Jóvenes con esquizofrenia, TOC y autismo comparten sus experiencias en redes sociales
A través de videos buscan educar y ayudar a reducir el estigma que aún existe en torno a este tipo de trastornos. Los especialistas valoran esta apertura, aunque advierten la importancia de no trivializar los diagnósticos ni usarlos como etiquetas que definan por completo su identidad.
Durante mucho tiempo, hablar abiertamente de salud mental fue visto como una debilidad. Hoy, las nuevas generaciones están cambiando esa percepción: cada vez son más los jóvenes que comparten en redes sociales sus diagnósticos y experiencias.
Uno de ellos es Lorenz Carrasco (21), quien a través de su cuenta de Instagram @vivirpsicosis busca eliminar los prejuicios en torno a la esquizofrenia, trastorno que le diagnosticaron en 2021. "Tuve una infancia y adolescencia atípicas: veía y escuchaba entes que me hablaban, insultaban y ordenaban hacer cosas. Mi proceso hasta el diagnóstico fue difícil y confuso, fui de médico en médico, sumando pastillas sin ver mejoras. Fue incluso hasta bastante tiempo después de ser diagnosticado que llegué a un buen tratamiento y mejoró totalmente mi vida", cuenta el estudiante de Medicina Veterinaria.
Lo motivó "la gran cantidad de desinformación y prejuicios respecto a esta enfermedad. Recuerdo que al buscar 'esquizofrenia' en internet lo primero que me salió fueron videos de burla, memes y videos que decían ser informativos, pero hablaban cosas desactualizadas o directamente sin sustento, con música de terror de fondo".
En sus publicaciones, que ya siguen más de 12 mil personas, Carrasco cuenta de su enfermedad, responde preguntas y muestra cómo su día a día ha cambiado desde que está medicado, como retomar la universidad (había congelado por problemas de salud mental) y leer mejor, algo que antes le resultaba complicado porque veía figuras extrañas entre los espacios en las palabras.
"Lo más difícil de vivir con esquizofrenia es el estigma, que me miren raro, que me hagan preguntas y comentarios incómodos o que incluso me tengan miedo porque eso es lo que han aprendido en una mala película. Con mi contenido me gustaría enseñar a la gente, por ejemplo, que deje de creer que por tener esquizofrenia somos personas peligrosas. De hecho, las estadísticas muestran todo lo contrario respecto a la violencia: las personas con esquizofrenia somos más propensas a ser víctimas de violencia que agresores", afirma.
Una motivación similar llevó a Ignacia Mora (23) a hablar sobre su trastorno obsesivo compulsivo (TOC). En TikTok, bajo el usuario @nnaachaa, comparte su experiencia a sus más de 11 mil seguidores.
"Aunque fui diagnosticada a los 15, comencé a hablar de este tema hace poco, en octubre, que es el mes de concientización sobre el TOC. He recibido demasiado apoyo, nunca creí que sería tanto. En los comentarios siempre hay mucha gente que se abre y cuentan cómo se sienten con este diagnóstico. Al final siento que se creó un espacio seguro para que otros se sientan entendidos y apoyados", dice la estudiante de Publicidad."El aumento de personas que comparten sus vivencias en salud mental refleja un cambio cultural importante, que es la búsqueda de reconocimiento y pertenencia a una sociedad que durante mucho tiempo silenció el malestar. Esta visibilidad puede ser beneficiosa cuando contribuye a romper estigmas, promover la empatía y normalizar el sufrimiento como parte legítima de la experiencia humana", asegura Jaime Silva, director del Instituto de Bienestar Socioemocional de la U. del Desarrollo.
Visibilización
El psicólogo Felipe Goñi, director del Grupo Intus y del pódcast de psicología "Escucho voces" (@escucho_voces en Instagram), coincide: "Pareciera que a partir de la pandemia atravesamos una bisagra en la cual el tema de salud mental pasó de ser tabú a hegemónico".
Pero precisa que es un arma de doble filo porque, "por un lado, hay mayor visibilización y desestigmatización del sufrimiento mental y emocional, pero, por otro lado, se da un fenómeno delicado que son los diagnósticos al servicio de etiquetas identitarias que muchas veces pueden encasillar y restringir".
Las neurodivergencias también son parte de esta ola de apertura. Diego Infante (33), creador del perfil @diego_infante_autista, con más de 76 mil seguidores en Instagram, comenta que "cada vez hay más personas que se están atreviendo a hablar sobre la salud mental y autismo no solo a nivel mundial, sino que también en Chile".
Y advierte: "Creo que es súper importante tratar estos temas, pero hasta cierto punto. Hay que visibilizarlo, pero hay que estar conscientes de que quien te puede hacer un diagnóstico o una evaluación seria son solo los profesionales".
Silva recalca que "quienes consuman este contenido tienen que tener en consideración distinguir el testimonio de la información clínica; verificar la información o acreditación de quienes difunden información sobre salud mental; priorizar contenidos basados en evidencia que aborden procesos de regulación, autoconocimiento y vínculos saludables, más que listas o test rápidos y, por último, evitar prácticas terapéuticas genéricas no supervisadas".