humano al colapso. En redes sociales se hizo viral el video de una mujer embarazada que se desplomó tras esperar más de cuatro horas por un medicamento en un dispensario del norte de la ciudad. "Nadie hizo algo", denunció una de las testigos. El círculo vicioso es evidente: las EPS no pagan a las IPS, las clínicas suspenden servicios, los hospitales reducen capacidad y los usuarios, sin otra opción, enfrentan largas esperas o viajes a otras regiones para recibir atención. Y todo surge de una UPC que el Gobierno insiste en que alcanza, pero que los demás actores del sistema han sido enfáticos (validados además por la Corte Constitucional) en que es insuficiente. Mientras la red hospitalaria atraviesa su peor crisis, los maestros de Fecode realizaron un paro nacional para denunciar el colapso del modelo de salud del Fondo del Magisterio (Fomag). El sistema, administrado por la Fiduprevisora y presentado por el Gobierno como "modelo piloto" de la reforma, enfrenta sobrecostos, demoras y contratos irregulares, con capitaciones que llegaron a $ 138.000 por paciente, cuando el promedio del mercado no supera los $ 39.000. Deudas, cierres y conflictos configuran una tormenta perfecta en la salud. En medio del caos, el más afectado sigue siendo el paciente.