Viernes, 07 de Noviembre de 2025

Fertilizante a base de bacterias y una app para trueques son reconocidos en concurso de tecnología escolar

ChileEl Mercurio, Chile 6 de noviembre de 2025

Cinco proyectos, entre más de 1.500 que participaron, llegaron a la final. También hay un guante que ayuda a terapias de kinesiología y un sistema para apoyar a adultos mayores en el uso de la tecnología.

"Nuestra idea era modificar genéticamente una planta. Muy pronto nos dimos cuenta de que era un poquito difícil", cuentan entre risas las integrantes del grupo Fixaterra, provenientes del Liceo Bicentenario de San Nicolás, en la Región de Ñuble.
El tema de cómo aportar a su comuna, eminentemente agrícola, les daba vuelta. Hasta que un día se preguntaron: "¿Por qué el espino resiste a la sequía, a los incendios y hasta a las inundaciones? Investigando, encontraron que en sus raíces crece una bacteria llamada rhizobium . "Notamos que ayudaba en el crecimiento de las plantas y así decidimos crear un fertilizante".
Con este proyecto Amanda Garrido y Jessika Hurtado, junto a su profesora Macarena Álvarez, resultaron ganadoras ayer del concurso "Solve for Tomorrow", organizado por Fundación País Digital y Samsung, en "el cual participaron más de cinco mil estudiantes y se presentaron cerca de 1.400 proyectos de todas las regiones de Chile", dice Paulina Rodríguez, gerente de Ciudadanía en Samsung. Solo cinco llegaron a la final realizada ayer.
Su fertilizante son diminutas pelotitas con un líquido en su interior. "Las esferificamos con alginato que se produce a partir de un alga, tal como se hace con el caviar falso, y en su interior están las bacterias vivas que se alimentan con una solución de sacarosa. Cuando se ponen en el suelo se degradan lentamente y entregan los nutrientes necesarios a la planta", explica Garrido.
Este año participaron por primera vez estudiantes de Rapa Nui, y un grupo llegó a la final. "Los barcos con las provisiones no llegan con tanta frecuencia y si hay mal tiempo tardan en desembarcar las provisiones que traen", contaron en su presentación. Además, en la isla puede haber ciertas urgencias: la necesidad de cierto medicamento, un repuesto para el auto o una pieza del calefont que se echó a perder.
Pensando en ello crearon una app y un sitio web que se llama Umana (que significa "te ayudo sin esperar retribución" en rapanui). Esta conecta a turistas que viajan a la isla con los residentes, y los invita a hacer un trueque.
El residente puede solicitar algo con su descripción y foto y Umana lo conecta con un viajero que puede llevarlo en su equipaje. A cambio, la persona local puede ofrecer artesanías, paseos o talleres de baile Rapa Nui, por ejemplo.
Hadi Araki, alumna de primero medio del Liceo Aldea Educativa de Rapa Nui, cuenta que la idea surgió al recordar que su abuelo hacía trueques con los pilotos que llevaban objetos a cambio de las muñecas de coral que fabricaba.
Del Liceo Sara Blinder Dargoltz de Santiago son los estudiantes que crearon Procuida, una aplicación para celulares para mejorar la autonomía de los adultos mayores. Catalina González, una de las integrantes del equipo y alumna de cuarto medio, tenía la idea de desarrollar una app para ayudar a que los mayores puedan usar mejor la tecnología, con un sistema de voluntarios que los acompañen. "Esto porque es difícil enseñarles tecnología usando la misma tecnología, y para eso se necesitan a los voluntarios", dice el profesor Sebastián Maldonado.
En tanto, los estudiantes del Instituto Superior de Comercio N° 2, de Santiago, crearon Jaate, sistema que se alimenta de energía solar y que usa sensores y un agente de inteligencia artificial para el monitoreo de los suelos agrícolas. "Así el agricultor puede tener datos y mejorar la calidad de la tierra", dicen.
El otro grupo finalista era del Colegio Wolfgang Amadeus Mozart de Collipulli, Región de La Araucanía. "Creamos un guante que apoya a la rehabilitación mediante la telemedicina. Se nos ocurrió porque la abuelita de un integrante del equipo sufrió un ACV y perdió la movilidad de una de sus manos y requería rehabilitación", cuenta Josefa Astete. Guantech, como le pusieron a su innovación, fue creado con impresión 3D y servomotores que mueven los dedos. "El kinesiólogo puede programar los ejercicios que se requieren para una rehabilitación cómoda y rápida", explica Josefa Astete, miembro del equipo.
Todos los proyectos recibieron un premio que reconoce aspectos como pensar en el territorio, la participación de mujeres o solucionar problemas relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otros.
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